Saturday, February 02, 2008

Miguel Serrano Fernández (*Santiago de Chile, 1917). Escritor y diplomático chileno. Pertenece a la generación literaria de 1938. A pesar de ser sobrino del poeta Vicente Huidobro, se independizó de la influencia que éste ejerciera sobre muchos jóvenes de la época.

Biografía
A causa de la muerte de Héctor Barreto, escritor socialista y su gran amigo de aquellos años, incursionó en la política de izquierda hasta que la masacre de los nacistas chilenos de 1938, conocida como la Matanza del Seguro Obrero, hizo que se interesara por el nacionalsocialismo, llegando a colaborar con el Movimiento Nacional-Socialista de Chile y, durante la Segunda Guerra Mundial, a apoyar decididamente a Adolf Hitler, editando la revista La Nueva Edad y deseando participar directamente en la Guerra, lo que no le fue posible por diversas circunstancias. Mas, en cambio, durante esos años que se le dio, de forma increíble, la posibilidad de llegar a enterarse del trasfondo esotérico del movimiento nazista alemán . Es por ello que Miguel Serrano sostiene que Hitler no murió en Berlín y que logró trasladarse a la Antártida, por la creación del disco volante, junto a los ciento veinte submarinos desaparecidos con toda su tripulación.

Después de su viaje a la Antártica (formando parte de la expedición oficial chilena de 1947) –en busca de la Base alemana de esas regiones subpolares–, fue, en 1953, nombrado Embajador de Chile en la India, donde buscó las entradas al monte Kailás, según el, antípoda del Melimoyu, en el sur patagónico chileno. La antípoda geografica del Melimoyu esta en el Desierto del Gobi, en Mongolia.

Una vez abandonada la diplomacia, en 1972 y de haber sido embajador de Chile en Yugoslavia y en Austria, se instaló en la Suiza italiana, en Montagnola, en la vieja Casa Camuzzi, donde un día también habitara su amigo Hermann Hesse, y allí se dedicó a escribir algunos de los libros en los que revela todo su conocimiento sobre el Hitlerismo Esotérico, además de haber publicado obras puramente literarias como Los Misterios o Las Visitas de la Reina de Saba, que fuera prologado por Carl Gustav Jung, una de las muchas personalidades mundiales cuya amistad cultivó hasta el final, como también la de Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, el Dalai Lama o Ezra Pound, entre otros.

Desde 1980 vive en Chile, con sus mismos ideales, a pesar de declarar que el Kali Yuga se aproxima a su final irrevocable.

Sus libros se hallan publicados en varias lenguas europeas y asiáticas: castellano, inglés, alemán, francés, italiano, portugués, hindi, griego, japonés, persa, serbo-croata y ruso.

Miguel Serrano (1917-)

Toda mi obra es el fruto de una experiencia interior,
que se va desarrollando cada día de mi vida.
Por eso nunca he podido hacer literatura
ni considerarme literato
en el sentido de ir inventando temas e historias
Miguel Serrano

La obra de Miguel Serrano, según él mismo señala, debería leerse como una única gran obra, en la que cada uno de sus libros entrega una parte de sus vivencias y pensamiento como autor. En efecto, desde su primera publicación, Antología del verdadero cuento en Chile (1938), se perciben los temas presentes en toda su obra posterior: el misterio de América, el destino de este continente y la pregunta por su identidad. En este primer libro, además, presentó a la Generación Literaria de 1938, de la que fue parte, y que el mismo denominó como la “generación secreta”.

En la década de 1930, Serrano comenzó a escribir sus primeros textos, impulsado por su amigo Guillermo Tapia quien le aconsejó que escribiera para superar los meses de aburrimiento en que estuvo inmovilizado como resultado de un accidente. Por esos años también, comenzó a frecuentar grupos de intelectuales que se reunían en San Diego ―Guillermo Atías, dirigente del Partido Comunista, Santiago del Campo, el poeta Julio Molina Müller y Héctor Barreto―, con quienes compartió su interés por la literatura.

Su inclinación hacia la política nació también en esa década. Su adhesión al comunismo se produjo tras la muerte de su amigo Héctor Barreto en manos de los nacionalsocialistas, y se terminó cuando su tío Vicente Huidobro le propuso que combatiera en la guerra civil española. En cambio, simpatizó con las ideas y postulados del nacionalsocialismo luego de la masacre de 60 miembros de dicho partido en la torre del Seguro Obrero en 1938.

Luego, en 1947, realizó una importante expedición a la Antártica, que presentó en una conferencia titulada La Antártica y otros mitos (1948). De esta experiencia también naió la obra Quién llama en los hielos (1957).

En los años siguientes, entre 1953 y 1970, Miguel Serrano se dedicó al ejercicio de la diplomacia. Entre todos los países que visitó, la India y el hinduismo lo marcaron profundamente. Publicó una serie de libros sobre este tema: Los Misterios (1960), Las visitas de la Reina de Saba (1960), La serpiente del Paraíso (1963). Su interés por el hinduismo lo compartió con Herman Hesse, a quien conoció en 1951, y que visitó con mayor frecuencia tras radicarse en Europa a partir de 1964.

De regreso en Chile, en la década de 1980, se dedicó a los temas del nacionalsocialismo y publicó la Trilogía del hitlerismo esotérico: El cordón dorado: hitlerismo esotérico (1980), Nos. Libro de la Resurrección (1980) y Manú: por el hombre que vendrá (1991).

Desde 1990 reside en Valparaíso. Su retorno a esta ciudad, Miguel Serrano la compara con el regreso de Ezra Pound a Venecia “una ciudad moribunda. No quiero decir que Valparaíso lo sea, pero ambas son poéticas, donde el entorno físico se compensa con la trascendencia espiritual”.

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