Saturday, June 23, 2007

Céline

Citas de Céline

La raza, eso que tú llamas así, es solamente esa gran pandilla de gente mísera como yo, legañosos, pulgosos, ateridos, que han acabado aquí perseguidos por el hambre, la peste, los tumores y el frío, llegados tras ser vencidos de los demás rincones del mundo. No podían ir más lejos por el mar. Pues eso es nuestra nación y esos son nuestros compatriotas. (Viaje al fin de la noche, 1932)
El amor es el infinito puesto a la altura de los caniches. (Viaje al fin de la noche, 1932)

Por mucho que me diese vueltas y vueltas sobre el pequeño colchón, no llegaba a conseguir ni el más pequeño momento de sueño. Incluso masturbándose en esos casos no se siente ni consuelo, ni distracción. Entonces es la verdadera desesperación. (Viaje al fin de la noche, 1932)

¡Ah! ¡Divertirse con su muerte mientras la fabrica, eso es el Hombre, Ferdinand! (Muerte a crédito, 1936)

Fui a reunirme con Molly y le conté todo. Para ocultarme la pena que le causaba hizo muchos esfuerzos, pero no era difícil ver, de todos modos, que sufría. Ahora la besaba yo más a menudo, pero la suya era una pena profunda, más auténtica que la nuestra, porque nosotros más bien tenemos la costumbre de exagerarla. Las americanas, al contrario. No nos atrevemos a comprender, a admitirla. Es un poco humillante, pero, aun así, es pena sin duda, no es orgullo, no son celos tampoco, ni escenas, solo la pena de verdad del corazón y no nos queda más remedio que reconocer que todo eso no existe en nuestro interior, que para el placer de sentir pena estamos secos. Nos da vergüenza no ser más ricos del corazón y de todo y también haber juzgado, de todos modos, a la humanidad más vil de lo que en el fondo es. (Viaje al final de la noche, 1932)

(...) ¡Ah, tenían muchas verdades que revelarle! ¡Y hermosas! ¡Y no trilladas! ¡Luminosas! ¡Deslumbrantes! "¡Eso es!", empezó a decir el bien pueblo, "¡si señor! ¡Exacto! ¡Muramos todos por esto!" Lo único que pide siempre, el pueblo, es morir. Así es. "¡Vida Diderot!", gritaron y después, "¡Bravo, Voltaire!". ¡Eso sí que son filósofos! (...) ¡Al menos, esos son tíos que no le dejan palmar en la ignorancia y el fetichismo, al buen pueblo! ¡Le muestran los caminos de la libertad! ¡Lo emancipan! ¡Sin perdida de tiempo! En primer lugar, ¡que todo el mundo sepa leer los periódicos! ¡Es la salvación! ¡Qué hostia! ¡Y rápido! ¡No más analfabetos! ¡Hace falta algo más! ¡Simples soldados-ciudadanos! ¡Que voten! ¡Que lean! ¡Y que peleen! ¡Y que desfilen! ¡Y que envíen besos! Con tal régimen, no tardó en estar bien maduro el pueblo. (Viaje al final de la noche, 1932)

Blog Archive