Saturday, March 31, 2007

Sexualidad

La sexualidad, culturalmente, ha quedado reducida al acto sexual coital concreto y la posibilidad de que ésta sea satisfactoria ha quedado sujeta a la obtención o no de orgasmos.
Pero esa es una visión muy reduccionista, porque, tal como lo explica el gineco-obstetra y sexólogo, Christian Thomas, la sexualidad comprende la forma cómo cada persona se presenta frente a los demás, abarcando su manera de expresarse, vestirse, actuar y otros.“Sexualidad viene del latín ‘secare’ que significa seccionar, cortar, separar, por lo tanto, la sexualidad es la forma como yo logro encontrar lo otro que me falta”, señala y de ahí que tenga que ver con la forma como construimos nuestra realidad. “Somos seres sexuados las 24 horas del día”, insiste.Circunscrita a una relación íntima entre un hombre y una mujer, la sexualidad se entiende como un encuentro voluntario con uno mismo y con el otro para satisfacer un deseo y hay múltiples formas para lograr aquello, como múltiples tipos de deseos.
De ahí que la sexualidad y su satisfacción varíe de acuerdo a la edad de las personas. Mientras en los niños tiene una expresión de autosatisfacción mediante actos mecánicos como succionar el dedo, en la adolescencia se concentra en los genitales a través del descubrimiento y la masturbación. Más adultos, la sexualidad se traduce en el encuentro físico con la otra persona y en la vejez dicho encuentro adquiere más una dimensión emocional.“Lo que es satisfactorio, entonces, para un adolescente no lo es para un adulto; todo va a depender de la etapa de la vida en que nos encontremos”, grafica Thomas.Etapas de un encuentro sexualLos deseos en un encuentro sexual pueden ser variados y su satisfacción ídem. Es así como una caricia, un beso o el coito pueden cumplir con la función de dar satisfacción a un deseo amoroso, mientras que el uso de la fuerza puede satisfacer un deseo sadomasoquista.El doctor Christian Thomas sostiene que para que se dé el encuentro entre dos, primero se debe dar el encuentro personal, que abarca un conocimiento del propio cuerpo, de su imagen, debilidades y fortalezas, historia y lenguaje. A partir de ello, se da el encuentro con el otro.
La sexualidad se debe entender como todo tipo de expresión y no reducirlo al coito”, insiste.Por todo lo anterior, un encuentro sexual entre dos personas comprende varias etapas. La primera de ella parte del deseo inconsciente de estar con el otro que se traduce en fantasías respecto a ese momento esperado. Luego, vendrá el encuentro físico que se inicia con la seducción y en donde el hombre y la mujer se expresan de distinta manera y perciben también diferente; el hombre en forma más visual y la mujer, más auditiva. También se da la seducción lingüística con ciertos contenidos.
Tras ello, se da el preámbulo corporal que comprende el contacto físico de ambos. Idealmente, éste debe iniciarse en la periferia como las orejas, las manos, la espalda, el cuello para luego acercarse hacia los genitales como los senos, la vagina y el pene. En esto cobra mucha importancia el contacto con los ojos, manos y boca y la aproximación hacia la zona más erotizada del cuerpo debe ser lentamente.Todo lo anterior prepara al hombre y la mujer para el encuentro coital, que comprende la liberación de una serie de sustancias que posibilitan la erección del pene en él y la lubricación de la vagina en ella. O sea, la excitación.Thomas hace presente que se puede tener o no orgasmo y el encuentro ser satisfactorio.Tras esto, viene el proceso de desprendimiento de los cuerpos, etapa en donde hay una resolución. Si bien los cuerpos se han satisfecho físicamente y emocionalmente, se mantiene un vínculo humano, de pareja, que se puede expresar de diversas maneras. “Es el momento de la contención amorosa, donde se pone en práctica el amor filial más que pasional”, dice.El sexólogo aclara que para tener una sexualidad satisfactoria no es condición la existencia de una relación de pareja, es decir, un encuentro casual puede ser satisfactorio, pero está comprobado que una relación estable es más favorable para conseguir la satisfacción a partir de que el vínculo se construye día a día.
“Hay más satisfacción donde hay menos pasión; el encuentro fortuito es más pasional, más rabioso, pero menos satisfactorio”, agrega Thomas.El especialista remarca que ‘encontrarse’ va mucho más allá de dos cuerpos que se tocan, implica compenetrarse con el otro. Para que se dé una sexualidad satisfactoria, se debe dar una satisfacción emocional y por eso se puede afirmar que un encuentro con un trabajador sexual no es satisfactorio.Los enemigos
Sabido es que el estrés es uno de los principales agentes que atenta contra la sexualidad satisfactoria, pero Christian Thomas también destaca las altas expectativas que se puede tener del encuentro y que se construyen a partir de imágenes culturales y del consumo de pornografía. “La pornografía distorsiona la realidad, engrandece el pene erecto, pero no lo emocional”, explica.Suma la inmadurez emocional de la persona como uno de los factores que impedirán ese encuentro satisfactorio. La competitividad –querer ser más de lo que se es- también complota y ello se puede graficar en el hecho de que la mujer, en este modelo de igualdad de géneros, está copiando el modus masculino de tomar y desechar a través de encuentros casuales.El sexólogo profundiza mencionando que las creencias culturales sobre el embarazo (una mujer embarazada es una madre santa que no se debe tocar) afectan la sexualidad.Hay factores fisiológicos que también se hacen presente como la menopausia, la andropausia, las disfunciones sexuales, las infecciones vaginales y las patologías como incontinencia urinaria, cistitis de repetición y prolapsos.

Nota aparecida en La Nación Domingo

Todo sobre mi vulvaNuestra vulva de cada día.
Parte del cuerpo femenino que concentra el placer, pero también el misterio: ¿qué decimos cuando pronunciamos “vulva”?

La vulva está escondida, son nuestros genitales ubicados dentro del cuerpo, a diferencia de los hombres. Quizá esta condición le valió, en épocas pasadas, una connotación de misterio, multiplicidad de nombres y en algunos momentos hasta de vergüenza. Fuera de todo misterio, la vulva se refiere a los genitales femeninos, el epicentro del placer. Si los miramos o los palpamos reconoceremos el labio mayor (labios exteriores); labio menor (labios interiores); clítoris; capucha del clítoris; uretra y vagina. Por supuesto, cada uno con su cualidad y sensibilidad. Los labios mayores son dos pliegues de la piel de tejido adiposo, cubiertos por vello púbico y que más o menos cubren el resto de la vulva. El tamaño varía en cada persona, de manera que los hay grandes, chicos, cortos, largos. Todas características normales y que en nada influyen en la sensibilidad sexual. Durante la excitación pueden hincharse un poco. Los labios menores también son sensibles y pueden hincharse durante la excitación sexual. Se trata de los pliegues de la piel que van desde la capucha del clítoris, debajo de la vagina. Su color puede variar desde un rosado a un café oscuro, según el color de piel; también pueden cambiar de color en la madurez, de la misma forma que los pezones. En ocasiones pueden sobresalir entre los labios mayores, ser arrugados o lisos. El clítoris: está ubicado debajo del punto donde los labios menores se encuentran. El clítoris tiene una cabeza o glande que puede aparecer más pequeña que una arveja o más grande que la punta de un dedo. Sólo la punta del clítoris es visible arriba de la vulva, en los pliegues suaves donde los labios se encuentran, bajo la piel de la capucha del clítoris. El resto del cuerpo del clítoris es esponjoso y está varios centímetros dentro del cuerpo. Sus proporciones y sensibilidad también son diferentes en cada mujer. De la misma forma que el pene, el clítoris se pone rígido y se hincha durante la excitación sexual. Es el centro del placer de la vulva, no tiene función reproductiva, por lo tanto su función única es disfrutar del espasmo que provoca su estimulación, es en extremo sensible. Sólo este pequeño punto concentra alrededor de 8 mil terminales nerviosas. Un dato, se supone que es el doble que el pene. No se trata de una competencia, pero grafica el potencial que tiene. A pesar de ser muy parecido al miembro masculino, su estimulación no funciona de la misma forma, es tan sensible que en muchas mujeres no funciona con estimulación directa y reacciona más cuando el acercamiento indirecto.

Shiatsu para el placer Saber dónde y cómo presionar un cuerpo puede hacer la diferencia entre buen sexo y uno excelente. El Shiatsu nos puede enseñar algunas cosas sobre esto, se trata de una técnica de masaje japonés que sabe donde, cómo y con qué ejercer presión para mejorar la sensibilidad y extender el placer.
lanacion.cl El Shiatsu es una técnica de masaje terapéutico de origen japonés, con principios similares a la acupuntura, pero que utiliza los pulgares, las manos y los codos para aplicar presión sobre ciertos puntos del cuerpo. Sirve para cualquier enfermedad o dolencia, pero también para activar y desarrollar sensibilidades que hacen del placer sexual una experiencia interminable, como aseguran sus cultores. La sabia cultura oriental trata el cuerpo y la mente como un todo que se conjuga en armonía. Este masaje se basa en el “Ki” que fluye a través del cuerpo por diversos canales. Por lo tanto, la presión en diversos puntos del cuerpo no es otra cosa que ayudar a que esta energía continúe fluyendo cuando por alguna razón su paso se obstruye o se dificulta ocasionando dolencias. Cuando presionamos hacemos que el Ki fluya de mejor forma, logrando como resultados bienestar y mayor sensibilidad, además de una agradable sensación de placer. Como nuestro nuestro punto de interés se relaciona con el sexo, deberemos concentrarnos en estimular el sistema hormonal y la adrenalina con lo que aumentaremos considerablemente la potencia sexual. Cómo se hace, los puntos son distintos para hombres y mujeres, tome nota: Para los hombres las presiones deben ser: En ellos encontramos tres puntos de placer en las vértebras sacras, que son justamente los que regulan el funcionamiento de los órganos genitales. - Diez presiones de tres segundos en la zona sacroilíaca.(ver Foto 1) - Para el bienestar realizar presiones de tres segundos en la cruz del estómago. - Para relajarse y aportar placer a su pareja, (Ver Foto 2) acariciar sobre el hígado (Fig.A), la porción (o cavidad) sigmoidea del colon (Fig.B), ligamento púbico-prostático). - Para estimular las reacciones sexuales ejercer una presión alrededor del ano, es decir, entre el ano y los genitales. - Presionar en los testículos es revigorizante. - Si termina con una nueva serie de presiones en la zona sacra (Foto1)y en la cruz del estómago, conseguirá una mayor duración del acto sexual. En las mujeres las presiones deben ser: - Para estimular las reacciones sexuales, comenzar ejerciendo una presión en la glándula tiroides que se sitúa en la zona frontal del cuello, justo encima de la clavícula. (Foto 3) - Excitar las glándulas suprarrenales con el puño. (Foto 4) - Continuar con una presión completa de todos los puntos sexuales situados a ambos lados de la tercera, cuarta y quinta vértebras lumbares. Hágalo de arriba hacia abajo y apretando con todo su peso. (Foto 5) - Por último, termine con un tratamiento de Shiatsu en la glándula tiroides (Foto3), las glándulas endocrinas, situadas entre los senos y la región inguinal situada entre las piernas (Foto 6). Una vez terminada esta ceremonia de hacer este masaje energético-sensual mutuamente, hombre y mujer, alcanzarán un estado de bienestar recíproco y podrán comprobar que se extenderán su placer sexual. Las filosofías y técnicas japonesas buscan la armonía entre el cuerpo y la mente, que todo fluya. El Shiatsu es una técnica de sanación compleja que comprende y requiere de más conocimiento, sin embargo, ocupar parte de esta técnica puede no sólo profundizar el placer sexual, sino que interesar por las demás bondades de estas prácticas.

Para sanar

Hermann Hesse Demian (fragmento)
Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría.(...)Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad. Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aún más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas. Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, paraísos, prohibiciones, mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos.


