Saturday, September 12, 2009

SPIDER-MOUSE

Por Francisco Ortega
Lo realmente importante en la millonaria compra de Marvel Comics por parte de Disney no son las lucas involucradas o el crecimiento del imperio del tío Walt, ni siquiera que la casa de Stan Lee se haya salvado de la bancarrota, sino de la importancia que tiene hoy el cómic en la industria del entretenimiento, también de que no hay peor enemigo para los fanáticos que los propios fanáticos.
El nerdismo hace rato que dejó de ser simpático a lo “The Big Bang Theory” y se convirtió en una especie de religión donde quien ronca es el más fuerte, donde importa el primero que ladra, la reflexión se fue al olvido y lo más grave la comprensión de lectura brilla por su ausencia.
Es impresionante el escándalo ñoño gatillado en la red por la compra de Marvel. Que iban a infantilizar la compañía (¿alguna vez fue adulta?, por favor, son superhéroes), que la casa del ratón iba a exigir musicales protagonizados por Hulk, que estábamos aparados ante un “Mutant School Musical”, que la línea editorial familiar de Disney iba a meterse en Marvel, convirtiendo todas las historias en un manual de buenas costumbres. Que se había acabado el mundo, que Marvel estaba muerta. ¿En serio? ¿No será todo lo contrario?, que después de años de pérdidas y evidentes señales de quiebre, al fin la casa de la ideas tiene la oportunidad de su vida.
El fundamentalismo fan es peligroso, algunos incluso manifestaron que preferían que Marvel se acabara a que entrara en la familia Disney. Pendejos. Y permítanme decirlo con rabia. Tengo 35 años, leo Marvel desde los 8. Ediciones brasileñas, españolas, mexicanas e incluso las chilenas (sí señores, la extinta Pincel [ex Quimantú] publicó en Chile Iron-Man y Spider-Man y por el cariño que le tengo a estos personajes el notición del salvavidas Disney para la editorial alguna vez capitaneada por Stan Lee y Jack Kirby me pareció un regalo de pascuas anticipado. Los personajes de mi vida no iban a morir, todo lo contrario, aseguraban su continuidad para las nuevas generaciones. No sé a ustedes, pero a mí me interesa que mis hijos y mis nietos conozcan a los Avengers y a los X-Men, sea esto gracias a Marvel, Disney, la Coca Cola o el FBI.
DISNEY MÁS ALLÁ DEL TÍO WALT
Seamos concretos y dejemos de repetir las tonteras que desde el lunes 31 de agosto pueblan internet (la democracia de la información a veces es peligrosa). Quien compró Marvel no fue Disney Animation, ni DisneyWorld, ni Walt Disney Estudios, ni Disney Channel. La empresa que adquirió Marvel es Disney Enterprise o Disney Inc, pulpo de las comunicaciones que aparte de los estudios arriba citados tienen propiedad sobre Pixar, Dimension Films, Miramax, Simon&Schuster (casa editorial), ESPN, ABC, Fox Broadcasting (canales Fox, que salvo el nombre no están relacionados con 20th Century Fox), Bad Robot. Buena Vista, Gainax, Gibbli entre una larga lista de firmas, que incluyen porcentajes en Apple y la división X-Box de Microsoft. Marvel no entra al universo de Mickey sino a un conglomerado que le permitirá no sólo levantarse económicamente sino sacar provecho de sus productos y licencias a un nivel multimedial jamás imaginado. Ok, desde la lectura matemática es venderse a un imperio galáctico (o al diablo), pero señores es Marvel, es historieta comercial, no estamos hablando de la casa indie de historias alternativas y de autor, sino de los propietarios de Spider-Man y Hulk, personajes que en su ética de contenidos no están tan lejos de Goofy o de Donald, unos en la esquina del drama fantástico, otros en la de la comedia.
Con Disney Marvel no sólo asegura su continuidad, sino (lo que me importa) plata para apuestas editoriales y lo que es todavía más relevante para abrir sus puertas a un mercado internacional que no sólo va a permitir ediciones más baratas de sus cómics y periodicidad de Cabo de Hornos a Groenlandia sino la posibilidad de que talentos de la historieta latinoamericana (o asiática, africana, etc.) ingresen a la industria mayor.El Disney que compró Marvel no es el de Tribilín o la ratona Minnie, sino el que financió “Pulp Fiction”, “Jackie Brown” y las novelas de Stephen King.
El Disney que compró Marvel no lo hizo para apropiarse de una editorial que lleva años sobreviviendo en un mercado que cada vez vende menos comics (una realidad) sino para traer hacia su alero a un panteón mitológico con el que hacer libros, películas, videojuegos, parques temáticos, etc. Spider-Man y sus amigos no se infantilizan con Disney, simplemente pasan al mundo “real” del 2009, con lo bueno y lo malo que ello arrastra

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