Saturday, March 31, 2007

Puras huevadas

"Yo no soy un Mesías, no soy un misionero. No estoy aquí para establecer una iglesia o para dar una doctrina al mundo, una nueva religión, no. Mi esfuerzo es totalmente diferente: una nueva conciencia no una nueva religión, una nueva conciencia no una nueva doctrina. ¡Ya basta de doctrinas, ya basta de religiones! El hombre necesita una nueva conciencia. Y la única forma de traer conciencia es continuar martilleando por todos lados para que, poco a poco, pedazos de tu mente se vayan desprendiendo. La estatua de un buda está oculta en ti. Ahora mismo eres una roca. Si sigo martilleando, tallando pedazos, poco a poco el buda emergerá." Osho

Todo hombre pasa -según mi entender- por un proceso que es semejante al de un volcán. Se va acumulando masa y en la superficie no se transforma nada. El hombre, entonces se pregunta: “¿Acaso mi vida será siempre así?”. En un momento dado empiezan los síntomas de la erupción. Si el hombre es una persona inteligente, dejará que la lava salga y se transforme el paisaje que lo rodea. Si es un burro, tratará de controlar la explosión; a partir de ese punto toda su energía se gastará en el intento de mantener ese volcán bajo control. Yo fui lo bastante pragmático como para entender que era necesario aceptar una cierta medida del dolor de la explosión para después poder alegrarme con el nuevo paisaje. Así es como los personajes de todos mis libros viven entre estos dos mundos: uno de ellos es el mundo en que rige el aumento de las tensiones. El otro, es el de la actitud de liberación. Coelho

Osho EL ARTE DE MORIR
La vida es vivir. No es una cosa, es un proceso. No hay otra forma de conocer lo que es la vida más que viviendo, estando vivo, fluyendo, discurriendo con ella. Si buscas el significado de la vida en algún dogma, en una determinada filosofía, en una teología, da por seguro que te perderás lo que es la vida y su significado. La vida no te está esperando en ninguna parte; te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas, es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás. El hombre ha estado haciendo esto durante siglos. Los conceptos se han vuelto muy importantes, las explicaciones se han vuelto muy importantes y lo real ha sido olvidado por completo. No vemos lo que de hecho ya está aquí, queremos racionalizaciones. Nadie puede darte el significado de tu vida. Es tu vida y el significado ha de ser también el tuyo. Los Himalayas no te servirán de ayuda. Nadie más que tú puede encontrarlo. Es tu vida y solamente es accesible a ti. Solamente con el vivir te será revelado el misterio. Lo primero que me gustaría decirte es: no lo busques en ninguna otra parte. No lo busques en mí, no lo busques en las escrituras, no lo busques en inteligentes explicaciones; son sólo justificaciones, no explican nada. Simplemente atiborran tu mente vacía, no te hacen consciente de lo que es. Y cuanto más está la mente atiborrada de conocimiento muerto, más torpe y estúpido te vuelves. El conocimiento hace a la gente estúpida, adormece su sensibilidad. Se atiborran de él, cargan con él, refuerzan su ego con él, pero no les aporta luz y no les indica el camino. No puede hacerlo. La vida ya está burbujeando en tu interior. Solamente puedes contactar con ella allí. El templo no está en el exterior; tú eres su santuario. Por eso lo primero que has de recordar, si quieres saber lo que es la vida, es: nunca la busques en lo exterior, nunca trates de descubrirla en alguien. El significado no puede ser transferido de este modo. Los Maestros más grandes nunca han dicho nada sobre la vida, siempre te han devuelto a ti mismo. Lo segundo que has de recordar es: una vez que sepas lo que es la vida, sabrás lo que es la muerte. La muerte es parte del mismo proceso. Por lo general creemos que la muerte llega al final, por lo general creemos que la muerte se opone a la vida, por lo general creemos que la muerte es el enemigo, pero la muerte no es el enemigo. Y si consideras a la muerte como el enemigo esto simplemente demuestra que no has sido capaz de saber lo que es la vida. La muerte y la vida son dos polaridades de una misma energía, del mismo fenómeno, el flujo y el reflujo, el día y la noche, el verano y el