La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel Por Alan Pauls
Conocíamos a la salteña Lucrecia Martel (La ciénaga, La niña santa) como a una etnógrafa de los clanes familiares de las burguesías de provincia, esas microsociedades ensimismadas, anacrónicas, regidas por la endogamia, el chisme y la promiscuidad. Ése es también el mundo de La mujer sin cabeza; sólo que esta vez Martel ha cambiado de punto de vista y de modulación: ya no lo mira con ojos impersonales, desde la tercera persona de la etnografía, sino muy cerca, casi pegada a la mirada de Verónica, su personaje principal; y lo que pone en escena ya no es exactamente un mundo dado, "objetivo", sino la imagen mental que se hace de él la protagonista. Todo pasa por la cabeza en el film de Martel: Verónica (filmada casi siempre en primer plano) se tiñe el pelo de rubio, atropella algo (un perro, quizás un niño) con su auto en una ruta de campo y "pierde la cabeza". Sólo la recuperará sobre el final, cuando vuelva a su color original y un sutil operativo de los hombres de la familia disuelva en el aire los cabos sueltos, los probables peligros que dejó el incidente de la ruta. Lo que vemos, pues, es lo que ve Verónica, o más bien lo que no ve, porque el bulto que golpea y deja atrás en el camino no abre sólo un interrogante ético (¿por qué no se baja del auto a ver, a verificar, a prestar ayuda? ¿Por qué no quiere saber lo que hizo?), sino perceptivo: Verónica cae en catatonia; olvida lo que es, lo que hace, todo lo que sabe, y se convierte en una máquina de registrar lo que sucede a su alrededor, un radar extraño, inestable, lento, capaz de captar signos pero no de conectarlos entre sí, y nunca de interpretarlos. Como lo advierte su tía Lala, que la escucha hablar y le dice: "Ésa no es tu voz", Verónica es una mujer al mismo tiempo vaciada y poseída. Es otra. Ve poco y nada, y lo poco que ve se le aparece desconectado, errático, tan literal que parece alucinado. Pero su función, en tanto que otra, no es ver sino hacer ver, dar a ver, volver visible para nosotros, testigos de su extraña relación con el mundo, lo que los demás -básicamente los hombres- hacen con ella y con el mundo. A diferencia de sus dos películas anteriores, tan absortas en describir la lógica del clan familiar provinciano que se daban el lujo de no hacerse preguntas, La mujer sin cabeza está montada sobre un reguero de pequeños enigmas que no cesan de plantear interrogantes. ¿Atropelló a un perro o a una persona? ¿Evita registrarse en el hospital por prudencia o por desconcierto? ¿Los hombres la ayudan o la encubren? ¿Es una víctima o una farsante? De ahí el suspenso del film, su tensión singular, a la vez sistemática y discontinua, que evoca en clave un poco esquizofrénica la que anima dos films de Hitchcock, Vértigo y Marnie, también protagonizados por rubias falsas, mujeres poseídas, o vaciadas, de las que nos preguntamos todo el tiempo lo mismo que nos preguntamos de Verónica: si son o se hacen.
Blog Archive
-
▼
2008
(1153)
-
▼
October
(111)
- Synco en la Zona
- Al viejo
- Bolaño...
- Mis opciones
- Jorge González y la nueva generación
- Cuentos de amor, locura y muerte de Horacio Quiroga
- David Foster Wallace a los graduados del Kenyon Co...
- El escritor chileno Alejandro Zambra (1975), que s...
- 2666 in English
- El Diario de Agustín
- AC DC
- La Scotland Yard me tiene amenazado. Si me ven ent...
- La maravillosa vida breve de Oscar Wao
- Hablando del suicidio
- Escritores en Wikipedia
- R.E.M
- Frases de Mario Benedetti
- Cuentistas uruguayos
- Ojo con
- Elecciones otra vez. Desempolvando viejos lugares ...
- V de venganza
- Gag simpsoniano
- Roberto Brodsky
- "Ceguera" El director brasileño Fernando Meirell...
- Enfermos de estrés
- Ceguera
- El cielo, la tierra y la lluvia
- Justamente la prueba más fehaciente de que existe ...
- Sueño que Tera Patrick se va transformar en monja ...
- Carlos Peña
- Alvaro Bisama elige sus 100
- Leonardo y su arte
- Así se hacen las películas (Making movies)
- "El método"
- Método científico o una forma de crear
- Festival de Cine Valdivia 2008
- "Secretos" de Valeria Sarmiento
- Clarice Espector
- Dormir la siesta
- Californication, de Tom Kapinos. Con David Duchovn...
- La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel Por A...
- Francisco Mouat
- asechar 1. tr. Intentar engañar, poner asechanzas....
- Jeff Buckley
- "Hallelujah" by Rufus Wainwright (Irish performance)
- The Last Shadow Puppets perform his songs LIVE at ...
- Take me out en Viña del Mar
- Frases con sabor a cine
- Arctic Monkeys
- Andar en auto
- Morcheeba
- El estilo Ellroy
- H. P. Lovecraft Los mitos de una obra controvertid...
- Godard
- Soledad
- Ensayos
- Sherlock Holmes
- escuchar libros
- Los verdaderos reyes del rock
- Las ojeras...Másmás
- ¿Por qué eres tan calmado, tan piola?-Porque mi me...
- Quiénes fuimos, somos y seremos
- Leyendas de Hollywood: ¿Por qué nos hacen tanta f...
- Diálogo de ciegos
- Una situación producto del azar, algo fortuito. Lo...
- Leer y escribir
- Creo que es un lugar común señalar tanto las críti...
- Kobo Abe La mujer de la arena (fragmento)" Desde s...
- Piel de gallina
- Roberto Merino
- Periodismo cultural
- Foster Wallace
- Neruda
- El principe de los ingenios
- Raúl Ruiz y la poética del cine
- Cine
- Adrian Martin: "El rol de la crítica de cine es má...
- DECLARACION PÚBLICA El Colegio de Periodistas y la...
- Franz Kafka
- Diversificación de la inversión. No poner los huev...
- Se arrienda
- Sucedió en aquella década de mierda. En la infame,...
- Es una alumna de colegio católico. De monja. Así q...
- Esos hueones pertenecen a una raza de patanes. Com...
- Friedrich Schelling La relación del arte con la na...
- Lin Yutang La importancia de vivir (fragmento)" He...
- Me dicen que no tengo vida. Si vida es vivir como ...
- John Cheever Diarios (fragmento)" Cuando la autode...
- La sagrada familia
- Interpretando a escritores
- Qué más se puede decir
- Thomas Bernhard Maestros antiguos (fragmento)" Est...
- Actrices que quiero mucho
- Nobleza obliga Dos himnos
- Para las personas inteligentes aburridas con tanto...
- De pie por favor, con ustedes... Mark Twain
- Seudónimos
- "No contamos ni con un solo escalón donde afirmar ...
- El segundo golpe de Baradit
- Heriberto Yañez es un ser relativamente normal. Tr...
-
▼
October
(111)