Saturday, March 01, 2008

La mejor semana del año

La semana que pasó, previa al Oscar, es la mejor semana para el cinéfilo.

POR Alberto Fuguet

La semana que pasó, previa al Oscar, es la mejor semana para el cinéfilo. Es más: creo que la semana que pasó fue la mejor semana del año de la cartelera y eso que del año llevamos poco. Da lo mismo que quizás a uno no le gustó lo que estrenaron (la sospechosamente indie "Juno") y que haya que lamentar que no estrenaron lo que quería que estrenaran: "Away from her" con Julie Christe o "Into the wild", de Sean Penn. Así es. Aunque a uno no le gusten todas las películas nominadas, lo cierto es que no hay semana mejor: es la semana en que, milagro de milagros, uno desea verlo casi todo. En pocos días vi mucho, y en muy poco lapso, casi corriendo para poder estar al día para la maldita/bendita ceremonia del Oscar que enerva, molesta, excita, decepciona pero, al final, no puedes sino mirarla y cotejar con tus amigos los resultados que van apareciendo. Algunos argumentarán que hay semanas mejores. Puede ser, pero lo dudo. Quizás, por ahí, sucede algún error y hay una gran semana en mayo; pero es raro, sobre todo como están las cosas: todo parece una eterna época de vacaciones infantiles, donde las explosiones y los efectos en 3D se disputan codo a codo las franquicias en los cines. De un tiempo me sucede que no quiero ver nada y no por ser menos cinéfilo. Lo que deseo ver, por desgracia, no está en la cartelera sino en los arriendos del Paseo Las Palmas. El Oscar tiene la gracia que uno desea ver cuanto antes aquello que no vería ni siquiera en el cable (en mi caso, "Expiación, deseo y pecado", que terminó convertida en una cuidada cinta de calidad, ideal para los aficionados al paisajismo). Pero lo mejor sin duda es que uno tiene que ver, una tras otra, cintas de directores de la talla de los Coen ("Sin lugar para los débiles", haciendo una clase de cine arriesgado) y, al día siguiente, captar que uno de mis cineastas favoritos, Paul Thomas Anderson, se tropezó con unos pozos de petróleo para crear una cinta sobregirada, con la peor banda de sonido del año y, lejos, la peor actuación masculina. Es cierto que quizás "Petróleo sangriento", sin tanta nominación, y durante una semana más árida, pudo haberme conquistado algo más. Pero luego de ver "Sin lugar para los débiles", una obra maestra con uno de los finales más sublimes en años, todo a su lado empalidece.

Y a pesar de que creo que "Petróleo sangriento" es fallida, incapaz de generar compasión, que sólo toca una sola nota y la toca mal, el poder verla mano a mano con la de los Coen, y "Juno" y "Expiación" es lo que hace que todo se vuelva más intenso y divertido y es lo que ya echo de menos al ver la cantidad de bodrios que están por estrenarse a lo largo de las próximas y largas semanas que están por llegar.

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