Saturday, January 19, 2008

La conjura de los necios

La conjura de los necios (A Confederacy of Dunces, en inglés) es una novela de John Kennedy Toole publicada póstumamente y galardonada con el premio Pulitzer 1981.

El título es una referencia a una cita de uno de los clásicos de la sátira, Jonathan Swift: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".

Escrita hacia 1962, mientras realizaba el servicio militar en Puerto Rico, narra las peripecias de Ignatius J. Reilly, un personaje excéntrico en busca de trabajo para pagar una deuda, a la vez que se embarca en una serie de estrambóticas aventuras con el objetivo de rivalizar con su amiga Myrna Minkoff en el terreno de la agitación social.

John Kennedy Toole jamás vio publicada su obra en vida. Al parecer, envió el original de la novela a varias editoriales, y todas la rechazaron. En una de ellas, la Simon and Schuster, parece que al principio se entusiasmaron por el libro, pero finalmente lo rehusaron aduciendo algo francamente ridículo: que era un libro que no trataba de nada en concreto. Poco tiempo después el autor decidió quitarse la vida.

Su madre, al encontrar el manuscrito años después, lo llevó a distintas editoriales, las cuales también volvieron a rechazarla. Empeñada en su publicación, ya que pensaba que la novela tenía una calidad notable, se puso en contacto con el escritor Walker Percy (autor entre otras de la novela El cinéfilo, con la que había tenido un considerable éxito) para que leyera la novela y consiguiera su publicación. Percy, tal y como él mismo cuenta en el prólogo de La Conjura de los Necios, al principio receló de leer el texto que le ofrecía. Pero, cuando tras mucho insistir aceptó leerlo, quedó maravillado: no le parecía posible que la novela fuera tan buena. La novela recibió el premio Pulitzer, y fue un éxito editorial, apareciendo en las listas de libros más vendidos en muchos países, convirtiéndose así en uno de esos pocos casos en los que se aúnan calidad literaria y éxito comercial.

Argumento
Advertencia: esta sección contiene detalles de la trama y el argumento.
l personaje central, Ignatius J. Reilly, es un ser inadaptado, un anacronismo que sueña con que la forma de vida medieval, y su moral, vuelva a reinar en el mundo. Para ello, para ser escuchado en un mundo en el que es incomprendido, rellena de su puño y letra cientos de cuadernos Gran Jefe, en los que plasma su visión del mundo, y desperdiga esos textos por su habitación. Algún día los ordenará y reunirá creando su obra maestra. Mientras tanto la diosa Fortuna, contra su voluntad, lo catapulta al mundo capitalista, viéndose obligado a someterse a la nueva forma de esclavitud que para él es el trabajo. Él se resigna, como Boecio se resignó a su ejecución, y sale a buscar trabajo. Su actividad laboral y vital es el hilo que une y da sentido a toda la obra, y que nos permite conocer a otros personajes tan reconocibles, tan humanos, como memorables.

Lejos de las meras e hilarantes anécdotas que el carácter entrañable y especial de Ignatius va generando alrededor de sí, la novela trasciende a ello para convertirse, en su trasfondo, en un despiadado retrato del género humano. Un retrato lleno de piedad y comprensión, a la vez que amargura y resignación. Tal y como Percy dice en el prólogo, a pesar de las carcajadas que le proporcionó la novela, también tras su lectura sintió cierta tristeza que no sabía muy bien de dónde provenía, si del trasfondo dramático de la novela, o por la tragedia del autor, que se suicidó con poco más de treinta años sin conseguir ver publicada su novela, y que con su muerte nos negó nuevos y geniales libros como podría haber sido el de la continuación de esta novela, puertas que dejó claramente abiertas con el sugestivo, melodioso, final que el libro depara.


Estilo y Estructura
La estructura es lineal y como una buena melodía va creciendo poco a poco hacia su inevitable final, acompañando a su vez a los variados personajes que pueblan la obra. Está dividida en capítulos, los cuales a su vez se dividen en subcapítulos.

La obra está narrada en su mayor parte en tercera persona. Está escrita en un estilo desenfadado, irónico, sarcástico, bufo. Alterna distintas escenas de distintos personajes que forman un todo común; las acciones de unos afectan de una manera u otra las vidas de los otros, y viceversa.

Algunos fragmentos escritos en primera persona por Ignatius, que cumplen a la perfección la función de completar el texto y la compresión tanto de la historia como la de los personajes. Estos escritos de Ignatius resultan, si caben, y como poco, tan brillantes y geniales que los escritos en tercera persona. Son los escritos que caligrafía Ignatius en sus cuadernos Gran Jefe, que desperdiga por su habitación, y con los que espera algún día componer una obra magna, inmortal, que logre empujar a la humanidad de vuelta al sistema medieval.

Completan finalmente el libro la correspondencia que mantiene Ignatius con una peculiar amiga suya llamada Myrna Minkoff, la cual tiene una visión del mundo completamente distinta a la de Ignatius, pero que en cierta forma la complementa. Así, dispersas a lo largo de la novela en diversas epístolas se manifiesta una tensa relación de amor/odio.


Críticas
Se ha comentado que la novela esconde una gran parte de la biografía de John Kennedy Toole, ya que refleja una parte de las vivencias del autor. Toole trabajó mientras estudiaba en una fábrica de ropa, conoció bien el barrio francés de Nueva Orleans, en el que alguna vez ayudó a un amigo a vender comida ambulante, y también vivió con su madre largo tiempo incluso después de haber acabado la universidad. Además, el protagonista, Ignatius, escribía sin parar con la esperanza de crear una obra maestra que cambiase la realidad (como evidentemente hacia el autor: escribir novelas). Por todo ello, no es difícil pensar que Ignatius J. Reilly era una caricatura del propio autor, con la que pretendía reírse tanto de sí mismo como del mundo, acaso para poder soportarlo más.


Adaptaciones cinematográficas
En varias ocasiones se ha tratado de llevar a la gran pantalla esta novela, pero hasta el momento y por diferentes motivos estas intenciones han fracasado, como si pesara sobre la novela la misma misteriosa maldición que pesa sobre el Don Quijote (obra con la que muchos la han comparado), y que impide que llegue a crearse una adaptación cinematográfica fidedigna.

Segun diversos críticos o simplemente con haber leido la obra y visto la serie de televisión, Búscate la vida se observa como el personaje principal de TV (Chris Elliott) está basado o inspirado en el propio Ignatius. En la propia serie se viven algunas situaciones idénticas a las que acontecen al personaje de John Kennedy Toole.

Blog Archive