Hermann Hesse El último verano de Klingsor (fragmento)
" Cada cual tiene sus estrellas -comentó Klingsor, dejando caer las palabras-. Yo sólo creo en una cosa: en el ocaso. Viajamos en un carruaje sobre el abismo, y los caballos se han espantado. Nos hallamos en el ocaso, todos; tenemos que morir, tenemos que nacer de nuevo; ha llegado el momento del gran viaje. "

Hermann Hesse Obstinación (fragmento)
" Una virtud hay que quiero mucho, una sola. Se llama obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan. En el fondo se podría englobar todo ese sinfín de virtudes que ha inventado el hombre en un solo nombre. Virtud es: obediencia. La cuestión es a quién se obedece. La obstinación también es obediencia. Todas las demás virtudes, tan apreciadas y ensalzadas, son obediencia a las leyes dictadas por los hombres. Tan sólo la obstinación no pregunta por esas leyes. El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola, absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al "propio sentido". "

John Keats Oda a una urna griega (fragmento)
" Cuando la vejez consuma esta generación, tú permanecerás, en medio de la aflicción que no es la nuestra, amiga del hombre, para decir: La belleza es la verdad, esto es todo lo que sabes de la tierra, todo lo que necesitas saber. "

Bertrand Russell La conquista de la felicidad (fragmento)
" Hay personas que son incapaces de sobrellevar con paciencia los pequeños contratiempos que constituyen, si se lo permitimos, una parte muy grande de la vida. Se enfurecen cuando pierden un tren, sufren ataques de rabia si la comida está mal cocinada, se hunden en la desesperación si la chimenea no tira bien y claman venganza contra todo el sistema industrial cuando la ropa tarda en llegar de la lavandería. Con la energía que estas personas gastan en problemas triviales, si se empleara bien, se podrían hacer y deshacer imperios. El sabio no se fija en el polvo que la sirvienta no ha limpiado, en la patata que el cocinero no ha cocido, ni en el hollín que el deshollinador no ha deshollinado. No quiero decir que no tome medidas para remediar estas cuestiones, si tiene tiempo para ello; lo que digo es que se enfrenta a ellas sin emoción. La preocupación, la impaciencia y la irritación son emociones que no sirven para nada. Los que las sienten con mucha fuerza pueden decir que son incapaces de dominarlas, y no estoy seguro de que se puedan dominar si no es con esa resignación fundamental de que hablábamos antes. Ese mismo tipo de concentración en grandes proyectos no personales, que permite sobrellevar el fracaso personal en el trabajo o los problemas de un matrimonio desdichado, sirve también para ser paciente cuando perdemos un tren o se nos cae el paraguas en el barro. Si uno tiene un carácter irritable, no creo que pueda curarse de ningún otro modo. (...)El que ha conseguido liberarse de la tiranía de las preocupaciones descubre que la vida es mucho más alegre que cuando estaba perpetuamente irritado. Las idiosincrasias personales de sus conocidos, que antes le sacaban de quicio, ahora parecen simplemente graciosas. Si fulano está contando por trescientas cuarenta y siete vez la anécdota del obispo de la Tierra del Fuego, se divertirá tomando nota de la cifra y no intentará en vano acallarle con una anécdota propia. Si se le rompe el cordón del zapato justo cuando tiene que correr para tomar el tren de la mañana, pensará, después de soltar los tacos pertinentes, que el incidente en cuestión no tiene demasiada importancia en la historia del cosmos. Si un vecino pesado le interrumpe cuando está a punto de proponerle matrimonio a una chica, pensará que a toda la humanidad le han ocurrido desastres semejantes, exceptuando a Adán, e incluso él tuvo sus problemas. No hay límites a lo que se puede hacer para consolarse de los pequeños contratiempos mediante extrañas analogías y curiosos paralelismos. Yo creo que toda persona civilizada, hombre o mujer, tiene una imagen de sí misma y se molesta cuando ocurre algo que parece estropear esa imagen. El mejor remedio consiste en no tener una sola imagen, sino toda una galería, y seleccionar la más adecuada para el incidente en cuestión. Si algunos de los retratos son un poco ridículos, tanto mejor; no es prudente verse todo el tiempo como un héroe de tragedia clásica. Tampoco recomiendo que uno se vea siempre a sí mismo como un payaso de comedia, porque los que hacen esto resultan aún más irritantes; se necesita un poco de tacto para elegir un papel adecuado a la situación. Por supuesto, si uno es capaz de olvidarse de sí mismo y no representar ningún papel, me parece admirable. Pero si estamos acostumbrados a representar papeles, más vale hacerse un repertorio para así evitar la monotonía. "


PREGUNTAS A ALBERTO FUGUET
–¿Hacer cine es ser otro?
–Hummm, a ver… No creo. Interesante. A ver… No. Escribir es hacer y ser otro. Ahí hay más desdoblamiento. Sobre todo si tu personaje, por mucho que tenga cosas de ti, es otro. Casi tienes que actuar cuando estás escribiendo. Quizás para un actor, hacer cine es ser otro. Pero ser director, hacer cine, es ser uno. Nada de negociaciones. Ahí estás ciento por ciento con toda tu visión del mundo: desde estética a rítmica. Creo que se puede mentir más escribiendo que filmando. Hacer cine es ser uno y, de una extraña manera, compartirse.
–¿Eres un autista recuperado?
–Espero que no. Quiero ser un autista funcional. Que funcione. Pero me gusta estar solo, soy solo, me hice escritor para tener una excusa para estar solo, veo cine porque el cine es un rito de gente sola rodeada de gente. No creo que sea el único. Mi impresión es que hay una legión de autistas. Uso la palabra en su nuevo sentido. Antes, la opción de “andar solo por la vida” no era una opción, era una maldición. Hoy, capto que es una legión inmensa. Y nada de tonta.


"La literatura es la forma más agradable de ignorar la vida"
Fernando Pessoa

El ocio
Por Francisco Mouat
fmouat@mercurio.cl
Última semana de vacaciones. Actividades del día: matar hormigas en la cocina, seguir con atención los movimientos del gato de la casa que a veces concluyen con una lagartija entre sus dientes, leer, jugar pimpón con mis hijos y cuidarme de que ellos recojan la pelota del suelo porque la guata pesa bastante.
También hacer un listado de libros disponibles en las estanterías que no he leído y que quiero leer este 2007. La nómina es tan grande, que me lleva a una conclusión saludable para la economía doméstica: no comprar más libros este año ni el próximo. Con lo que hay, podría mantenerme activo y feliz de la vida a lo menos hasta el 2009. En cuanto a mi Plan Bicentenario para bajar de peso, hacer ejercicio y llegar al 2010 en buena condición física, lo que a estas alturas supone eliminar veinticinco kilos, la familia sigue haciendo mofa de mi fallida fuerza de voluntad. Cuando digo en la mesa que mi vuelta a la oficina significa el comienzo de una dieta estricta y un plan sistemático de gimnasio día por medio, todos se ríen a carcajadas. Es el chiste preferido hasta de mi hija Agustina, que con sus casi cinco años de edad no trepida en llamarme guatón glotón y darme las sobras de sus platos, las que acepto para no defraudarla.
Roland Barthes dice que el ejercicio del ocio en los tiempos modernos está asociado a una nueva manera de experimentar la pereza: la libertad. Que como ya es difícil moverse en este mundo sin hacer nada, lo mejor es introducir una diversión en la mitad del trabajo. A Barthes lo deslumbra la simplicidad de un poema zen que él quisiera vivir en carne propia: "Sentado apaciblemente sin hacer nada / la primavera llega / y la hierba crece por sí misma". Conservar el espíritu de este poema será mi caballo de batalla apenas vuelva a las faenas.
Hasta hace pocos años, el Código Penal chileno sancionaba con cárcel la vagancia. Artículo 305: son vagos los que no tienen hogar fijo ni medios de subsistencia, ni ejercen habitualmente alguna profesión, oficio u ocupación lícita, teniendo aptitudes para el trabajo. Joaquín Edwards Bello decía que si el dinero no hace la felicidad, en cambio, la ausencia de dinero nos hace desgraciados. Trabajamos entonces para no caer en desgracia, para sobrevivir, y en el camino nos convertimos en unos sujetos irritables, estresados, neuróticos, infames y abominables. Para juntar fuerzas y preparar mi inminente regreso a la oficina, leo a Robert Louis Stevenson y su Apología de la pereza. El escocés escribe que la devoción perpetua a lo que un hombre llama su profesión sólo puede mantenerse mediante el perpetuo abandono de muchas otras cosas. La pereza, según Stevenson, no es no hacer nada, sino hacer muchas cosas no reconocidas por la clase dirigente. Vuelvo entusiasmado a lo mío: las hormigas de la cocina, el gato, leer, jugar pimpón, que ya sobrará tiempo durante el año para conjugar ese verbo horrendo: trabajar.

Revista de libros 11 de marzo 2007
Bertoni
Roberto Merino

Me doy cuenta de que tengo todos o casi todos los libros de Claudio Bertoni. Claro, me falta la primera edición de El cansador intrabajable, publicada en Londres en el 73, pero ese libro no lo tiene nadie, ni el propio Bertoni, me parece. Si es prodigiosa esta acumulación bibliográfica se debe a que durante años Bertoni fue un escritor semioculto, un tipo de quien se sabían cosas a través de terceros. Era un poeta que no publicaba y que no aparecía mucho por Santiago. Yo lo conocí entre el 79 y el 80, en una perdida noche en La Reina, en una casa a la que creo haber llegado con Roberto Brodsky. No alcanzo a retener los rostros de las personas reunidas en ese lugar, "gente inteligente pero improductiva", según Rodrigo Lira. Meses después vi a Bertoni en una fuente de soda de Arturo Prat con la Alameda, en la mesa del fondo, acompañado de una Pílsener y de un cuaderno en el que presumiblemente escribía. No entré. Nos saludamos desde lejos, a través de la vidriera. Alguien me dijo después que él había valorado mi decisión de no interrumpirlo.
Me llegó ahora el último libro de Bertoni, En qué quedamos, de las ediciones Bordura, gerenteadas por Vicente Undurraga y Tal Pinto. Si un criticón dijera que en esta nueva obra sólo hay "más de lo mismo" no podríamos contradecirlo, pero habría que agregar que en este caso el "más de lo mismo" es un punto a favor. Bertoni siempre ha estado escribiendo un puro libro, en el cual deja entender que la poesía no es cuestión estrictamente de metáforas y carambolas, sino más bien de una cierta vigilancia emocional sobre el curso de la vida en sus detalles mínimos.
Con En qué quedamos me ha sucedido lo mismo que la primera vez que leí los textos de Bertoni: una inminente curiosidad me lleva a revisar los poemas en desorden, a cerrar el libro, a abrirlo otra vez. Lo que se produce es una agitación privada. El breve poema sobre la muerte de Gonzalo Millán, con su simpleza cotidiana, vuelve empalagoso e intolerable el recuerdo de la cincuentena de elogios fúnebres que hemos alguna vez escuchado. El problema que Bertoni ha solucionado es el de cómo hablar: cómo hablar poéticamente, por escrito, sin alejarse del modo en el que hablamos - a los demás y a nosotros mismos- todos los condenados o luminosos días de nuestra vida.
Una última cosa: los textos de Bertoni producen un efecto retardado en el lector. Uno queda sumergido en algo así como una hiperrealidad, observando con asombro sus propias manos, la luz del cigarro, el chasquido del fósforo, el contenido del refrigerador, el color del té o el viento en los árboles de más allá.

Coca-cola Gabo
Por Álvaro Bisama

Uno no se cansa de escribir sobre García Márquez. Incluso para celebrar sus ochenta años - como lo ha hecho la prensa nacional y extranjera- , a pesar de que nació en 1928. En esta misma revista se ha armado una polémica llena de algunas estocadas elegantes y otras no tanto. Pero el tipo sigue vivo. No sé si coleando. Y desde hace tiempo, un buen rato, que su literatura ya no es lo que era. Él mismo se convirtió en una marca, en una empresa. En algún aspecto, Gabo puede ser nuestra Coca-Cola: la bebida que todos querían imitar o desbancar, pero cuyo sabor posee un secreto inexpugnable en su fórmula. Y eso siempre lo supo. Ése es su arte, su talento. Está en sus mejores obras eso de equilibrar los ingredientes: un poco de épica oral por allá, un poco de Faulkner por acá, un diluvio en este lado, unos centenares de muertos en este otro, una pizca de modernismo para sonar anacrónico, un dictador o una guerra civil para el color local, una mujer voladora para amarrarlo todo. Mitos para regalar. Nombres raros. Dictadores. Bien. Funciona. Pero hay que leerlo con cuidado, vadeando los efectos especiales o metiéndose a fondo en ellos. Mal que mal, Gabo inventó algo nuevo que el resto del boom - y el post boom completo- volvió viejo de inmediato, pero cuya primera lectura desnuda, despoblada de cualquier efecto especial, deslumbra hasta el día de hoy. Asesina a sangre fría. Ahí está Cien años de soledad para probarlo: lo más parecido a una biblia latinoamericana jamás escrito. Yo mismo lo leí a los 15 años y me di cuenta de que el resto de mis lecturas adolescentes palidecían ante esa catedral hecha de maravillas y desechos. Al lado de García Márquez - prefiero los dos apellidos, a pesar de la majadería de Armando Uribe de llamarlo con uno- Hesse era un pobre pelele, Richard Bach un imbécil y los rusos, un montón de señores aburridísimos. Por supuesto exagero, salvo en lo de Bach. Pero el efecto era ése. Porque para este redactor, que creció en un pueblo donde un profeta que aspiraba pegamento - y que luego se haría travesti- veía a la Virgen ante decenas de miles de fieles todos los domingos, García Márquez le pareció en algún momento un autor realista, casi documental. Mi vidente sangraba, hacía aparecer hostias, hablaba en lenguas, era como una novela de Gabo, contemplada casi en vivo y en directo, en los extraños años 80. Pero paradójicamente, en la época en que yo lo descubría, García Márquez ya había comenzado a perderse en su propio mito: sus mejores novelas las estaba haciendo Isabel Allende, y el mismo Donoso - que lo abrazaba como un hermano en su Historia personal del boom- se quejaba amargamente en El jardín de al lado de la penosa obligación de los escritores latinoamericanos en Europa de ser algo parecido a Gabo. Por supuesto, esa discusión se extiende hasta hoy, McOndo mediante. Porque García Márquez es la encarnación de la mejor literatura americana, pero también de sus clichés y pedanterías, de sus carencias y obviedades. Del hecho de que lo latinoamericano - como señalaría Juan Villoro- terminara siendo una colección de lugares comunes listos para ser devorados por europeos ávidos de una otredad exótica. Nos guste o no, García Márquez sería el primero en administrar esa franquicia con una eficacia imperturbable. El dueño de la disco. Por supuesto, se trataría de un escritor total y genial, lamentablemente frito en el aceite de su propia contradicción, ahogado en la bebida cola que todos beberíamos: intentando describir un lugar nuevo, lo transformaría en un parque temático donde algunos - o casi todos- intentarían en vano escapar.


