Monday, July 02, 2007

Entre el cine y la literatura

EL CORREOLima 12 de Agosto del 2006 Entre la literatura y el cine :: Alberto Fuguet aterrizó en Lima para presentar filme Se arrienda y promocionar su libro CortosLos personajes de Alberto Fuguet, aquellos que aparecen en libros como el reciente Cortos (Alfaguara) y en su primer largometraje Se arrienda, buscan evadir la terrible condición de ser “extras” en sus propias vidas. El autor chileno presentó su ópera prima en el Décimo Encuentro Latinoamericano de Cine de Lima y además promocionó Cortos, su última entrega literaria. Carlos M. Sotomayor Correo: ¿En qué momento te das cuenta de que llegó la hora de filmar tu propia película? Alberto Fuguet: Hubo un momento, creo que debe haber sido hace cinco o seis de años, que empecé a asustarme. Empecé a darme cuenta de que la cosa se iba a poner antipática en mi vida, que la iba a pasar mal si yo no filmaba, que la literatura ya no me bastaba. Creo que también ayudó un poco la adaptación de Tinta roja en la que yo no participé en nada por decisión mía. Fue algo como frustrante, algo muy ligado a mí que ni siquiera toqué. También tuvo que ver una pasada por Lima mientras filmaban Tinta roja. Pancho Lombardi me invitó al set y creo que ahí fue el momento en que dije: aquí tengo que empezar. Y recuerdo que le pedí consejos a Pancho. C: ¿Encuentras vínculos entre los personajes de tus libros con el personaje de Se arrienda? AF: Todos vienen de mí, todos tienen sangre mía. Siento que si dos personajes que sin conocerse se encontrasen en un tren podrían empezar a hablar y se harían amigos. Porque todos tienen cosas en común. Sí tengo la idea de que los personajes que hago son míos, en el verdadero sentido del término. Los quiero, conozco cómo huelen. Te voy a confesar algo, tenía tan claro cómo se vestía Gastón (personaje del filme Se arrienda) que todo lo que proponían yo lo rechazaba. Daniela me dijo entonces: es mejor que yo vaya a tu casa. Por eso mucha de la ropa de Gastón es mía. C: En tus personajes hay una intención de no ser extras en sus propias vidas... AF: Yo creo que todo el mundo, sea artista o no, quiere que su vida tenga sentido y sentirse más o menos protagónico. Es la idea de saber que tienes un rol. En Cortos y en Se arrienda uno de los temas que las atraviesan es tener un lugar en el mundo, saber de dónde eres y si eres útil. Pertenecer a algo. En general mis personajes tienen problemas para pertenecer, están un poco a la deriva, medio perdidos. Y creo que no sólo son mis personajes, ni sólo soy yo, aunque no soy tan perdido, pero algo tengo de eso. Me siento muy cercano a esa gente. C: Cortos, como tu anterior libro, tiene una impronta cinematográfica... AF: Para mí Cortos era de alguna manera una despedida de la literatura tradicional. Este libro lo publiqué en Santiago un mes antes de rodar (Se arrienda). Lo publiqué porque yo sentía que necesitaba sacar dos libros (con Las películas de mi vida) antes de lanzarme a filmar, antes de pasar al otro lado. Un libro bisagra. C: ¿Una suerte de transición? AF: Claro, una entrada al cine. Yo quería hacer un combo con Las películas de mi vida: largometraje a color, y con Cortos: cuentos cuestionados en el fondo como estructura, en blanco y negro. C: ¿Cómo concebiste conceptualmente Cortos? AF: Me di cuenta de que cada cuento debía tener una puesta en escena. Tenía que estar diseñado y escrito teniendo en cuenta que lo visual fuera muy importante. Traté que cada cuento fuera puesto en escena y la puesta en escena debía obedecer a la historia o al personaje principal. Los tres mejores ejemplos, para mí, son “El far west”, “La hora mágica” y ”Road story”. C: ¿Elegirías entre el cine y la literatura? AF: Si me obligan a elegir con una pistola, yo elijo el cine. Por suerte eso no ocurre y dudo que ocurra. Lo que sí creo que va a pasar es que la literatura va a encontrar su lugar junto con el cine y ambos se van a mezclar, posicionar y encontrar sus propios tiempos. Yo creo que voy a escribir libros distintos a los que escribía antes y creo que también voy a filmar distinto. Estoy preparando un libro actualmente que yo defino como una suerte de Cortos 2, pero de no ficción. Un libro como de retazos, de crónicas, de apuntes, de memoria y de opinión sobre cosas que me interesan y me gustan. Una especie de autobiografía grouppie. Y no tanto escribiendo sobre mí, sino sobre otros que me interesan a mí. Creo que puede salir a fin de año y se llamaría Viajar a solas. Como Piglia, pienso que todo libro o película es un viaje, un viaje que uno emprende a solas. C: Tú has hecho crítica de cine en una época. ¿Cómo ha recibido la crítica tu película en Santiago y qué sensaciones has experimentado al pasarte al otro lado? AF: Hay dos frases que usaste que me gustan: “Santiago” y “al otro lado”. Sí creo que uno pasa al otro lado, es como pasar a la dimensión desconocida. Creo que de verdad quien ha sido crítico de cine o de libros y luego ha filmado una película o escrito un libro, puede usar esa frase sabiendo realmente el término. Ahora, me preguntas qué opinó la crítica de Santiago, yo me di cuenta rápidamente, antes de hacerla, que yo no estaba haciendo una película sólo para Santiago. Me parece un error el estar preocupado sólo de lo que ocurre en tu villa y en tus cuatro cuadras. Yo creo que un crítico que pasa al otro lado tiene algo de traidor. Por lo tanto, hay parte de la cédula a la cual tú perteneciste que se siente un poco traicionada, lo reconozcan o no. Yo lo puedo decir con claridad y con firmeza. Por lo tanto, yo estrené preparado para que me pasara algo. Curiosamente fue más lo positivo que lo negativo.

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