invierno. No están separados y no son opuestos ni contrarios. Son complementarios. La muerte no es el fin de la vida; de hecho es una culminación de una vida, la cresta de la vida, el clímax, el gran final. Y una vez conoces tu vida y su proceso, entonces comprendes lo que es la muerte. La muerte es una parte orgánica, integral de la vida y es muy amistosa con ella. Sin ella la vida no puede existir. La vida existe debido a la muerte, la muerte le da un trasfondo. La muerte es, en efecto, un proceso de renovación. Y la muerte sucede a cada instante. En el instante en que inhalas y en el instante en que exhalas, ambas se dan. Al inspirar, la vida entra; al expirar, viene la muerte. Por eso al nacer un niño lo primero que hace es inspirar; entonces la vida empieza.Ycuando un viejo muere, lo último que hace es exhalar; entonces la vida se va. El exhalar es la muerte, el inspirar es la vida. Son como las dos ruedas de una carreta. Vives tanto debido a que inspiras como a que expiras. El exhalar es parte del inhalar. No puedes inhalar si dejas de exhalar. No puedes vivir si dejas de morir. El hombre que ha comprendido lo que es su vida, permite que la muerte suceda, le da la bienvenida. Muere a cada instante y a cada instante resucita. Su cruz y su resurrección suceden continuamente como un proceso. Muere al pasado a cada momento y nace una y otra vez al futuro. Si observas lo que es la vida podrás saber lo que es la muerte. Si comprendes lo que es la muerte, solamente entonces serás capaz de comprender lo que es la vida. Forman un organismo. Por lo general, debido al miedo, hemos creado la división. Creemos que la vida es buena y que la muerte es mala. Creemos que ha de desearse la vida y que ha de evitarse la muerte. Creemos que, de alguna forma, hemos de protegernos contra la muerte. Esta idea absurda crea interminables desgracias en nuestras vidas, porque una persona que se protege contra la muerte se vuelve incapaz de vivir. Es la persona que teme exhalar y entonces es incapaz de inhalar y se queda embarrancada. Entonces simplemente mal vive, su vida deja de ser un fluir, su vida deja de ser un río. Si realmente deseas vivir has de estar dispuesto a morir. ¿Quién en ti teme a la muerte? ¿Teme la vida a la muerte? No es posible. ¿Cómo puede la vida sentirse asustada por su proceso integral? En ti hay algo más que está asustado. El ego es el que teme en ti. La vida y la muerte no son opuestos. El ego y la muerte sí son opuestos. La vida y la muerte no son opuestos. El ego y la vida sí son opuestos. El ego está en contra de los dos, de la vida y de la muerte. El ego teme el vivir y el ego teme el morir. Teme vivir porque a cada paso, al esforzarse en pos de la vida, hace que la muerte se acerque. Si vives, te estás acercando a la muerte. El ego teme morir, de ahí que también tema vivir. El ego simplemente mal vive. Hay mucha gente que ni está viva, ni está muerta. Esto es lo peor. Un hombre que está vivo plenamente también está lleno de muerte. Ese es el significado de Jesús en la cruz. Jesús acarreando con su propia cruz no ha sido plenamente compren-dido. Y les dice a sus discípulos, «Tendréis que llevar vuestra propia cruz». El significado de Jesús llevando su cruz es muy simple, no es nada más que esto: todo el mundo a de acarrear continuamente con su muerte, todo el mundo ha de morir a cada momento, todo el mundo ha de estar en la cruz porque éste es el único modo de vivir plenamente, totalmente. Siempre que te encuentres con un momento de total vitalidad, de repente también verás ahí a la muerte. Sucede en el amor. En el amor, la vida alcanza un clímax, de ahí que la gente tema al amor. Me siento asombrado continuamente por la gente que viene a mí y que me dice que teme al amor. ¿De dónde proviene este temor al amor? Se debe a que cuando realmente amas a alguien tu ego empieza a desaparecer y a fundirse. No puedes amar con el ego, el ego se convierte en la barrera. Y cuando quieres destruir la barrera, el ego te dice, «Esto se convertirá en una muerte, ¡cuidado!» La muerte del ego no es tu muerte. La muerte del ego es en realidad tu posibilidad de vida. El ego es simplemente una cáscara sin vida a tu alrededor. Tiene que ser hecha pedazos y tirada. Surge de forma