Fedor Dostoievski
Los endemoniados (fragmento)
" He pensado que algún día me llevarías a un lugar habitado por una araña del tamaño de un hombre y que pasaríamos toda la vida mirándola, aterrados. "



Domingo 4 de marzo de 2007Un café para Cancino:
(Entrevista que apareció en macedonia.yoll.net al mejor crítico de música de Chile).
Primera parte: Grande y al unísono.
Sábado por la mañana. Pide un Mocca para sus donas y sus neuronas algo dormidas. No le funcionan las matemáticas a la hora de calcular sus meses de vida ni la edición lingüística para frenar y centrarse en el cuestionario que, después de todo, no fue más que un pretexto para que Sergio Cancino, con esa misma voz plasticinosa y variopinta que sale por los aires de Radio Concierto, hablara de algo más que de paz. De música, películas y blogs. De Dios, el inventor del semáforo y Juan Antonio Labra.El Oriundo de Molina que escribía cuentos para la Zona de Contacto en su época dorada, es alguien que a la hora de tomar riesgos prefiere la grandilocuencia a lo insignificante. Prefiere una charla monumental a reducir todo a un cuestionario. Un café junto a Cancino que sólo se enfriará en el próximo capítulo.¿Nombre?Sergio Cancino¿Nombre incompleto?Que pregunta más capciosa... Paso.¿Meses en la tierra?30 por 12 son... 460. Como se nota que es temprano por la mañana, mis matemáticas están terribles. Pero se justifica, es sábado y tuve que soportar a Ana "Torreja" anoche en el Festival de Viña.¿Meses en otro planeta?Una eternidad¿Actividad actual?Formalmente, editor de Radio Concierto
¿Preferirías ser Director de cine, músico, escritor, deportista o common people?Me gustaría ser todas las cosas al mismo tiempo. Ser una estrella deportiva, el delantero más goleador de Cobreloa (mi equipo favorito), tener una banda y hacer discos monumentales... Pero creo que lo más cercano a mis talentos, si existe y se aplica a mi realidad, es escribir. Tengo una novela que rescaté hace dos años de un computador que murió y mejor no digo más porque tengo que terminarla. Además me gusta subir cerros. Si bien con eso no vas a obtener mucha fama, puedes ser un ‘andinista part time’ y sacarte lindas fotos a 2000mts. de altura.¿Tuviste otra vida?Supongo porque hay cosas que no me puedo explicar. Eternos deja vú y sentimientos de ¿Por qué sé hacer esto si no debería saberlo? siento que pesqué truchas durante toda una vida ¿por qué me sale tan natural?¿Tienes vida ahora?Si y me gustaria tener todavía más.¡Error!Marcador no definido.¿Chica o Grande?Grande. Todo tiene que ser grande, incluso los fracasos tienen que ser los más grandes y épicos posibles. Si la vamos a cagar que sea al 500%, y viceversa.A mi me gustan las historias de grandes fracasos épicos, esos personajes que la historia dejó de lado pero que tienen cosas más interesantes que contar que los propios ganadores.Dos ejemplos que me obsesionan son Garrett Augustus Morgan, el inventor del semáforo y Doug Yule, el reemplazante de John Cale, el bajista oficial de la Velvet Underground. El primero fue un negro americano que tuvo que luchar contra la discriminación de toda una sociedad que se quería apoderar de sus inventos. Tuvo una vida muy épica pues fue inventor en una época donde ser negro era muy complicado. Doug lo que hizo fue seguir con la banda después de que se fuera Lou Reed en 1970 y hasta 1974. Incluso grabó un disco entre 72-73 llamado 'Squeeze'. Lo que me gusta de esta historia fue la perspectiva y el sentido del humor con que se tomo la nula consideración de la banda en su revival durante los 90's e incluso en su ingreso al Salón de la Fama del Rock'n Roll. El tipo es de una humildad increíble, un sentido común y una sensatez que a mí me conmueven profundamente. Hizo música por derecho propio, además. ¿Oscuro o claro?las dos cosas al mismo tiempo.¿A medialuz?No precisamente. Son como dos dimensiones paralelas coincidiendo al mismo tiempo.
Objeto personal que adorasAparte de lo típico, es decir, mis discos, mis libros, mi bicicleta y todo eso... mi destornillador y mis cajas de cachureos. Como Andy Warhol, que creaba “capsulas del tiempo”. El se iba de compras un dia y luego metía las cosas en cajas que cerraba. Eso para el era encapsular el tiempo en un momento puntual. Recuerdo una exposición de estas cajas donde habia una que me llamó mucho la atención. Era de 1986 y se veía que había comprado la banda sonora de Rocky IV. Imaginaba a Warhol comprándola y me parecía un momento genial.
Objeto ajeno que adores (especificar sujeto y razones)H abia un objeto ajeno que me gustaba mucho pero afortunadamente me lo regalaron porque debo haberlo mirado por tanto tiempo con unos ojos como los del Gato con Botas de Shrek 2. Era una figurita de plastico y con pelo de Paul McCartney que la abuela de mi novia le habia regalado. Creo que lo miré tantas veces que un dia me dijo ‘Toma, Paul es tuyo’ y lo tengo ahí puesto en mi galería de figuritas coleccionables.
Canción favoritasi tuviera que elegir una hoy, a esta hora sería Life on Mars de David Bowie. Es una cancion que tiene todo lo que uan cancion debiera tener. Es suave, es violenta, es emocional. Instrumentalmente es preciosa y es de Bowie.Canción favorita que te de vergüenza que sea tu favoritaYo formaria el "Partido Anti Placer Culpable". Es que si algo te gusta te tiene que gustar y punto, no tienes que darle explicaciones a nadie. Suficientes culpas tenemos con el psicoanálisis de Freud para andar más encima culpandonos porque nos gustan ciertas cosas.En el ultimo tiempo me he dado cuenta que hay canciones de Laura Pausini que me gustan. Porque es una mujer que sabe sufrir con clase. Escribe buenas letras que podrían ser de autoayuda sin caer en la obviedad de aquello. Laura Pausini podria caminar por providencia y no creo que mucha gente se voltearía a mirarla. Además, siempre la encontré bonita. Siempre vi algo más en esa nariz prominente, esos ojos rasgados y en que era morena... tiene algo Laura Pausini que me gusta y no siento ninguna culpa por eso. Tampoco la siento si me gustan canciones de Kudai o de Cristóbal o de quien sean. Si la canción es buena no importa quien la haya hecho.¿The Beatles o The Rolling Stones?The Beatles, absolutamente. Porque ahí esta McCartney y para mí McCartney es Dios.Disco de tu discoteca que debieras quemarYo tengo un aprecio y un cariño por los objetos enorme. No podría quemar un disco. De hecho, he guardado muchas cosas que aunque no escucho solo de mirarlas me llevan a una época puntual que me hace alucinar. Por ejemplo, tengo singles de Marky Mark and the Funky Bunch, los tengo ahí junto a singles de Milli Vanilli antes que se rebelara el escándalo de que los negros no cantaban. Yo sé que hay fanáticos que rompieron esos singles y creo que no debieron haberlo hecho. A mí me gustan los objetos y no los podría romper. Grupo o solista al que deberiamos linchar¿Por crímenes cometidos contra la música?, ¿Contra la humanidad?, ¿Esto es como un tribunal de Nuremberg de la música pop?. Yo creo que incluso los seres más repudiables en algún momento atinaron por suerte o coincidencia a hacer un par de frases, un par de compases o un corito por ahí que los redime. Sé que he dicho muchas veces 'Perdónalos señor, no saben lo que hacen' por alguna banda o solista. Creo que no lincharía a nadie, a lo más les cobraría una infracción cada vez que hicieran una tontera con su carrera. Hay gente que deberían linchar por hacer estupideces en su carrera. Por ejemplo, yo multaría a Sergio Lagos por haber lanzado 'Telephone' como single. Ese disco tiene cosas mejores y lanzarlo fue exponerse a una paliza innecesariamente.Es más, creo que ni René de la Vega se merece que lo linchen, fue un tipo corajudo. Ni siquiera a Delfín Quishpe o la Tigresa del Oriente. Mientras sea honesto, que hagan lo que quieran¡Error!Marcador no definido.Personaje Televisivo y radial al que deberiamos rendir honoresIba a decir Andy Warhol por haber inventado los 15 minutos de fama, pero si tiene que ser chileno... es raro, no se me viene nadie automáticamente. Hay mucha gente que ha hecho contribuciones para que las cosas estén mejor.Persona en el mundo a la que matariasNo, ya es mucho. Están matando demasiada gente como para que me sume a su cruzada demoníaca. No, no quiero matar a nadie.
Persona en este mundo (y en el otro) al que le darias vida eternaCreo que es complicado lo de la vida eterna. Basta ver esa gran saga llamada Highlander. Porque el ser humano no esta hecho para vivir eternamente ni para vivir más de 200 años, es un exceso vivir tanto tiempo. Creo que la muerte define como seres humanos, saber que nos vamos a morir. También nadie puede ser eternamente creativo y genial por un lapso prolongado. Todas las personas tienen momentos, hasta David Bowie tiene unos discos malos a fines de los 80's, los Rolling Stones tienen 'guatazos'. Una eternidad es mucho tiempo, no se puede mantener la llama ardiendo. Además, sería un sacrilegio ofender a Dios, ¿no?Una cosa que harias si fueras DiosComo dijo Sandra Bullock... paz mundial.Una cosa que harias si fueses “el otro”Daría una entrevista. Creo que hay muchas buenas preguntas para hacerle al demonio y que nadie se las ha hecho porque, hasta que yo sepa, además Al Pacino nadie más ha hablado con él. El problema es que hay que ser malo y morirse para entrevistarlo.Si pudieras te convertirias en...Buena pregunta... No me convertiría en nadie.¿Te vas a morir...?Espero que saquen todos los órganos que pudieran servirle a alguien más, que me incineren y que quien sobreviva lleve mis cenizas y las arroje puntualmente en la cordillera de la 7ma. región, ojala cerca de la Laguna de las Animas que esta a 2000mts de altura. He sido profundamente feliz ahí y creo que las cenizas de uno deben estar donde uno fue feliz, ¿no?. Creo que es fome estar enterrado y pudriéndote bajo tierra.

