Saturday, December 22, 2007

Kislev es el signo de Sagitario. Es la Columna Central de los signos de fuego y está regido por Júpiter.

El Sagitario es un optimista nato: para él todo está siempre bien y dispuesto de la mejor manera posible. Los Sagitario sienten que pueden resolver todos los problemas y harán todas las cosas que se requiere de ellos.

Los Sagitario son propensos al exceso de optimismo, la exageración, las bromas, los juegos de azar y la informalidad. Son filósofos, maestros, educadores, amantes, comunicadores, y amigos natos. Les gusta viajar, aman su espacio y su libertad y están interesados en la exploración del mundo así como en el estudio de la conducta humana, cultura y religión. Comparten su conocimiento con todo aquel que lo busca. Aman la vida y pueden ser niños muy traviesos.

Como Sagitario es la Columna Central (elemento de aire) de los signos de fuego, tiene la influencia adicional del aire. El aire alimenta al fuego y le permite crecer y expandirse, motivo por el cual el Sagitario puede ser un canal, instructor, maestro, vendedor o cualquier otro trabajo en comunicaciones que combine el conocimiento con humanidad.

Los Sagitario son gente aventurera que son excelentes conductores, conductores de autos de carrera y pilotos. Les encanta el deporte y desafían su destino corriendo riesgos innecesarios. Todo lo que hacen es a gran escala, con la ayuda de Júpiter, que expande la mente del Sagitario en proyectos de negocios, sociales y románticos.

Los días más importantes en Kislev son los días de Jánuca, que comienza el 24 de Kislev y termina el 2 de Tevet. Encendemos las velas de Jánuca para conectarnos con milagro que ocurrió en el tiempo de los Hasmoneos, cuando el aceite que debería haber durado un día, duró ocho días en el Templo Sagrado en Jerusalén. Este asombroso ejemplo de “mente sobre materia” se llevó a cabo por las dos letras que controlan este mes: Guímel, cuya esencia es Gomel Dalim (recompensar a los pobres) y la letra Sámej, que creó el mes de Kislev. Estas condiciones, junto con las acciones metafísicas que llevaron a cabo los Hasmoneos, ocasionaron este milagro que ocurrió hace 2.000 años atrás. Cada año, en el 24 día del mes de Kislev, estamos sujetos a las mismas condiciones. Esta energía se revela nuevamente durante ocho días –siempre y cuando nos conectemos a ella a través de las velas de Jánuca– y nos permite crear tremendos milagros en nuestras vidas. El poder de los milagros existe y está disponible para que podamos acceder a él cada día del año. Simplemente debemos encender las velas con las meditaciones adecuadas; es mediante este acto que activamos este sistema metafísico de milagros en nuestras vidas.

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