Tuesday, October 16, 2007

no es dónde poner la cámara...


Ya lo dijo Kieslowski, el problema no es dónde pones la cámara, sino por qué. Esto lo entendió Bergman a la primera, al darse cuenta de que el territorio natural del cine era el rostro.

Y John Ford, que supo siempre que los más espectaculares paisajes sólo tendrían sentido enfrentados al tamaño de un hombre, encerrados en el marco de una puerta o divisidados desde una pequeña ventana.


También lo entendió el propio John Huston, que se despidió de este mundo y del otro con una de las mejores adaptaciones literarias que se hayan hecho nunca en el cine. En The Dead está todo lo que el cine es capaz de hacer por la gente y sus pequeñas historias.


Y es también la prueba de que el cine es mejor cuando habla de cosas que no se ven, pero que existen.

Ray Loriga
Días Aún Más Extraños

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