Ya no sé hablar

Excelente crónica que habla sobre un mundo en que todos hablan demasiado y nadie dice absolutamente nada.
Ya no sé hablar
Cristián Warnken
¿Quién no ha sentido la tentación del silencio, cuando alrededor todo es palabrería, cháchara, ruido? "Words, words, words". "Palabras, palabras...", dice un príncipe sombrío de algún reino, cuando hasta las palabras más nobles son máscaras para encubrir traiciones y mentiras. Pareciera que se ha dicho todo, y que hoy sobran las palabras y escasean los gestos. En el principio fue el Verbo, luego la cháchara, la verborrea, la palabra vacía, sin correlato en la acción.Y, por eso, el príncipe melancólico se refugia en el silencio, como en el último torreón donde la podredumbre no llega. ¡Cómo no entender al que se precipita en su propio abismo, cuando afuera el mundo sólo es ruido y furia!Un día despertamos y sentimos que todos los discursos y palabras que hoy se emiten ya no tienen peso. Una náusea se apodera de nosotros: antes, los bufones nos hacían reír, pero ahora su carnaval nos indigna. Lo que pasa es que hace tiempo ya que los bufones se tomaron el poder: ellos son ahora los reyes. Ellos tienen hoy la palabra, y la han hecho rehén de su farándula.Hay que escuchar a los que hoy callan. Los que no están en los medios, los que actúan sin discurso, los que han hecho voto de silencio. ¿Dónde están, quiénes son? Hoy, todos hablan y cacarean para pedir, para exigir, para invocar derechos. Pero nadie siente que deba sacrificar algo por alguien o por algo. Millones vagan por las calles o frente a las cámaras o en internet, gritando: "¡Yo! ¡Yo! ¡Yo soy importante! ¡Yo valgo! ¡Escúchenme, tengo algo que decir...!". Pero nadie está dispuesto a dar su vida por algo que no sean sus "demandas" o sus "pequeños negocios".Ya no hay héroes, ya no hay gestos desinteresados, ya no hay entrega. Ya nadie cultiva el valor del silencio. En todas las esquinas, algún vociferante instala su altoparlante, para que nos veamos obligados a escuchar su voz.¿Dónde quedó la grandeza? Ahí están los enanos, que se multiplican y clonan, en su fiesta y en su salsa, apoderándose de todos los micrófonos, copando todas las tribunas, gritando "voten por mí", "quiéranme", "miren mi última liposucción, "lean mi blog".Ahí están los políticos, olvidándose de servir y sirviéndose de las "flatus vocis"(voces vacías) para validar sus mezquinos cálculos. Ahí están los religiosos que perdieron la fe y que convirtieron a "Dios" (quizás, la palabra más inquietante de todas) en clisé, en gárgara. O los periodistas que contaminan el mundo con sus balbuceos e imprecisiones, teloneros de la gran mentira.La opinología y la parlanchinería terminaron por ocupar el lugar del pensamiento. Todos quieren sacar su "tajadita". Todos quieren imponer su "agenda". Ninguna agenda es inocente, ninguna declaración gratuita. Por eso, todo está hoy bajo sospecha, el príncipe ya no le cree a nadie en la corte. "Words, words, words...".Todo esto pensé después de conocer a un alumno que padece sordera, un estudiante de literatura, un héroe del silencio, que ha salido adelante en la vida sin recurrir a la compasión ni a la queja, y que me ha enseñado en estos días que comunicarse no es hablar, que los que podemos hablar y escuchar nos hemos farreado el prodigioso don de la palabra, para terminar infestándolo todo de palabras vacías. Es un lujo para los estudiantes de literatura -rodeados de cháchara de altura- contar con él. De él aprendemos que hoy es urgente hablar lo mínimo, lo esencial, lo necesario; que sólo así lograremos comunicarnos otra vez "de alma a alma", como lo soñó Rimbaud, hastiado príncipe del reino de las letras. El mismo que dijera, decepcionado de la ineficacia de su propia poesía y de la de su tiempo: "Ya no sé hablar". "Words, words, words...".

LA COLUMNA DE ALEJANDRO ZAMBRA

Diario de un mudo

"Cada escritor tiene la cara de su obra", pensaba Julio Ramón Ribeyro, pero no es fácil dibujar la cara de Ribeyro: el pelo largo o corto o a medio crecer, la boca semiabierta, con o sin cigarro, con o sin bigotes, y un gesto serio o una leve sonrisa o una imprevista carcajada. Es como si hubiera elegido despistar a los curiosos con disfraces rudimentarios. La cara de Ribeyro es la cara de un estudiante de leyes que despreciaba la abogacía, la de un limeño que quería vivir en Madrid, y que en Madrid soñaba con París, y que en París extrañaba Madrid, y así, según las becas y las faldas, y sobre todo en busca de tiempo que perder escribiendo. La cara de Ribeyro es la cara de un solitario que amontonaba copas sucias y arrojaba las cenizas por el balcón. La cara de Ribeyro es la cara de un eterno convaleciente que nació en 1929 y murió en 1994, dos años después de comenzar la publicación de La tentación del fracaso, su asombroso diario escrito a lo largo de cuatro décadas.
"Era, quizás, la persona más tímida que he conocido", ha dicho Mario Vargas Llosa, el escritor menos tímido del Perú. Enrique Vila-Matas, en cambio, al conocer a Ribeyro enmudeció, y no de admiración, sino "a causa del pánico que mi timidez y la suya habían provocado en mí". Ribeyro era un tímido que creía que todos - casi todos- los peruanos eran tímidos: "Tememos al ridículo de una manera enfermiza, nuestro gusto por la perfección nos conduce a la inactividad, nos fuerza a refugiarnos en la soledad y en la sátira", dice en La tentación del fracaso.
Mientras sus colegas escribían las grandes novelas sobre Latinoamérica, Ribeyro, el orillero del boom, daba forma a decenas de cuentos magistrales, que sin embargo no llenaban el gusto europeo. Y él lo sabía muy bien: "El Perú que yo presento no es el Perú que ellos imaginan o se representan: no hay indios o hay pocos, no ocurren cosas maravillosas o insólitas, el color local está ausente, falta lo barroco o el delirio verbal", confiesa. ¿Qué le costaba embadurnar a sus personajes con las cremas del barroco? Mucho: Ribeyro quería escribir lo que quería leer. En una entrada de 1964 figura esta admirable definición de novela, que lo mismo serviría, sin embargo, para describir el proceso creativo de un cuento o de un poema: "Una novela no es como una flor que crece sino como un ciprés que se talla. Ella no debe adquirir su forma a partir de un núcleo, de una semilla, por adición o floración, sino a partir de un volumen herbóreo, por corte y sustracción". El escritor que poda corre el riesgo de quedarse sin jardín, un riesgo necesario, en todo caso: "Silvio en El Rosedal" o "Al pie del acantilado", tal vez sus mejores relatos, son cuentos que provocan, por así decirlo, un efecto novelesco, del mismo modo que las frases de Ribeyro suelen rozar la intensidad de la buena poesía.
Ribeyro reunió sus cuentos bajo el título La palabra del mudo, que alude a la representación de los marginados; es decir, a esos personajes ribeyranos por excelencia: débiles, arrinconados por el presente, inocentes víctimas de la modernidad. El afán de retratar una Lima triste y desigual coexiste desde un comienzo con una velada proyección autobiográfica, que va cobrando nitidez a través de obras inclasificables como Prosas apátridas (un bello libro de 1975, que acaba de reeditar Seix Barral) y Dichos de Luder, además de algunos cuentos en que Ribeyro deja a un lado la ficción.
Es el caso de "Sólo para fumadores", su imperdible "autorretrato fumando": después de repasar sus primeros Derby, sus Chesterfield de estudiante universitario ("cuyo aroma dulzón guardo hasta ahora en mi memoria"), los "negros y nacionales" Incas, la perfecta cajetilla de los Lucky Strike ("Por ese círculo rojo entro forzosamente cuando evoco esas altas noches de estudio en las que amanecía con amigos la víspera de un examen") y los Gauloises y Gitanes que decoraron sus aventuras parisinas, Ribeyro rememora el momento más triste de su vida como fumador, que se da cuando comprende que para fumar debe desprenderse de sus libros: cambia, entonces, a Balzac por varios paquetes de Lucky, y a los poetas surrealistas por una cajetilla de Players, y a Flaubert por unas cuantas decenas de Gauloises. El relato abunda en pasajes que un no fumador juzgará inverosímiles, pero que los fumadores sabemos totalmente fidedignos: aquella noche, por ejemplo, en que Ribeyro se arroja desde una altura de ocho metros para recuperar una cajetilla de Camel o, años más tarde, cuando soluciona la estricta prescripción de no fumar escondiendo en la arena unas cajetillas de Dunhill.
"Mi vida no es original ni mucho menos ejemplar y no pasa de ser una de las tantas vidas de un escritor de clase media nacido en un país latinoamericano del siglo XX", dice Ribeyro en su inconclusa Autobiografía. La extravagancia de su obra proviene, justamente, de esta renuencia al heroísmo. Incluso en sus páginas más confesionales persiste un matiz impersonal, una especie de negación de la experiencia. Ribeyro escribe para vivir, no para demostrar que ha vivido. Termino con este revelador fragmento de Prosas apátridas: "La mayoría de las vidas humanas son simples conjeturas. Son muy pocos los que logran llevarlas a la demostración. Yo he identificado a quienes se encargarán de completar en mi vida las pruebas que faltaban para que todo no pase de un borrón. Han tenido casi las mismas desventuras, incurrido casi en los mismos errores. Pero serán ellos quienes escribirán los libros que yo no pude escribir".