natural, del mismo modo que cuando un transeúnte pasa, el polvo se deposita sobre sus ropas, sobre su cuerpo y ha de darse un baño para limpiarse de ese polvo. Al movernos en el tiempo, el polvo de las experiencias, del conocimiento, de la vida vivida, del pasado, se acumula. Ese polvo se convierte en tu ego. Al acumularse, se convierte en una cáscara que ha de ser rota y tirada. Uno se ha de bañar continuamente, cada día, de hecho, a cada instante, de forma que esta cáscara nunca se convierta en una prisión. El ego teme al amor porque en el amor la vida alcanza una culminación. Pero siempre que hay una culminación de la vida también hay una culminación de la muerte. Van de la mano. En el amor mueres y renaces. Lo mismo sucede cuando meditas o rezas o cuando acudes a un Maestro y te entregas. El ego crea toda suerte de dificultades, de justificaciones, para que no te entregues. «Piénsatelo, medítalo, sé inteligente». Cuando acudes a un Maestro, el ego sospecha, se llena de dudas, crea ansiedad porque de nuevo estás volviendo a la vida, estás volviendo a una llama donde la muerte va a estar tan viva como la vida. Recuerda que la muerte y la vida se alimentan mutuamente, nunca están separados.Si estás un poco, mínimamente vivo, en el mínimo, entonces verás a la vida y a la muerte como dos cosas separadas. Cuanto más te acerques a la cima, más se irán aproximando. En el ápice, se encuentran y se funden en uno solo. En el amor, en la meditación, en la confianza, en la oración, siempre que la vida es algo total, la muerte está allí. Sin muerte, la vida no puede ser total. Pero el ego siempre está pensando en divisiones, en dualidades. Lo divide todo. La Existencia es indivisible, no puede ser dividida. Eras un niño, luego te hiciste mayor. ¿Puedes delimitar cuándo te hiciste mayor? ¿Puedes señalar el lugar en el tiempo cuándo de repente dejaste de ser un niño y te volviste un joven? Un día te vuelves viejo. ¿Puedes indicar cuándo te vuelves viejo? Los procesos no pueden ser delimitados. Sucede exacta-mente lo mismo cuando naces. ¿Puedes señalar cuándo naciste? ¿Cuándo comienza realmente la vida? ¿Comienza cuando el niño empieza a respirar, cuando el doctor da unos azotes al niño y el niño empieza a respirar? ¿Es entonces cuando nace la vida? ¿O es cuando el niño entra en el útero, cuando la madre se queda embarazada, cuando el niño es concebido? ¿Empieza entonces la vida? ¿O incluso antes que esto? ¿Cuándo comienza exactamente la vida? Es un proceso que no tiene ni fin ni comienzo. Nunca empieza. ¿Cuándo está muerta una persona? ¿Muere cuando deja de respirar? Muchos yoguis han demostrado científicamente que pueden dejar de respirar y seguir vivos y luego regresar. De modo que el dejar de respirar no puede ser el final. ¿Dónde acaba la vida? Nunca acaba en parte alguna, nunca empieza en ninguna parte. Estamos sumergidos en la eternidad. Hemos estado aquí desde el mismo comienzo, si es que hubo alguna vez un comienzo, y vamos a seguir aquí hasta el final, si es que va a haber un final. De hecho no puede haber un principio ni puede haber un final. Somos vida, aun cuando la forma cambie, los cuerpos cambien, la mente cambie. Lo que llamamos vida es solamente la identificación con un determinado cuerpo, con una determinada mente, con una determinada actitud, y lo que llamamos muerte no es más que el salirse de esa forma, de ese cuerpo, de esa idea. Cambias de casa. Si te identificas demasiado con una casa entonces el cambiar de casa será algo muy doloroso. Creerás que te mueres porque la casa antigua era lo que tú eras; esa era tu identidad. Pero esto no sucede porque sabes que solamente estás cambiando de casa, que tú sigues siendo el mismo. Aquellos que han mirado en su propio interior, aquellos que han descubierto quién son, llegan a descubrir un proceso eterno, sin fin. La vida es un proceso sin tiempo, más allá del tiempo. La muerte forma parte de él. La muerte es un revivir continuo, una ayuda para que la vida resucite una y otra vez, una ayuda para que la vida se libre de las viejas formas, para librarse de los edificios desvencijados, para librarse de las anticuadas estructuras de modo que seas capaz de fluir y puedas de nuevo volverte fresco y joven y seas otra vez virgen.

