Saturday, September 12, 2009

Las películas que se despeñan hacia el final
por Daniel Villalobos
Como dijera alguna vez el crítico Héctor Soto, nadie quiere hacer una película mala. Todo el mundo parte de sus mejores esfuerzos. Pero no siempre se llega a puerto. Peor aún, a veces partimos bien, a caballo de una historia interesante, bien dirigida, con actores aplicados y un ritmo a la altura.
Y de pronto, la cosa se despeña. Por lo general, lo que falla es el guión: una vuelta de tuerca tan ridícula que insulta nuestra inteligencia (Hancock) o algo más sutil, un desarrollo que es mucho menos interesante que la presentación (Soy Leyenda, desde que aparece Alice Braga en adelante).


Las películas que se despeñan luego de un comienzo prometedor son una categoría en sí mismas. Personalmente, me indignan más que una simple mala película. Por ejemplo, a los treinta segundos de iniciado Wolverine sabía que era una basura. Si seguía viéndola era culpa mía y la terminé consciente de que en ningún momento me había prometido otra cosa que el latazo y el disgusto.

Wolverine, entonces, no se despeña porque en rigor jamás alcanzó altura alguna.

Pero estas otras películas me interesan y molestan a partes iguales. ¿Habría sido sublime Soy Leyenda de haber permanecido Will Smith solo en pantalla hasta el final? ¿O quizás habría terminado por latear a cualquiera? ¿Cómo fue que Spielberg dejó fundirse en la melcocha y el recocido un producto tan prometedor como Indiana Jones 4?


Y hay casos más extremos, donde dudo de mi opinión hasta que vuelvo a ver la película y compruebo que sí, se viene abajo sin redención justo en la mitad: Carretera Perdida, sin ir más lejos. Un filme lleno de méritos, con un primer segmento que es puro miedo, oscuridad y sugerencia, que luego se agota en un jueguito de dobles y esquizofrenia que no llega a nada y que tiene un cierre ‘borgeano’ simplemente ridículo.

Molesta ver que gente de talento se toma el tiempo de armar una estructura interesante para luego echarla abajo con malas decisiones. Pero de nuevo: nadie quiere hacer películas mediocres. Es sólo que a veces el azar, el orgullo, el cansancio o la simple mala cueva se cobran su precio y todos sufrimos.


Algunos ejemplos para discutir. Son libres de sugerir los que se les ocurran.


-Cuenta Regresiva: Todo bien hasta que empieza el delirio religioso y fin-de-mundo. No me vengan con cuentos. En el fondo, cuando la película intenta explicar lógicamente su premisa inicial. Un título muy poco cotizado que cuenta cosas parecidas con mejor resultado: Mensajero de la Oscuridad.


-El Sustituto: Ojo, aunque la mencione aquí, creo que esta película de Eastwood es uno de los grandes estrenos del último año. Pero para quienes la hayan visto, es obvio que la aparición de una subtrama relacionada con homicidios y psicópatas rompe el mundo que la historia había construido y la convierte en un caos fascinante, pero deshilachado a fin de cuentas. Tema pendiente: ¿Es El Sustituto la película fracturada de detenidos-desaparecidos que nunca hemos podido hacer nosotros?


-Alerta Solar: Luego de los formidables primeros quince minutos, vienen las crisis. Todo el guión es una serie de crisis de vida o muerte que se van resolviendo con la eliminación de uno de los personajes. Esta lógica de Agatha Christie (o de reality del 13) funciona muy mal. Menos en el espacio.


-El Sabor de la Noche (My Blueberry Nights): Todas las películas de Wong Kar Wai tienen guiones etéreos siempre a punto de disolverse en el aire, pero aquí las cosas se salieron de control. Después de unas cuantas escenas encantadoras, lo que se viene es una road-movie kitsch, boba y muy poco interesante de ver. Qué pena. WKW es uno de mis favoritos.


-El Proyecto de la Bruja de Blair: Nada que hacer. Una vez que se agota la idea de falso-documental-y-metraje-encontrado tenemos a tres actores sin mucho carisma dando vueltas por un bosque donde no pasa nada. Y un final que funciona apenas, tan sólo porque nos da algo de clímax después de una hora de videos de vacaciones.



-Señales: Una de mis favoritas/odiadas. A diferencia de El Fin de los Tiempos, que nunca tuvo redención y que tocó techo y fondo a la vez, Señales tiene una primera hora magnífica, plagada de alusiones religiosas muy astutas y una atmósfera de inquietud muy lograda. Después entran los hombrecitos grises y lo que se va es nuestro interés.


-Niños del Hombre: Quizás una de las grandes películas pifiadas de todos los tiempos. En varios aspectos es magnífica (ambientación, fotografía, premisa original), pero su último tercio, cámara en mano y tiroteos y todo, pierde fuelle y comete el viejo error: resolver una buena historia con persecusiones y cosas que vuelan.


-Categoría películas-que-no-le-hacen-honor-a-sus-primeros-quince-minutos: Torres Gemelas (la de Oliver Stone, no la de Delfín Hasta el Fin), Rebobinados, Quantum of Solace, Crimen Ferpecto, Sólo un Sueño.


-CASO EMBLEMATICO: Nacido Para Matar, de Stanley Kubrick, que literalmente son dos películas distintas, conectadas apenas por un personaje. La primera es una brillante postal sobre el entrenamiento militar como campo de juego del fascismo. La segunda es una película-de-Vietnam que hace lucir a Pelotón como La Delgada Línea Roja.

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