12 lugares para ver antes de morir

Nota aparecida en la revista de viajes de El Mercurio
No es que estemos viejos ni nostálgicos. Sólo intentamos responder la pregunta que seguramente todo viajero se ha hecho alguna vez: ¿qué lugar del mundo hay que ver antes de morir? En este reportaje presentamos nuestra lista con los 12 sitios que consideramos imperdibles. Si piensa que falta alguno, lo entendemos: esto, más que una selección, es una invitación a soñar y a discutir.
Texto: Sebastián Montalva y Fernanda Álvarez.
PARÍS, FRANCIA
¿Por qué? Porque aunque sea un cliché decirlo, es la ciudad más romántica del mundo.
El ritual: Una buena idea es comenzar el recorrido en lo alto: en el barrio de Montmartre, justo en la colina donde se encuentra la iglesia del Sacre Coeur. Desde allí se ven la Torre Eiffel, el Arco de Triunfo y los Champs Elysées. Luego, hacer un paseo que comience con una visita al Musée d'Orsay, a orillas del Sena, famoso por sus cuadros de pintores impresionistas, o al Quai Branly, el más nuevo de todos; después, cruzar el río hasta el museo del Louvre y Las Tullerías; dirigirse hacia los Champs Elysées, donde se topará la Place de la Concorde y, al final, el imponente Arco de Triunfo. Y no olvidarse de que París es una de las capitales gastronómicas mundiales: verifíquelo visitando Paris Notes (www.parisnotes.com), revista que cada año elabora una lista con los mejores restaurantes de la ciudad según categorías: para románticos, el mejor es el Restaurante Du Palaice Royal (110 Gallerie Valois, 1st.), con consumo promedio de 50 euros. Finalmente, suba a la Torre Eiffel, ojalá de noche. Y ojalá bien acompañado.
¿Cuándo ir?: En octubre, cuando no hace tanto frío y las hojas de los árboles comienzan a caer.
¿Cuánto?: 3.000 dólares aproximadamente, incluyendo pasajes, estadía y comidas, por una semana.
Más información: www.parisinfo.com.
MACHU PICCHU, PERÚ
¿Por qué? Porque son las ruinas americanas más impresionantes.
El ritual: A Machu Picchu se puede llegar en tren o helicóptero desde Cusco, pero la mejor forma de hacerlo es a pie por el mítico Camino del Inca, tal como lo hicieron sus habitantes ancestrales. El trayecto es muy fuerte, pero el esfuerzo que significa caminar durante cuatro días (o dos, según la modalidad del tur contratado) entremedio de montañas, nubes, valles, selvas y restos arqueológicos dispersos tiene una recompensa invaluable.
Podemos dar fe: cuando uno al fin llega a la ciudadela, recorre sus ruinas, sube el empinado cerro Huayna Picchu y luego, descansando esa noche en el pueblo aledaño de Aguas Calientes, vislumbra la hazaña que acaba de realizar, siente algo especial. Puede sonar muy engrupido, es cierto, pero alcanzar Machu Picchu en esas condiciones te hace sentir más latinoamericano. O algo así. ¿Está de acuerdo?
¿Cuándo ir? Lo ideal es durante la estación seca, entre junio y agosto.
¿Cuánto? Tur de 4 días, 382 dólares, más la entrada a las ruinas (25 dólares). Estudiantes con carnet pagan la mitad.
Más información: www.enjoyperu.com.
ANTÁRTICA
¿Por qué? Porque hay que verla antes de que se derrita.
El ritual: Prácticamente todos los barcos que van a la Antártica realizan una travesía comandada por científicos que dan charlas a bordo sobre la flora, fauna e historia del último confín de la Tierra.
Así, los rituales de todo viaje a la Antártica están relacionados con las opciones del itinerario. A saber: bajarse en el Cabo de Hornos y atravesar el temible Paso Drake; navegar por el mítico Canal Lemaire; comprar una muñeca matroshka en la base ucraniana Vernadskiy; o darse un chapuzón en la tibia terma marina que se forma en Isla Decepción y luego experimentar las frías aguas antárticas. Y claro, sobrevivir para contarlo.
¿Cuándo ir? Desde mediados de diciembre a fines de febrero. El clima es mejor y el hielo está más derretido, lo que no obstaculiza algunas rutas.
¿Cuánto cuesta? Hay paquetes de 15 días y 14 noches desde 5.000 dólares por persona, todo incluido.
Más información: www.leadtravel.cl; www.antarctic.cl.
ROMA, ITALIA
¿Por qué?: Porque sus calles son una clase de historia sobre la civilización occidental.
El ritual: Por cierto, Roma tiene mucho más de uno. Comience paseando por la Piazza del Popolo, prosiga por la elegante Vía del Corso y llegue a la Piazza di Spagna, famosa por sus escaleras. Desde allí, no muy lejos, camine hacia la emblemática Fontana de Trevi y, por supuesto, lance su moneda. Después admire la Piazza Navona, con sus cafés y artistas, el Panteón Romano y la Piazza Venecia, allí donde Vittorio Emanuelle entró triunfante a la ciudad.
Después, prosiga por la Roma antigua, empapándose de historia en sitios como el Foro Romano y el Coliseo, y termine en el Vaticano para ver la Capilla Sixtina pintada por Miguel Ángel. Y recuerde que está en Roma, paraíso de pastas, pizzas. Compruébelo en la trattoria Ai Marmi (Viale Trastevere 53), una de las mejores pizzerías de la ciudad.
¿Cuándo?: Cuando comienza la primavera, a partir de marzo, pues la ciudad adquiere tonos amarillos que sólo se ven aquí.
¿Cuánto?: 3.000 dólares aproximadamente, por una semana.
Más información: www.abcroma.com.
PETRA, JORDANIA
¿Por qué? porque es la ciudad de piedra más impactante del planeta.
El ritual: la leyenda dice que Petra, Jordania, estuvo virtualmente desaparecida durante 1.300 años, luego de que los bizantinos la abandonaran en el siglo 6 a.C. Eso hasta 1812, cuando el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt dio con ella casi por casualidad. Desde entonces, esta magnífica ciudad de piedra comenzó a recibir miles de visitantes y se inscribió como imperdible de cualquier circuito del Medio Oriente que se precie de tal.
La mayoría de los monumentos de Petra fueron construidos por los antiguos pueblos nabateos, quienes se establecieron aquí en el año 539 a.C. Está ubicada a 262 kilómetros de Ammán, capital de Jordania, y cuenta con varios hoteles en el pueblo cercano, hasta donde llegan quienes hacen el rito máximo de este lugar: caminar los 1,2 kilómetros del Siq, la estrecha vía de acceso a Petra, rodeada de altísimas paredes, y asombrarse con el Templo del Tesoro, para luego subir los casi mil escalones que conducen al Monasterio.
¿Cuándo ir? Es preferible evitar julio y agosto, los meses más secos y calurosos.
¿Cuánto? Hay programas de 5 días para Jordania desde 2.100 dólares (www.cocha.com).
Más información: www.isidore-of-seville.com/petra/
LA GRAN BARRERA DE CORAL, AUSTRALIA
¿Por qué? Porque es el Disneylandia del buceo.
El ritual: Obviamente, bucear, esnorquelear y sorprenderse con la transparencia del litoral australiano. La Gran Barrera de Coral es el arrecife coralino más grande del mundo, con 2.300 kilómetros de extensión. Su puerta de entrada principal es Cairns, una preciosa ciudad al norte del país que se caracteriza por sus lindas playas aledañas (como Palm Cove y Port Douglas), su selva tropical y lindos pueblos costeros.
Su espectáculo submarino asegura escenarios multicolores, con aguas cuya temperatura no baja de los 22 grados y una visibilidad de hasta 30 metros. Si no sabe bucear, sepa que empresas como Pro Dive Cairns ofrecen un curso para aprender en cuatro días (desde 466 dólares, www.prodive-cairns.com.au).
¿Cuándo ir? Durante el invierno o estación seca, entre mayo y octubre, pues hay sol, brisas y poca humedad.
¿Cuánto? 3.000 dólares aproximadamente, por una semana.
Más información: www.cairns.aust.com; www.great-barrier-reef.com.
AMAZONAS
¿Por qué?: Porque es la última frontera salvaje del planeta.
El ritual: El Amazonas es el río más grande del mundo, con una superficie de siete millones de metros cuadrados. Atraviesa tres países (Perú, Colombia y Brasil), pero sus afluentes también alcanzan Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Entre las múltiples formas que existen para aproximarse, la más especial consiste en navegar por sus turbias y legendarias aguas. La ciudad de Iquitos, en Perú, y Manaos, en Brasil, son las dos puertas de entrada más famosas. Nosotros proponemos partir en Iquitos, donde se pueden contratar lanchas rápidas hasta el poblado de Tabatinga, en la frontera con Brasil y Colombia, y allí subirse a un recreo, la clásica embarcación de madera que navega por el Amazonas, o a barcos sencillos como el Voyager III, que se contacta directamente allí y que por unos 60 dólares diarios llega hasta Manaos en 4 o 5 días. Aunque también está la posibilidad de viajar en cruceros de lujo, como el Iberostar, que sale desde Manaos (7 noches por 2.900 dólares, todo incluido); y el MV Arca o Amazonas desde Iquitos a Tabatinga.
¿Cuándo ir?: De julio a diciembre, cuando llueve menos.
¿Cuánto?: Volando a Iquitos y tomando un recreo o similar, 1.200 dólares aproximadamente, por una semana.
Más información: Sobre el crucero Iberostar, al tel. 655 1805; sobre el MV Arca o Amazonas, al tel. 940 2914, www.expan.cl.
PARQUE KRUGER, SUDÁFRICA.
¿Por qué? Porque es el lugar paradigmático para ver a los cinco grandes.
El ritual: En el gigantesco Parque Kruger sudafricano habitan libres, salvajes y a la vez muy protegidos los llamados cinco grandes: león, elefante, rinoceronte, búfalo y leopardo, además de cientos de otras especies. Y se puede cumplir el sueño de estar frente a frente con ellos, en safaris que suelen realizarse en doble jornada: uno en la mañana y otro hacia el atardecer, cuando la temperatura es más baja.
El parque cuenta con una serie de lodges de lujo que tienen concesiones privadas, acceso exclusivo a senderos y un servicio cinco estrellas para sus pasajeros (como referencia, cuestan entre 250 y 850 dolares diarios por persona, con safaris y comidas).
Igual hay opciones más económicas de alojamiento como los llamados restcamps, pequeñas casas con baño, kitchenette y comedores compartidos (40 dólares por persona, sólo alojamiento).
¿Cuándo ir? De abril a septiembre, pues llueve menos, hace menos calor y hay menos vegetación, lo que hace más visibles a los animales.
¿Cuánto? Hay programas de agencias en Chile que incluyen safaris en el Parque Kruger, lodge de lujo, noches en Cape Town y Johannesburgo y tickets aéreos por 2.300 dólares por persona.
Más información: www.sanparks.org.
TORRES DEL PAINE, CHILE
¿Por qué? Porque sus paisajes naturales están entre los más lindos del planeta.
El ritual: Torres del Paine es sin duda el Parque Nacional número uno de Chile, y uno de los top del planeta. Ideal para aventureros y amantes del trekking, la mejor forma para rendirse ante su exuberante naturaleza formada por lagos, ríos, cascadas, glaciares y cumbres multicolores, es caminar por el circuito conocido como la W, ruta que en 5 días (con calma) transita por los principales puntos del parque.
Además de la W, el rito imperdible es ver el amanecer desde la base. Para eso, se debe alojar en el refugio Torres o Campamento Chileno, caminar todo el día siguiente y esa noche quedarse en el campamento base de Las Torres; levantarse a las cuatro de la madrugada y ver cómo el sol tiñe de rojo sus curiosas formas rocosas.
¿Cuándo ir?: En primavera, especialmente noviembre y diciembre. El parque está más verde, y hay más probabilidades de que esté despejado para ver las Torres.
¿Cuánto?: 300.000 pesos, considerando pasaje aéreo, alojamiento en camping por una semana (el Camping Pehoé, el mejor de las Torres, cobra 18.000 pesos diarios por sitio para 6 personas, www.campingpehoe.com) y recorrido autoguiado.
Más información: www.torresdelpaine.com.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS
¿Por qué?: Porque es el centro del universo.
El ritual: Imposible escoger sólo uno. Podría partir por Times Square, la puerta de entrada a la cultura neoyorquina, una oda al neón y la mejor muestra del ritmo de la ciudad. O perderse por las calles de Manhattan y admirar sus íconos, como la torre Rockefeller o el Empire State, el rascacielos más alto de Nueva York. O taquillar en los barrios de moda como el SoHo, Meat Packing y Harlem. O deleitarse con su ecléctica gastronomía en sitios como el Gramercy Taverne, elegido el restaurante más popular de la ciudad por la prestigiosa guía Zagat (www.zagat.com). O explorar el gigantesco Central Park, cuyos atractivos son innumerables, desde el famoso zoológico hasta la gigantesca pista de patinaje que se instala todos los inviernos.
O bien, admirar los museos clásicos de NY (como el MoMA, el Metropolitan Museum of Art y el Guggenheim), tan completos y variados como la ciudad misma.
¿Cuándo ir? Idealmente en invierno, de diciembre a febrero. Pese al frío, la ciudad nevada es un espectáculo.
¿Cuánto?: 2.600 dólares aproximadamente, incluye pasajes, estadía y comidas básicas por una semana.
Más información: www.nycvisit.com; www.centralparknyc.org.
BALI, INDONESIA
¿Por qué? Porque si aquí hay 365 dioses, el paraíso debe estar cerca.
El ritual: Cada año, esta isla de Indonesia es elegida por revistas especializadas en viajes como una de las mejores del mundo, por sus escenarios naturales, sus playas paradisíacas y una vida mística que se encuentra en cada uno de sus diez mil templos.
Por eso, rituales en Bali hay muchos, y pueden verse diariamente en sus calles, pero para los visitantes mencionamos dos: fotografiar los templos Besakih y Tana Lot para obtener la postal de recuerdo; y disfrutar de playas de arenas blancas como Kuta, la mejor de todas.
¿Cuándo?: entre abril y agosto, época en que no hay lluvias y hace calor.
¿Cuánto?: 3.100 dólares aproximadamente, por 10 días.
Más información: www.baliguide.com.
LA GRAN MURALLA CHINA
¿Por qué? Porque es el ícono de un país que estamos comenzando a descubrir.
El ritual: La Gran Muralla fue construida a partir del siglo 3 a.C para proteger al imperio chino de los ataques de sus enemigos. La mejor puerta de entrada en sus más de cinco mil kilómetros de longitud es Badaling, pueblo ubicado a 65 kilómetros de Beijing y bien acondicionado para el turismo (ojo eso sí, que los fines de semana suele haber hordas de turistas).
Allí comienza el recorrido por la parte que está mejor conservada, y donde uno puede sentir la historia de este lugar, construido y reconstruido durante siglos por diferentes dinastías chinas.
¿Imperdible en esta ruta? La Tumba de los Guerreros Ming, donde están enterrados 13 de los 16 monarcas de esa dinastía.
¿Cuándo? Entre mayo y agosto es primavera en China y las temperaturas no pasan los 25 grados.
¿Cuánto? 10 días con un programa de agencias en Chile, 4.500 dólares promedio por persona.
Más información: www.travelchinaguide.com. n
LA LISTA CONTINUA
Conscientes de que dejamos muchos lugares fuera de esta lista, mencionamos a continuación 12 sitios que Revista Domingo en Viaje también recomienda ver antes de morir. La lista, por cierto, no tiene orden de prioridad. Esperamos sus comentarios.
1) Las Rocky Mountains, Canadá, porque tienen un paisaje natural increíble y una infraestructura de primer nivel.
2) La Habana, Cuba, porque hay que verla antes de que muera Fidel. O después.
3) San Petersburgo, Rusia, porque los zares la convirtieron en un sueño que todavía se puede ver.
4) El Río Nilo y sus alrededores, porque allí está buena parte de los orígenes de la civilización.
5) Bután, porque este pequeño reino budista tiene uno de los mayores índices de felicidad del planeta.
6) El Cañón del Colorado, Estados Unidos, porque en él es posible darse cuenta de la pequeñez del hombre.
7) Sicilia, Italia, porque allí se puede ver la Italia antigua, por su excelente comida y porque huele a mafia.
8) El Carnaval de Río, Brasil, porque es la fiesta más famosa del mundo.
9) Agra, India, porque allí está el Taj Mahal y porque tiene una cultura fascinante.
10) Bora Bora, Tahiti, porque tiene las playas con las que todos soñamos.
11) Queenstown, Nueva Zelandia, porque es la capital mundial del deporte aventura.
12) El templo Angkor Wat de Camboya, porque es la quintaesencia de los templos del sudeste asiático.
¿Qué dice el público?
"De los lugares que conoce, ¿cuál recomendaría ver antes de morir?". Le hicimos esta pregunta a diez reconocidos viajeros. Algunos se complicaron un montón para responder. Otros lo tenían clarito. Mire:
Mario Kreutzberger, animador.
"Jerusalén. Entrar, por ejemplo, al Muro de los Lamentos es súper impresionante, pues se siente el peso de la historia y una emoción muy grande. Lo mismo en el huerto de Getsemaní, en las estaciones de Jesucristo, en cada una de las sinagogas, iglesias y mezquitas. Este lugar siempre ha estado en conflicto, pero cuando estás ahí todo se olvida. Sólo sentí que había fe".
Roberto Bravo, pianista.
"Son muchos. Isla de Pascua, por su entorno y energía misteriosa. Para mí es una de las maravillas del mundo; Machu Picchu, por ser el corazón y columna vertebral de América Andina; Barcelona y Londres, por su enorme carga histórica cultural; Antigua, Guatemala, pues conocerla fue una experiencia encantadora; y la Antártica, donde todas las naciones comparten un trabajo, lo que me conmovió profundamente".
Carolina Parsons, modelo
"Capri, porque cuando llegas en barco desde Nápoles es impresionante ver esas montañas verdes y blancas; los aromas de flores y frutas, las enormes higueras en las diminutas calles. Además, es el lugar donde mejor he comido en mi vida".
Omar López Vergara, director editorial National Geographic en español.
"Hace algún tiempo hubiera dicho Berlín, Praga o Washington. Hoy, creo que recomendaría visitar Medellín, Colombia. Parecerá extraño, pero es una ciudad tremendamente agradable, hoy por hoy muy segura, y con un ambiente muy particular. Sus habitantes son extraordinariamente amables, y por alguna razón que no acabo de comprender, yo me siento muy bien ahí".
Rodrigo Jordán, ingenierio civil y andinista.
"Después de mucho pensar menciono dos: Himalaya y Antártica. Ambos son un espectáculo sobrecogedor donde es posible no sólo ver, sino sentir en plenitud todo el despliegue, la magnificencia y capacidad creadora de la naturaleza. Cada vez que he estado en ellos, compartiendo con otros viajeros, expedicionarios, científicos o exploradores me han dicho lo mismo: Mi vida no será igual después de este viaje".
Verónica Blackburn, empresaria y chef.
"Venecia. Es la ciudad más misteriosa que conozco, por todas esas calles angostas y curvas por las cuales uno se mueve sin saber con qué sorpresa se va a encontrar. Me fascina la escalera externa del Palazzo Contarini, el Campo Santo Stefano, el mercado Rialto; esas tiendas a su alrededor con fabulosos ingredientes, esos restaurantes pequeños donde se come divino".
Ellen MacArthur, navegante inglesa, la más veloz en dar la vuelta al mundo.
"La Antártica y sus islas del océano austral. Yo creo que su naturaleza y vasta extensión es un real recordatorio de que todavía hay lugares que están completamente inhabitados. Ese lugar es un remezón para todos nosotros, pues nos muestra cuán increíble e impresionante puede llegar a ser la naturaleza".
Abdullah Omnídvar, viajero y productor de cine.
"Yo recomiendo derechamente el Tíbet. Además de ser un lugar muy hermoso, es muy poco visto. La última vez que fui estuve dos días enteros visitando el Palacio Potala y sólo conseguí ver seis de sus 999 habitaciones. Dentro de cada de pieza hay una cantidad de joyas sólo comparable al Vaticano".
Norberto Seebach, fotógrafo chileno.
"Para un chileno recomiendo conocer el mar (hay muchos que no lo conocen). Para un chileno que disponga de los medios: la Cordillera Paine, en Magallanes. Para quien disponga de los medios para salir del país, más de algún pueblito acogedor de Europa y naturalmente alguna de sus hermosas ciudades: Praga, París, Berlín, Copenhague... Decir un solo lugar es imposible".
Anthony Burdain, conductor programa "Sin Reservas" de Travel & Living.
"Vietnam, absolutamente. Es un bello país con una cocina fantástica. Una nación llena de comensales apasionados y orgullosos cocineros. Además, su gente es linda y cálida".Sebastián Montalva, Fernanda Álvarez..

