Saturday, March 31, 2007

Sexualidad

La sexualidad, culturalmente, ha quedado reducida al acto sexual coital concreto y la posibilidad de que ésta sea satisfactoria ha quedado sujeta a la obtención o no de orgasmos.
Pero esa es una visión muy reduccionista, porque, tal como lo explica el gineco-obstetra y sexólogo, Christian Thomas, la sexualidad comprende la forma cómo cada persona se presenta frente a los demás, abarcando su manera de expresarse, vestirse, actuar y otros.“Sexualidad viene del latín ‘secare’ que significa seccionar, cortar, separar, por lo tanto, la sexualidad es la forma como yo logro encontrar lo otro que me falta”, señala y de ahí que tenga que ver con la forma como construimos nuestra realidad. “Somos seres sexuados las 24 horas del día”, insiste.Circunscrita a una relación íntima entre un hombre y una mujer, la sexualidad se entiende como un encuentro voluntario con uno mismo y con el otro para satisfacer un deseo y hay múltiples formas para lograr aquello, como múltiples tipos de deseos.
De ahí que la sexualidad y su satisfacción varíe de acuerdo a la edad de las personas. Mientras en los niños tiene una expresión de autosatisfacción mediante actos mecánicos como succionar el dedo, en la adolescencia se concentra en los genitales a través del descubrimiento y la masturbación. Más adultos, la sexualidad se traduce en el encuentro físico con la otra persona y en la vejez dicho encuentro adquiere más una dimensión emocional.“Lo que es satisfactorio, entonces, para un adolescente no lo es para un adulto; todo va a depender de la etapa de la vida en que nos encontremos”, grafica Thomas.Etapas de un encuentro sexualLos deseos en un encuentro sexual pueden ser variados y su satisfacción ídem. Es así como una caricia, un beso o el coito pueden cumplir con la función de dar satisfacción a un deseo amoroso, mientras que el uso de la fuerza puede satisfacer un deseo sadomasoquista.El doctor Christian Thomas sostiene que para que se dé el encuentro entre dos, primero se debe dar el encuentro personal, que abarca un conocimiento del propio cuerpo, de su imagen, debilidades y fortalezas, historia y lenguaje. A partir de ello, se da el encuentro con el otro.
La sexualidad se debe entender como todo tipo de expresión y no reducirlo al coito”, insiste.Por todo lo anterior, un encuentro sexual entre dos personas comprende varias etapas. La primera de ella parte del deseo inconsciente de estar con el otro que se traduce en fantasías respecto a ese momento esperado. Luego, vendrá el encuentro físico que se inicia con la seducción y en donde el hombre y la mujer se expresan de distinta manera y perciben también diferente; el hombre en forma más visual y la mujer, más auditiva. También se da la seducción lingüística con ciertos contenidos.
Tras ello, se da el preámbulo corporal que comprende el contacto físico de ambos. Idealmente, éste debe iniciarse en la periferia como las orejas, las manos, la espalda, el cuello para luego acercarse hacia los genitales como los senos, la vagina y el pene. En esto cobra mucha importancia el contacto con los ojos, manos y boca y la aproximación hacia la zona más erotizada del cuerpo debe ser lentamente.Todo lo anterior prepara al hombre y la mujer para el encuentro coital, que comprende la liberación de una serie de sustancias que posibilitan la erección del pene en él y la lubricación de la vagina en ella. O sea, la excitación.Thomas hace presente que se puede tener o no orgasmo y el encuentro ser satisfactorio.Tras esto, viene el proceso de desprendimiento de los cuerpos, etapa en donde hay una resolución. Si bien los cuerpos se han satisfecho físicamente y emocionalmente, se mantiene un vínculo humano, de pareja, que se puede expresar de diversas maneras. “Es el momento de la contención amorosa, donde se pone en práctica el amor filial más que pasional”, dice.El sexólogo aclara que para tener una sexualidad satisfactoria no es condición la existencia de una relación de pareja, es decir, un encuentro casual puede ser satisfactorio, pero está comprobado que una relación estable es más favorable para conseguir la satisfacción a partir de que el vínculo se construye día a día.
“Hay más satisfacción donde hay menos pasión; el encuentro fortuito es más pasional, más rabioso, pero menos satisfactorio”, agrega Thomas.El especialista remarca que ‘encontrarse’ va mucho más allá de dos cuerpos que se tocan, implica compenetrarse con el otro. Para que se dé una sexualidad satisfactoria, se debe dar una satisfacción emocional y por eso se puede afirmar que un encuentro con un trabajador sexual no es satisfactorio.Los enemigos
Sabido es que el estrés es uno de los principales agentes que atenta contra la sexualidad satisfactoria, pero Christian Thomas también destaca las altas expectativas que se puede tener del encuentro y que se construyen a partir de imágenes culturales y del consumo de pornografía. “La pornografía distorsiona la realidad, engrandece el pene erecto, pero no lo emocional”, explica.Suma la inmadurez emocional de la persona como uno de los factores que impedirán ese encuentro satisfactorio. La competitividad –querer ser más de lo que se es- también complota y ello se puede graficar en el hecho de que la mujer, en este modelo de igualdad de géneros, está copiando el modus masculino de tomar y desechar a través de encuentros casuales.El sexólogo profundiza mencionando que las creencias culturales sobre el embarazo (una mujer embarazada es una madre santa que no se debe tocar) afectan la sexualidad.Hay factores fisiológicos que también se hacen presente como la menopausia, la andropausia, las disfunciones sexuales, las infecciones vaginales y las patologías como incontinencia urinaria, cistitis de repetición y prolapsos.

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