Saturday, December 20, 2008

Jorge Luis Borges - Entrevista soler serrano 1980

1



Al otro



El amor y la amistad



Biografia




Sueño con Borges. A pesar de su ceguera ve mejor que yo. Se mueve mejor que yo por su casa en Buenos Aires llena de libros. Camina de forma normal. Apresurado y sin bastón, pero es ciego.


Del segundo tomo de la edición de Alianza, una muestra de "Fragmentos de un evangelio apócrifo":

18. Los actos de los hombres no merecen ni el fuego ni el cielo.

19. No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz.

(...)

25. No jures, porque todo juramento es un énfasis.

26. Resiste al mal, pero sin asombro y sin ira. A quien te hiriere en la mejilla derecha, puedes volverle la otra, siempre que no te mueva el temor.

27. Yo no hablo de venganzas ni de perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón. Hacer el bien a tu enemigo puede ser obra de justicia y no es arduo; amarlo, tarea de ángeles y no de hombres.

(...)

34. Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar...

35. La puerta es la que elige, no el hombre.

(...)

50. Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.

51. Felices los felices


"Peligroso como los hombres de un solo libro"


Jorge Luis Borges
Arte poética

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.


La escritora chilena Alejandra Costamagna habla del escritor argentino en Emol

En su arte poética, Borges nos dice que al arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Lo más interesante de Borges para mí es lo que yo llamo el delirio circular. La idea vertiginosa de que un momento puntual, puede ser la estela de un momento previo, o de un momento del porvenir. La idea de lo prefijado en sus relatos. Eso lleva a pensar en un cuento como “El Aleph”, que para mí es un cuento que atraviesa toda su literatura y donde convergen todos sus cuentos.
“El Aleph” como un estornudo que se multiplica. Ahí aparece la prefiguración de todos sus mundos posibles y eso lleva a pensar la idea de lo infinito como una clave fundamental en su escritura.Borges decía y atribuía su idea a Carlyle, que la historia universal es un infinito libro sagrado que todos los hombres escriben y leen y tratan de entender y en el que también los escriben. Eso recuerda por ejemplo, el cuento “Las ruinas circulares”, donde un hombre sueña que sueña un hombre y el mismo a su vez, está siendo soñado. Es el vértigo en Borges.
Otro punto primordial para mí, es el vinculo que establece Borges entre los mundos del sueño y la vigilia. La idea que no hay fronteras. En una entrevista, Borges cuenta que en una tribu de pieles rojas de EE.UU, existía la tradición de contarse los sueños todas las mañanas. Los padres enseñaban a sus hijos cómo comportarse en los sueños. Para él, esto tiene dos interpretaciones, una es que si uno se porta bien en el sueño se porta bien en la vigilia o mucho mejor para él, suponer que los sueños no son menos reales que la vigilia. O que la vigilia es una forma del sueño. Es la idea borgiana y sumamente idealista de que el mundo es ilusorio. El último punto tiene que ver con la propia biografía de Borges. Él mismo admitía que tuvo una vida más consagrada a leer que a escribir. Y eso se expresa para mí en la erudición de su escritura y nuevamente tiene que ver con ese idealismo que lo guía y según el cual no hay otra realidad que los procesos mentales. Sin embargo, la escritura de Borges está cargada de vitalidad. Es una paradoja semejante a la de su ceguera. Un ciego que lo ve todo, que es el mejor lector. Un ciego que ve lo que otros no pueden ver por ceguera mental.

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