Locura cordura

“Ya casi no veo a mi único amigo y estoy solo. Perdido. Me deprime que constantemente me estén mostrando un modelo de éxito en el que no encajo. Hasta un comercial de yogurt te dice cómo debes ser: lindo, exitoso, saludable, rico, feliz y ojalá rubio y de ojos verdes.Me presiona y me frustra estar tratando de ser parte de esa fiesta de alegría que pintan, y a la que no puedo entrar”. Confiesa con una sinceridad que aturde, aún así, no piensa tirar la toalla. Quiere dejar de marearse con el devenir del mundo, aprender a pararse en un planeta que, tristemente, gira cada vez más vertiginoso y chiflado. Un mundo que pasa todos los días de la cotidianeidad a la locura. Sin escalas ni peajes.

Walker Percy

La criatura dividida (fragmento)

" Una de las diferencias más características entre lo seres humanos y los demás animales es que un ser humano no sólo tiene un medio ambiente, como tienen todas las criaturas. Tiene un mundo. Su mundo es la totalidad de aquello que nombra, y eso es diferente de un medio ambiente. Un medio ambiente tiene lagunas, mientras que en un mundo no hay lagunas. El néctar forma parte del medio ambiente de una abeja. Las berzas, los reyes y los Buicks no. No hay lagunas en el mundo de esta nueva criatura, porque a las lagunas las llama eso, lagunas, o lo desconocido, o más allá, o no se sabe. "

Vivir consciente

Columna en revista El Sábado el 28 de agosto de 2004.Patricia MayHay dos pilares fundamentales para las personas que se internan en un camino de conciencia y evolución personal. Uno es vivir despiertos y, el otro, hacerse responsable de la conducción de su vida.
Vivir despiertos es ser consciente del movimiento mental-emocional, los lentes psíquicos a través de los cuales miramos el mundo. Par ello es preciso desarrollar la capacidad de observar nuestros pensamientos y emociones. Nos daríamos cuenta que somos sumamente repetitivos, que una y otra vez le damos vuelta a las mismas ideas y que ellas nos conducen a estados muchas veces no deseados.
Al ser conscientes de esto ya no podemos culpar a los demás de nuestras vivencias. Es común que las personas expliquemos nuestras reacciones, estados o circunstancias como el resultado de lo que otros han hecho. "Perdí el control porque ella me enfureció". "Estoy así porque mis padres no me quisieron".
No cabe duda, las circunstancias nos afectan, pero precisamente, constituyen una oportunidad para que nos trabajemos y las trascendamos. Una actitud básica en una persona consciente es responsabilizarse de sus estados; soy yo la que me enojo, la que temo, la que tengo rencor, soy yo la que puedo trabajarme, muchas veces con ayuda de otros, para liberarme de lo que me aprisiona.
¿Hasta cuando queremos seguir llevando la carga que llevamos? ¿Hasta cuándo culpar a las circunstancias, a los otros, a la vida para no hacernos cargo de nosotros mismos? Los otros han sido vehículos para que despiertan nuestras potencias de ira, miedos que yacían inactivos, pero vivos hasta que el otro nos las activa y nos hace el favor de que salgan, se expresen y podamos concientizar todas aquellas fuerzas que yacian ocultas en el inconsciente.
En este sentido las personas que nos hieren o nos irritan, o colman nuestra paciencia son maestros que nos permiten vernos. La irritación, la herida, la impaciencia son nuestras, aceptando esto puedo empezar a conocerme y trabajarme.
¿Por qué me duelo tanto con la crítica? ¿Qué me pasa que me importa tanto lo que los demás digan de mí? ¿Qué punto de mi vulnerabilidad tocan los otros con ciertas actitudes? Este es el tipo de preguntas que necesitamos hacernos en pos de un autoconocimiento que nos lleve a trascender nuestro estado actual. Los demás, las circunstancias son oportunidades, disfrazadas de hechos que tocan los puntos justos que necesitamos elaborar.
La vida es lo que yo hago de ella, las circunstancias no existen como algo neutro que es por sí, sino que yo las tiño de mi interpretación, de mi actitud para vivirlas. Un mismo hecho puede convertirse en algo que me hunda o en una oportunidad de probar mi fuerza y certidumbre interior.
Una enfermedad, una infancia difícil, una convivencia complicada, un trabajo aburrido pueden ser oportunidades para extremar nuestra comprensión, fuerza, manejo emocional, capacidad creativa. No hay nadie ajeno a nosotros mismos a quien culpar ni responsabilizar de nuestra calidad de vida.
La vida es bella y alentadora para quien sabe mirarla con ojos profundos, comprendiendo que en lo fácil y difícil, en la alegría y el dolor estamos ante la oportunidad de crecer en espíritu.