La vida es aquí y ahora Osho
Cuantas veces añoramos el momento en que al fin podamos cumplir nuestros sueños y las condiciones que supuestamente requerimos para ser felices. Y mientras estas llegan... sufrimos, nos quejamos y lamentamos casi todo el tiempo. ¿Alguna vez has reflexionado acerca de lo maravilloso que es estar vivo en este instante? ¡La mejor parte de tu vida esta ocurriendo ahora! Este momento es único e irrepetible, no se volverá a presentar de la misma manera, así que vale la pena disfrutar y atender al máximo este instante, que puede trasformar completamente el resto de tu vida. Muchas personas han vivido pendientes de todo lo bueno que les espera en el futuro, perdiéndose la oportunidad de vivir el ahora.Yo estoy aprendiendo a despejar la bruma de mis temores y de los viejos prejuicios adquiridos, que muchas veces se convierten en la causa que no me deja definir lo que es realmente importante en este momento de mi vida. Entiendo que la felicidad depende de mí y por esa razón estoy abocado a resolver mis dilemas emocionales del pasado, para aligerar el peso de mi equipaje y hacer más liviano y agradable mi viaje. Con la experiencia, todos obtenemos la claridad que nos permite ver las cosas exactamente como son, sin fantasías y en su justo valor. Deberíamos aprovechar esta posibilidad para comenzar a disfrutar más de la vida. ¿Hasta cuándo vamos a postergar nuestra decisión de ser felices? ¿Hasta cuándo vamos a permitirle a nuestras viejas y gastadas ideas acerca de cómo vivir la vida, que nos saboteen la posibilidad de hacer las cosas que nos gustan? ¿Hasta cuándo vamos a justificar nuestra negativa a cambiar o nuestra pasividad por la falta de apoyo y comprensión de parte de otros?Un poco más allá fuera de todo malestar o pensamiento negativo que estés experimentando en este momento, se encuentra la vida con colores brillantes, esperando a que le des vuelta al cristal a través del cual la interpretas para que puedas salir de donde estás y considerarte un elegido por el sólo hecho de estar vivo aquí y ahora. ¡Me gustaría que en este punto pudieras detenerte y poner un poco de música alegre para acompañarte en el resto de esta lectura! ¿Te parece una idea alocada?¿Y por qué no? Hacerlo significaría que has abierto una ventana para que entren la reflexión y la luz en tu vida. Sonríe, ponte en acción y en movimiento, deja de darle vuelta a esos pensamientos llenos de temor y negatividad, respira profundo y al expulsar el aire, hazlo por la boca e imaginando que vacías tu alma de todo dolor, rabia, tristeza o frustración. ¿Cuánto tiempo te tomo? Sólo un par de minutos que puedes volver a repetir a lo largo del día para suavizar tu vida.Claves para tener en cuenta:Concéntrate en ser feliz. Vive cada momento de la mejor manera. Decide que no darás entrada a tu vida a la violencia o al malestar con el que otros viven la suya. Réstale importancia a los pequeños eventos que se presenten de forma inesperada en tu día, dales paso y concéntrate en resolverlos de la mejor manera.Reevalúa tus prioridades. Tal vez este sea el momento de hacer algunos ajustes en lo que ha sido tu estilo de vida en los últimos 10 años. Es tiempo de soltar el control, la rigidez de lo aprendido y algunas responsabilidades que ya no tienes.Cambia el no por el tal vez. ¿Cuántas veces en los últimos años repetiste la palabra “no” frente a una oportunidad, una invitación o una sugerencia? Es tiempo de bajar tu nivel de defensividad, además recuerda que las palabras influyen en nuestra manera de ver y vivir la vida. La próxima vez que vayas a decir que no, detente y di: Déjame pensar, Tal vez... esto cambiará tu vida y la relación con los demás.Cambia tus pensamientos. Cada vez que tu mente te lleve a pensar en alguna situación triste o preocupante, cambia de pensamiento. Distraer tu mente, te ayudará recuperar la claridad mental que te permita solucionar tus pendientes.Deja de pelear por pelear. ¡Ya no te desgaste más! Y mucho menos por situaciones o cosas que no dependen de ti, que están en manos de otros o que no tienen nada que ver contigo... Vive la vida en paz, con el deseo y la actitud de encontrar siempre todo lo bueno que encierra cualquier planteamiento o situación.Deja de esperar. Las condiciones óptimas que esperas para disfrutar de la vida pocas veces se dan y el tiempo pasa demasiado rápido para quedarte esperando. Disfruta de las cosas sencillas y bellas que la vida te ofrece ahora, como tus hijos, tu pareja, la naturaleza, la amistad...

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