Adivina con quién salgo ojo con Craig Gillespie.


ASCANIO CAVALLO

Es arduo definir a esta película como una comedia. Por supuesto que no es tampoco una tragedia; pero su mundo es mucho más amargo y oscuro de lo que su título en español sugiere. Desde luego, se inicia en el primer lugar que puede ser un infierno para los niños gordos, los tímidos y los malos para la actividad física: el colegio. En el de esta película reina el profesor Jasper Wood-cock (Billy Bob Thornton), un sujeto autoritario, rudo, amargo, pero sobre todo cruel y abusador con los niños que no rinden lo que él desea.

Trece años después de esa experiencia traumática, regresa a la ciudad John Farley (Seann William Scott), que ya no es gordo ni acomplejado, y que viene rodeado por el éxito de su primer libro… un texto de autoayuda (este detalle perverso sugiere, con perfecta delicadeza, que John no es precisamente un triunfador). El profesor Woodcock aún está ahí, en el mismo colegio, haciendo sufrir a nuevos niños, generación tras generación. Nadie lo ha removido, nadie lo ha denunciado. Al contrario, lo consideran uno de los mejores maestros. Lo premian. Lo admiran. Nadie parece percatarse del olor del fascismo.

Peor aún, John descubre con pavor que Woodcock es ahora el novio de su madre viuda, Beverly. Y ese romance no ha cambiado en nada sus opiniones sobre su antiguo discípulo. Cuando se entera de que John ha triunfado con un libro de autoayuda, su comentario es: "Parece que andan muchos perdedores sueltos por ahí".

Hasta ahí la introducción. El resto de la historia son los desesperados esfuerzos de John para evitar que Woodcock se convierta en su padrastro. Lo que le da su tono singularmente oscuro y angustioso es que Woodcock no muestra ningún arrepentimiento. No hay en él ni el solo atisbo de un corazón generoso. Nada de eso: Wood-cock cree en un mundo dividido entre ganadores y perdedores, y en una misión que no pasa por amar a los niños, sino sólo en educarlos por la fuerza. La elección de Billy Bob Thornton para ese papel prolonga el de los inconmovibles adultos de Bad Santa y Escuela para idiotas.

Parece ser que los productores tuvieron muchas dudas acerca de cómo debía terminar un relato semejante. Según Variety, el director Craig Gillespie (que el mismo año dirigió otra atractiva comedia surrealista, Lars and the real girl, acerca de un joven que se enamora de una muñeca hallada en internet) fue removido del control de la película y el productor David Dobkin rodó todo el final de nuevo. Esas vacilaciones son notorias y dañan el desenlace, pero no afectan el cuerpo de una película insólitamente desafiante, que pone en pantalla los rasgos más siniestros de la cultura competitiva norteamericana. Nunca sabremos si nos perdimos una gran película, pero al menos nos quedamos con una que sorprende y arranca unas cuantas sonrisas amargas.

Mr. Woodcock

Mr. Woodcock

DIRECCIÓN: Craig Gillespie.

CON: Billy Bob Thornton, Seann William Scott, Susan Sarandon, Amy Poehler