Palabras

REVISTA EXTRA - AÑO XII - N° 133 - JULIO 1976
Se llama Borges: se le perdona todo... hasta su racismo
Entrevista a Jorge Luis Borges en Tiempo Nuevo
Muchas de las cosas que surgen de los labios de Jorge Luis Borges horrorizarían si no fueran de Jorge Luis Borges. Su particular racismo contra los negros -olvidando quizás que alguna cultura egipcia empezó en la negrura o que aquí tuvimos al sargento Falucho y tantos negros que pelearon por nuestra libertad o por la libertad del mundo en los ejércitos norteamericanos de la segunda guerra mundial-, su fobia contra los indios, su odio contra los políticos -tal vez porque confunde políticos con demagogos- y su negación de la democracia y de la religión sólo pueden ser consumidos por una sociedad como la nuestra cuando su "dueño" es el "dueño" del talento. Y Borges, con quien no podemos compartir ni el 60% de sus "ocurrencias" o sinceridades, es realmente un "fuera de serie". Sabe que por hablar mal de los negros corre el riesgo de no recibir jamás el premio Nobel, porque los negros cantan y votan en el mundo. Pero no le importa, la sinceridad ante todo. Y contra todo. Su sinceridad. No la verdad. Las otras noches en Tiempo Nuevo batió records de audiencia, de admiraciones, de adhesiones y de rechazos. Por si usted no lo vió ni lo escuchó, reproducimos respuestas fundamentales.Bernardo Neustadt: ¿Cómo quiere que lo llame: Borges, maestro, Jorge Luis?Jorge Luis Borges: Borges, a secas, porque ése es mi nombre. Maestro no soy de nadie.Neustadt: Usted ha dicho que el mundo sin negros no pierde nada. ¿Por qué piensa esto?Borges: Vamos a imaginarnos el mundo sin vascos -yo tengo bastante sangre vasco-, vamos a imaginarnos el mundo sin negros -que yo sepa, no tengo sangre negra-. Sería exactamente igual. Hay países que han dado mucho, entre los países modernos, desde luego. Es evidente que Italia, Inglaterra y Francia, mientras que es evidente que hay otros países que han dado menos, o casi nada. Eso es lo que yo he dicho, nada más.Neustadt: ¿Qué pasa si por ahí se le descubre que tiene sangre negra?Borges: Y, nada. Posiblemente la tenga. Pienso que no hay un individuo en el mundo de sangre pura. Puede haber algún esquimal, algún africano. Pero en general, las sangres están muy mezcladas.Neustadt: Me decía hoy que usted encuentra al hombre americano solo. ¿Borges también es solo?Borges: Sí, muchas veces me siento solo. Pero tengo amigos, pocos pero buenos; tengo gente que me quiere. Y tengo además un refugio que no todos tienen y es el hecho de que esencialmente soy un escritor. Mal escritor, buen escritor, eso no importa. Lo importante es poder refugiarme en la literatura, eso es lo que más me ayuda a escapar de la soledad.Neustadt: Pero usted sabe que es un gran escritor.Borges: No. Yo no creo ser un gran escritor. Sin salir de este país hay escritores muy superiores a mí. Yo me considero siempre un chapucero. Mal escritor, pero buen lector. He pasado la mayor parte de mi vida leyendo en diversos idiomas.Neustadt: Le quiero hacer un pequeño test, muy breve. ¿Qué es para usted la democracia?Borges: Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. ¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden, y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, sobornando, en suma. Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. Esto no lo digo contra ningún político en particular. Digo en general, que una persona que trate de hacerse popular a todos parece singularmente no tener vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto. Como político.Neustadt: Creo que hay casi una crueldad de su parte. El mundo está dirigido por políticos. Usted también es un político, es popular...Borges: No. Yo no soy un hombre político. Si mañana me llamasen para ocupar un puesto político, porque me eligiesen o impusiesen, yo sé lo que haría: renunciaría inmediatamente. No entiendo de política, de igual modo que no entiendo de medicina, no entiendo de música, no entiendo de ingeniería, ni entiendo de cultura.Neustadt: ¿Del amor entiende, Borges?Borges: Sí. Desgraciadamente, sí.Neustadt: ¿Cómo desgraciadamente?Borges: Porque desgraciadamente pienso que trae más pesares que placeres. Ahora claro que la felicidad que da el amor es tan grande que más vale ser desdichado muchas veces para ser feliz algunas. ¡Es también una cuestión de estadística!Neustadt: Vale la pena entonces ser desdichados muchas veces para ser felices un minuto?Borges: Sí. Yo creo que sí. Yo creo que todos nosotros hemos sido muy felices con el amor alguna vez y también creo que todos hemos sido muy desdichados muchas veces. El amor le ofrece a uno esa incertidumbre, esa inseguridad del hecho de poder pasar de una felicidad absoluta a la desdicha; pero también de poder pasar de la desdicha a la brusca, a la inesperada felicidad. Pienso que es una experiencia y uno no debe rehusar experiencias.Neustadt: Usted ha dicho en unos de sus libros: "Mis convicciones en materia política son harto conocidas. Me he afiliado al Partido Conservador". Y más adelante agrega: "Creo que con el tiempo mereceremos que no haya más gobierno". ¿Sigue pensando lo mismo?Borges: Bueno, creo que por el momento necesitamos unos 200 años de dictadura, y después, desde luego, bastante más civilizados, prescindir del gobierno. Ser conservador es una forma de ser escéptico.Neustadt: Dígame, ¿la libertad cuenta algo para usted?Borges: No. Yo creo que se le ha dado demasiada importancia. Sobre todo, ya que la mayoría de la gente no sabe ejercerla. La ejercen de un modo bobo.Neustadt: ¿Qué piensa del estudiantado argentino?Borges: Pienso que no se diferencia en nada al del resto del mundo. Además creo que son mejores los métodos que se siguen aquí, que son los europeos, que en los Estados Unidos. Allí parece que todo se apoya en una de las facultades humanas que me parece deleznable, y es la memoria. Para un gran místico sueco, la principal facultad del cerebro era el olvido. La verdad es que recordamos demasiadas cosas.Neustadt: ¿No será que lo mejor que tiene la memoria es la capacidad de olvido?Borges: Sí, pero en ese caso podemos decir que el mayor defecto del olvido es que a veces incluye a la memoria.Neustadt: ¿Ve en los jóvenes la posibilidad de algún cambio, a tantos errores que ya se han cometido?Borges: Creo que los jóvenes como los adultos estamos totalmente a la deriva. Yo no sé qué puedo hacer para ayudar al país. Tengo la máxima voluntad y la mayor incapacidad.Neustadt: ¿Usted en qué cree más: en el perdón o en la penitencia?Borges: Por lo pronto, no creo en el perdón. Si yo obro mal, y me perdonan, el perdón es ajeno y no puede mejorarme a mí. De modo que ser perdonado no tiene importancia. Ser castigado, puede sí servirme. Puede ayudarme a pensar en lo mal que he obrado. Creo que hay un solo don que se aplicaría igualmente al perdón o a la venganza y es el olvido.Neustadt: ¿Cómo se ve como argentino, como escritor, como ser humano?Borges: Como argentino, tengo mi conciencia tranquila. Fui nombrado director de la Biblioteca Nacional por la Revolución Libertadora, porque sabían que no era peronista. Cuando volvió el gobierno de cuyo nombre prefiero no acordarme, renuncié. Como escritor, trato de escribir lo mejor posible, lo cual no es mucho. Como ser humano soy una especie de antología de contradicciones y errores. Pero tengo sentido ético. En fin, no espero ni castigos ni recompensas. El cielo y el infierno me quedan grandes.Neustadt: ¿Lo espera el purgatorio entonces?Borges: No, ninguna de las tres cosas. Espero desaparecer definitivamente. Y espero además no ser recordado. ¿De qué me sirve morir si van a seguir pensando en mí?Neustadt: ¡Pero usted es un nihilista entonces!Borges: Sí, desde luego, pero tranquila y burguesamente nihilista.Neustadt: ¿Nunca juzga al fútbol?Borges: Me parece una forma del tedio. Además al argentino no le gusta el fútbol. Le gusta ver ganar tal o cual cuadro. Fútbol así, no. Yo nunca he oído decir a la gente: "¡Caramba, yo soy de San Lorenzo de Almagro, pero qué bien ha ganado Boca! ¡Qué contento estoy!" Entonces el fútbol no les interesa.Neustadt: ¿Para usted qué es ser amigo?Borges: Es algo muy misterioso. Contar con una persona. Saber que esa persona puede contar con uno. Pero la amistad no significa la frecuentación.Neustadt: ¿Es una forma de amor?Borges: Yo no estoy tan seguro. Yo diría que el amor no puede prescindir de la amistad. Si el amor prescinde de la amistad es una forma de locura. Una especie de frenesí, un error en suma. Que en la amistad haya algún elemento del amor puede ser; pero son dos cosas diferentes. El amor exige pruebas sobrenaturales, uno querría que la persona que está enamorada o enamorado de uno le diera pruebas milagrosas de ese amor. En cambio la amistad no necesita de pruebas.Neustadt: Si uno amó mucho y dejó de amar, ¿se puede ser amigo?Borges: Sí, quizá eso mejore la amistad. Quizás después del amor quede siempre algo de amor, algo sentimental, algo especialmente grande.Neustadt: Le voy a leer una frase suya...Borges: ¡Y me arrepiento de ella de antemano!Neustadt: En el "Informe de Brodie" usted dice: "Soy decididamente monótono". ¿Sigue usted considerándose monótono?Borges: Yo veo que estoy más o menos siempre escribiendo el mismo cuento. Tengo siempre tres o cuatro argumentos de cuentos y los voy sometiendo a tratamientos distintos. Los digo con una inflexión distinta, los sitúo en distintas épocas, distintas circunstancias, y ya son nuevos.Neustadt: ¿Qué es un hombre inteligente?Borges: Realmente, no sé. Muchas veces cuando uno dice que tal o cual persona es inteligente se refiere más a que es ocurrente, que tiene algo que decir de un tema inmediatamente. Esa persona puede no ser inteligente. La inteligencia puede ser lenta.Neustadt: ¿Usted es inteligente?Borges: Si me dan algunos años para pensar, soy inteligente. Si me hacen preguntas como las suyas, inmediatas, soy más bien estúpido.Neustadt: Quisiéramos que nos hablase un poco de la honestidad.Borges: La honestidad es tan rara que uno tiene pocas ocasiones de estudiarla. Pero creo que toda persona tiene algo de ejercicios honestos. Por ejemplo yo sé que mi vida ha sido una trama de errores. He pasado gran parte de ella comprobando que los demás tenían razón; sin embargo, he tratado de ser honesto, de no mentir más de lo necesario. Parece que no puede vivirse sin mentiras. No ignoro cínicamente, pero creo haber obrado bien. De modo que me considero una persona proba. He sido indiferente, he sido cruel, sí, pero por estupidez, por negligencia.Neustadt: ¿Por qué los argentinos somos un fenómeno de a uno y un desastre en grupo? Lo tenemos a Borges, a Vilas...Borges: Vilas es un hombre desconocido para mí, pero supongo que tiene méritos. Pero sí, es raro. Probablemente porque somos un país de individualistas, respondiendo a nuestra herencia española. Mi padre era un anarquista, individualista. Yo me crié bajo la misma línea.Neustadt: ¿Qué es la patria?Borges: La patria es algo que se siente, no puede definirse. Yo la siento muy profundamente. Si la definimos, estamos diluyéndola en palabras.Neustadt: Borges, ¿cuántos idiomas habla?Borges: Yo creo que uno, el español. Ahora, yo puedo expresarme en inglés, en alemán. Luego la suerte me dio dos idiomas más: el latín que estudié cinco años en la Universidad y el francés, ya que me eduqué en Ginebra. Sé italiano y portugués como lo saben todos aquellos que hablan el español. Cuando perdí la vista, en 1955, pensé que eso tenía que ser el principio de algo; recordé que yo llevaba en la sangre un idioma que ya se dejó de hablar hace siglos, el Old English o inglés antiguo. Entonces estudié este idioma sajón. Ahora he pasado al estudio de islandés, afín al anglosajón, pero con una literatura más compleja.Neustadt: ¿Por qué le gusta tanto Islandia?Borges: Me gusta su literatura: es una de las más complejas y también de las más desconocidas. Además Islandia es un país admirable. Yo estuve dos veces y creo que me sentiría feliz viviendo allí.Neustadt: Pero quédese aquí...Borges: Sí, por el momento estoy aquí, pero soy islandés honorario o trato de serlo. En Islandia tuve una gran satisfacción: salió una noticia en los diarios donde se me nombraba como "el gran trovador escandinavo". Confieso que me llenó de orgullo.Neustadt: ¿Le gusta ser trovador, no?Borges: ¡Sí, pero además trovador escandinavo!Neustadt: Esta pregunta puede parecer cruel, pero no lo es, y es cristiana. El día que usted pueda volver a ver bien, ¿qué es lo que le gustaría volver a ver?Borges: Vacilo entre dos contestaciones: algunas caras, algunos libros. Quiero leer poesía, en alemán.Neustadt: Las caras ¿le gustaría que fueran de mujer o de hombre?, ¿jóvenes o maduras?Borges: ¡Por raro que parezca yo diría de mujeres, de mujeres jóvenes! (Y agregó en voz baja: si llego a decir que quisiera ver a un hombre ¿sabe lo que dirían de mí...?)

Domingo 21 de enero de 2007
HABLA EN EXCLUSIVA SOBRE "APUNTES AUTISTAS", SU NUEVO LIBRO Fuguet sin alarmas
Patricio Jara
No es una novela ni un conjunto de relatos; tampoco son ensayos. O quizás todo lo anterior, pero remezclado con la lucidez de la pausa y el sosiego luego de una fuerte exposición pública. Alberto Fuguet prefiere definirlo como libro a secas, con todo lo que el papel aguanta, incluyendo la historia de Carlos, su tío perdido.

PATRICIO JARA
Fuguet lo sabe. Ya no quedan estacionamientos gratis. Ni en las calles ni dentro de la fotografía que ilustra la portada de Apuntes autistas, su nuevo libro. Una imagen tomada por él mismo y que funciona como obertura de ésta, tal vez su obra más personal, escrita en un periodo de mucho movimiento, de mucho viaje y exposición por sus proyectos cinematográficos. Es una foto de vehículos cerrados, quietos. La tomó en el aeropuerto LAX de Los Ángeles, California. Autos estacionados en el sitio donde los aviones levantan el vuelo y se pierden. Fuguet advirtió el detalle tal como ha advertido otros; por ejemplo, decidir que algunas cosas en su carrera como escritor estaban de más. Por eso los estacionamientos no son gratis. Aunque él ya encontró el suyo.
- En vez de andar rajado por la Kennedy - dice; luego se queda un momento en silencio, probablemente recordando- . Me gustó la idea de ese auto solo, arriba, en penumbra. Lo personalicé. Porque también lo veía libre, respirando. Los otros estaban guardados.
Apuntes autistas (Epicentro), será presentado el próximo sábado 27 en la feria del libro de Viña del Mar y, aunque para muchos el contexto lo amerite, no habrá show. Ya no más. Simplemente sabe que puede no hacerlo y pasar, que no es tan necesario. Razones tiene. Aquí van dos:
La primera fue en 1996, para la presentación de Tinta roja, aquella novela que, pensaba, lo llevaría a sacudirse de motes y etiquetas tan incómodas como injustas por sus libros anteriores. Pero bastó una frase de cuatro palabras aparecida en el diario La Época para que todo patinara. "Mala onda con pebre", decía.
- Pensaba que iban a decir "ahora Fuguet es de los nuestros", porque era un libro distinto, pero no resultó. Entonces me liberé y dije: "escriba lo que escriba, ya estoy frito; mejor hago lo que quiero".
La segunda es de mayo de 2002; la portada de la revista Newsweek y él en el centro, solo, anunciado como Latin literature's new look. Esperaba un artículo mediano, en el que apareciera más gente, pero fue al revés. Lo apuntaban como el líder de la pandilla. Alberto recuerda que salió de su oficina y bajó al último nivel del estacionamiento subterráneo a buscar su auto.
- Quería salir, arrancar. Empecé a subir rápido y en una curva giré mucho. Hice tira el espejo y rayé entero todo un lado.

