Wednesday, November 14, 2007

Jorge Baradit, escritor: "Ya no es posible hacerle el quite a la ciencia ficción"

Alberto Rojas M, El Mercurio

Jorge Baradit recorre las calles de Santiago a bordo de su monoplaza de dos ruedas como si fuera "Centella", el clásico justiciero japonés del animé de los años '70. Su vida fluye a gran velocidad, como cuando escribe en su computador, creando mundos y personajes que en un par de años ya se han hecho un espacio de respeto dentro de las librerías chilenas.

Todo comenzó en 2005, cuando este diseñador gráfico nacido en Valparaíso publicó "Ygdrasil" (Ediciones B), una historia ambientada en un México futurista, donde una mercenaria chilena llamada Mariana acepta la más peligrosa de sus misiones. Una historia que atrapa al lector dentro de un mundo lleno de grandes transnacionales (con más poder que los gobiernos), tecnología orgánica llevada al límite, un imbunche, soldados muertos que reencarnan como sistemas de comunicación y un chamán que orbita la Tierra.

En 2006 su nombre estuvo entre los cien jóvenes líderes elegidos por Revista El Sábado, de El Mercurio. Y este año, a la publicación en España de "Ygdrasil" se agrega haber obtenido el primer lugar en el XVI Premio UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) de novela corta de ciencia ficción.

Su obra ganadora, "Trinidad", acaba de llegar a las librerías nacionales dentro de un volumen que reúne a las cuatro otras novelas premiadas. Todo un hito considerando que Baradit no sólo es el primer chileno en ganar este importante premio, sino también el primer latinoamericano.

"'Trinidad' es la precuela corta de 'Ygdrasil'. La verdadera precuela completa se llama 'Atacama' -aclara Baradit-. La idea es publicarla en 2009, pero ahí se cierra ese ciclo. No hay secuela de 'Ygdrasil'".

- Miquel Barceló, editor de la colección NOVA (Ediciones B), donde se han publicado "Ygdrasil" y "Trinidad", denominó tu obra como "cyber-chamanismo". ¿Qué opinas de esa definición?

"Nunca ha sido de mi gusto, prefiero Realismo Mágico 2.0. Macondo ya tiene redes de fibra óptica, pero sus chamanes todavía toman ayahuasca".

- ¿De dónde surge tu inspiración para crear este universo marcado por la mitología sudamericana, amalgamada con alta tecnología?

"De matar el punto ciego que nos impide ver lo que ocurre en nuestras propias narices. Por ejemplo, el persa Bío-Bío es un constructo casi biológico; una colmena donde el hacinamiento funciona como funciona nuestro continente: una 'acumulación de estratos culturales'. Junto a un puesto que vende computadores en desuso (cadáveres tecnológicos despanzurrados) hay tarros de atún chino, en medio de nubes de incienso hindú o imágenes de Buda sobre rumas de pendrives tailandeses precargados de pornografía. Y películas coreanas acerca de polillas vampiro junto a sahumerios peruanos y réplicas de dagas nazi. Nuestro continente no reemplaza lo caduco, sino que suma lo nuevo. Nuestros indígenas están vivos y operativos. No todas las culturas pueden decir lo mismo".

- En otras oportunidades tu has mencionado el "slipstream" como expresión literaria de fusión (o dispersión) de géneros. Y que en el fondo hoy sólo existe ficción, sin apellidos. ¿Podrías ahondar más en este concepto?

"Es cosa nuevamente de mirar 'la verdadera realidad', que está llena de fenómenos extraordinarios. Por eso prefiero hablar de literatura fantástica y no de 'ficción', que tiene connotación de 'mentira' (ficticio). Lo fantástico puede irrumpir en la realidad y de hecho lo hace. Ya no es posible hacerle el quite a la ciencia ficción, estamos inmersos en ella y es parte de nuestro melodramas más mamones o de nuestros programas de TV más descerebrados. 'El futuro es fantástico', no es sólo una frase, es abrir los ojos y darse cuenta de que estamos viviendo un mundo alucinante y desquiciado. Pronto, el que le cierre los ojos a eso y siga fabricando historias anodinas acerca de jóvenes, sus soundtracks y sus muy urbanos y 'trendies' departamentos de soltero, va a estar haciendo la verdadera literatura de ficción (ficticia)".

- ¿Qué opinas de la ficción / ciencia-ficción / fantasía que se está haciendo en este instante en Chile?

"La literatura fantástica chilena está viviendo su 'Golden Age', sin ninguna duda. Nunca había visto tantos escritores y todos tan diferentes abordando temáticas tan cutting edge, tan de punta. Nada que envidiarle a quien escribe desde Tokyo o New York. Es un grupo potente de autores que poco a poco comenzará a cosechar el trabajo en la clandestinidad que empezaron a hacer por su cuenta generaciones completas de jóvenes que tuvieron que buscar afuera lo que querían: en el animé, el manga o la fantasía. Toda esa masa será adulta y exigirá un puente con su imaginario. El gap generacional se viene fuerte en ese sentido".

- ¿Podrías contar cuáles son tus próximos pasos como escritor? Sin entrar en infidencias, por cierto.

"Estoy escribiendo una novela-ucronía acerca del Golpe Militar de 1973. En este afán de repensarlo todo, en este ambiente fundacional que se vive en la literatura fantástica nacional, queremos rehacerlo todo. En mi novela, el Golpe Militar es detenido por Augusto Pinochet y ésto permite que se desarrolle hasta niveles insospechados un proyecto cibernético llamado SYNCO, que convierte a Chile en potencia mundial en el área; un 'Camelot' de la cibernética. Lo mejor de todo es que SYNCO fue un proyecto real, increíble y viable, insólito para la época".

"También avanzo en el proyecto que tenemos con Martín Cáceres de llevar 'Karma Police' (una historia ambientada en el mundo de 'Ygdrasil') a novela gráfica, pero aún no hay editorial para eso".

"Además avanzo en mi proyecto más estrambótico, insólito y alucinante: mi hijo de un año, Gabriel, la cosa más rara que me ha ocurrido jamás".

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