AL COSTADO DEL MUNDO
Hoy es su primera entrevista a propósito de éste, su noveno libro. Y lo aclara de entrada: es un libro; no son cuentos ni crónicas. O tal vez sí, pero revueltos. Apuntes autistas está dividido en cuatro segmentos que reflejan su vocación: viajar, mirar, leer y narrar. Es todo lo que soporta un libro, todo lo que aguanta el papel. Cerca de 50 textos y casi 400 páginas.
- Cada vez me interesa más hacer libros en los que no tengo tan claro de qué se tratan. Ya sé dónde llegué; conozco las aguas en que me muevo. En muchas cosas ya perdí. Nunca voy a tener la plata de Isabel Allende, la fama de García Márquez ni el respeto de no sé quién. Me di cuenta de que no necesito cuatro casas ni tres autos. Puedo ganarme la vida en otras cosas. Tengo cierta cantidad de lectores, hay países donde mis libros han funcionado; así puedo llegar a acuerdos de mutuo respeto y publicar cosas que no son comerciales y tomar riesgos.
Apuntes autistas es ese riesgo. Uno más. Pero Fuguet juega hacia delante y recuerda una frase de su amigo Rodrigo Fresán: "los ricos lloran pero no leen y eso nunca lo vamos a lograr. Los lanzamientos están creados para seducirlos, y el objetivo final es aparecer en la vida social".
Ya le pasó con Cortos, su libro de relatos de portada blanca.
- Debutó en el ranking en el puesto nueve y eso fue todo. Pero es un libro que quiero harto, tuvo buena crítica.
Y le pasó antes con Dos hermanos, la bitácora de la cinta del mismo nombre que escribió y produjo.
- ¡Tuvo más público que la película!
- Muchos han pedido que te definas entre escritor o cineasta. En este libro das varias luces.
- Sí, y quizás la explicación está en la globalidad de estos apuntes. Y no fue premeditado. Surgió como un hallazgo; me di cuenta de que soy un narrador, por eso me encantaría que todos mis libros fueran libros a secas. Éste lo siento muy cercano a Primera parte, el compilado periodístico, pero fue un acto de memoria, como recordando esos raros peinados nuevos. Era salvar los textos de la hoguera. Ahora escribí sin saber qué saldría. No hubo selección, hubo una opción.
- Ya pasaron los diez años de "Mala onda", también de "Tinta roja".
- Y Sobredosis tiene 16.
- La edad de varios personajes que hay dentro.
- Es bonito eso. Aunque ellos van creciendo y apareciendo en otros libros.
- "McOndo" también ya cumplió una década. Muchos piensan que harto de ese prólogo terminó dándoles la razón.
- No quiero entrar en ese tema. Te respondo "puede ser".
- ¿No se va a reeditar? Te lo han pedido.
- Jamás... sobre mi cadáver. No voy a pisar el palito. Y ahora Ignacio Echevarría saca un libro en que aparece una crítica dura. Me da lata. Yo no puedo hacer nada, salvo no meterme de nuevo en eso ni menos dar mi versión de las cosas. Se han quedado pegados en una polémica que no viene al caso. Aunque en algún grado sí tienes razón... ganamos, pero es de muy mal gusto andar demostrando la victoria. Y si perdimos, no nos vamos a automutilar en público. No somos huevones.
Dentro de Apuntes autistas hay un Fuguet más reposado, pero no menos vehemente. Las terminales nerviosas del libro las agrupa un breve texto titulado "Más". En éste echa fuera sus impresiones sobre el rol de escritor, sobre su rol de escritor: "Y una vez que se tradujo tu librito, ¿cómo analizas el triunfo? ¿Contabilizando las ventas o las críticas? Qué sucede si un autor sale en alemán pero es destrozado en Der Spiegel. ¿Importa?".
Y luego complementa en directo:
- Los libros no son sushi, no duran cuatro días. Cada vez que nace alguien, cada vez que alguien aprende a leer, los libros tienen una nueva oportunidad. En una época acepté que los míos llevaran franjas rojas tipo séptima edición, ¿pero qué significa séptima edición? Se confunde harto entre compradores y lectores. Es posible conquistar compradores. Pero sólo una vez.
- Has sido uno de los pocos que ha hablado frontalmente de la mafia amarilla de Anagrama, esa suerte de club de autores exclusivos y libros caros.
- Porque es un escándalo y refleja lo aspiracionales que somos. Si los libros nuestros costaran 24 lucas te apuesto que seríamos más respetados. La otra vez alguien me preguntó si con todo lo que he hueveado a Jorge Herralde, yo publicaría en Anagrama. Para qué. Antes tal vez habría cambiado mi pelo y estaría arrasando en las librerías cool. ¿Y qué pasa si te lee alguien que trabaja en un supermercado o en una farmacia? ¿Eso está mal? Además, digamos la verdad: la diferencia de calidad entre los libros grises y amarillos es abismal.

PERDIDO
Hace años que Fuguet tiene una tarjeta pegada en su tablero. Dice "El libro de Carlos". Carlos es Carlos Fuguet, su tío desaparecido en 1984. Vivía en Baltimore, Maryland y, de pronto, nada. No más. Ni en su trabajo ni en su casa. La historia, o al menos su inicio, está concentrada en "Perdido (Missing)", el último texto del volumen. Comienza así: "Esto es un caso real y los nombres no han sido modificados para proteger a los inocentes porque no hay inocentes. Supongo que todos somos culpables, de una u otra manera".
- ¿No sentiste pudor al contar esta historia familiar?
- El pudor no es escribir sobre cosas personales, sino que otros las lean. Siempre hay gente perdida en mis libros, personajes que vuelven y crecen.
- Pero aquí hay nombres y apellidos.
- Para mí esto no es nuevo; para mi familia, tampoco. Pero debes optar; no puedes andar pidiendo permiso. Además, hace tiempo saben que entre ellos hay un escritor. Y si una familia produce un escritor, algo malo hay ahí.
- Caramba.
- Es verdad, me da risa cuando veo a mamás de escritores jóvenes orgullosas y yo, de puro pesado, me acerco y les digo: "felicitaciones, pero algo hicieron ustedes, algo ocurrió para que les saliera un escritor".
- En "Perdido" dices cosas fuertes sobre tu familia.
- Chuta, vas a hacer que me arrepienta... es muy importante no darse mucha cuenta de lo que uno está escribiendo, si no, no puedes hacerlo. Yo nunca voy a poder dañar más a mi familia de lo que ya la dañé. Pero ahora todo es más positivo, es más sumar que restar. Es mucho peor que tu gente trate de leer entre líneas e intente ver quiénes son. Así funciona, incluso con un libro de cavernícolas. ¿Por qué la mamá cavernícola hace eso? ¿Por qué el hermano cavernícola hace lo otro? La memoria trabaja con puntos de vista más que con mentiras. Es como yo veo las cosas y es mucho más limpio.
- La historia de tu tío se ha extendido a otras historias.
- Y a otros temas, también. Me atrae mucho cómo Estados Unidos se ha construido con la idea de que la inmigración es buena. Eso que si uno emigra va a mejorar y el mundo también, no es tan así. Es probable que termines peor que cuando partiste. Tal vez no económicamente... pero mi tío es víctima de gente que quiso tener un mundo mejor. ¡Y cuántos han muerto porque alguien quiso cambiar el mundo o querer una vida mejor! Hay que tener cuidado con eso.
- "Perdido" es un concepto más allá de este relato.
- Creo que la mayoría de la gente que se pierde, en realidad, huye. En Chile, la palabra perdido lleva una carga negativa. No sólo es desaparecer, sino ser un perdedor. Y ser una perdida es aún más bajo.
Bajo. Como los estacionamientos subterráneos de los que a veces cuesta salir. Fuguet bien lo sabe.
EN INTERNET
Párrafos del libro 'Apuntes Autistas' comentados por su autor en: http://diario.elmercurio.com

Amigos de verano y una belleza nueva

El primero en abrirme los brazos e iniciar la conversación es mi viejo amigo Dostoyevski, amigo conquistado en la infancia, que me mira desde su irredimible soledad y me dice: "Vamos a San Petersburgo, hay niebla, visitemos otra vez a Natasha Filippovna. Quiero que ahora la veas y escuches desde otro ángulo... Mira, ahí está... ¿No es el ángel más doloroso de todos?" La emoción me impide decirle nada. Lo sigo incondicionalmente a la callejuela o palacio a que me lleve: con amigos como él uno no teme saltar al abismo.Es peligrosa la amistad de Dostoyevski, porque puede acaparar todo el efímero verano. Y están los otros amigos esperando. Por ejemplo, Lampedusa, que me alcanza un vaso de vino siciliano muy oscuro, y comienza a contarme la historia de amor entre un filólogo y una sirena. O Jean Giono, que nos devuelve a la provincia, hoy en peligro de extinción: con él aprendo siempre nuevos nombres de lluvias, ríos y pájaros y respiro una embriagadora libertad, y termino repitiendo y haciendo mía su frase favorita: "¡Que mi alegría permanezca!" Siempre dejo un tiempo para volver a dialogar con el silencioso Rulfo. Habitualmente aprovecho el último atardecer para caminar con Pedro Prado por las calles de su "bella ciudad envenenada".Y el verano llega a su fin. Y apenas hay tiempo para saludar a Herman Hesse, y para ser presentado a un nuevo amigo, Orhan Panuck, que nos arroja de inmediato en un mundo que desconocíamos, el de Estambul, pero que inmediatamente empieza a ser nuestro.¡Qué bueno es ganar un nuevo amigo para dejar una conversación abierta para el próximo verano!Estos amigos no se irán nunca: nos esperarán ahí fieles a sí mismos y a nosotros, sus hipócritas lectores, sus semejantes, sus hermanos. Somos nosotros los que volveremos a traicionarlos otra vez, autoexiliándonos del verdadero verano..."Y así quedan las conversaciones a medio empezar, y así quedamos nosotros: a medio vivir, a medio morir..."

Me enamoré de la pistolera

Pistolera de Puente Alto se fuga de casa donde cumplía arresto domiciliario Miércoles 21 de Marzo de 2007 17:11 Pedro Lezaeta y Francisco Águila,

El Mercurio OnlineSANTIAGO.-Caroleyn Alarcón, la joven que el pasado 13 de febrero asesinó a tiros a dos hombres que ingresaron a robar a su casa en Puente Alto, se fugó anoche del inmueble donde permanecía con arresto domiciliario.
Andrea Coppa, vocera de la Fiscalía Sur de Santiago reconoció el hecho y agregó que la fuga se materializó cerca de la medianoche.
La situación fue descubierta por los efectivos de Carabineros que anoche realizaron la ronda de vigilancia en la casa de Puente Alto donde la "pistolera de Puente Alto", de 27 años, permanecía junto a una hermana.
Debido a esta fuga, hoy se realizó una audiencia en el tribunal de garantía de Puente Alto para definir responsabilidades en este hecho y se decretó una orden de captura en contra de Caroleyn Alarcón.
Según los primeros antecedentes, Alarcón se fugó acompañada de sus dos hijos y habría dejado una carta explicando que la razón que la motivó a tomar tal decisión fue el miedo que tiene a ser condenada y a no poder estar con sus hijos.
En febrero pasado, Caroleyn Alarcón fue formalizada por dos delitos de homicidio simple y porte ilegal de armas, en calidad de consumado, luego de dar 11 y 8 tiros a Carlos Hidalgo Madrid y Yerko Figueroa Pineda, respectivamente, en la villa Arcoiris I de Puente Alto.
Tras el fallo del tribunal, la mujer quedó detenida en una casa que, según el defensor Regional Metropolitano Sur, Claudio Pavlic, fue buscada por la familia de la imputada en forma reservada para que permaneciera detenida.
Además, en esa ocasión se determinó que Caroleyn fuese protegida por Carabineros, quienes hacían rondas periódicas por el lugar, en una de las cuales descubrieron que se había fugado.

Blog Archive