Saturday, October 14, 2006

Está temblando

Si eres chileno y no te acostumbras a los temblores o adoptas una postura psicológica ante éstos, pienso que eres un completo idiota. Yo ya estoy curado de espanto. Este año me tocó vivir por primera vez un enjambre sísmico. Me explico: En un día, aproximadamente 200 temblores, sólo que el ser humano se da cuenta de algunos pocos. Yo por lo menos creo que fueron 30 perceptibles de 4 a 5 grados cada uno. Yo estaba completamente extasiado. Era como si las fuerzas de la naturaleza tuvieran algo contra Atacama. Fue un día domingo y estaba de descanso. No quería saber que pasaba. Estaba en mi pieza desconectado y viendo como temblaba todo cada quince minutos. Como a las 7 de la tarde fue el más fuerte, como de 6 grados, y debo reconocer que reía de felicidad, era maravilloso. No sabía nada, sin embargo parecía como cuando cabro chico e iba a las atracciones mecánicas y para mí era el cielo ¿Qué estaba pasando?. ¿Corea del norte había lanzado una bomba atómica en Washington mientras la familia Bush tomaba su conservador desayuno? ¿Bin laden atacaba él mismo con una bomba atómica pegada a su pecho Wall Street? ¿El mundo estaba a punto de explotar? ¿Ahora si se acabaría para siempre?.
A mí en lo personal, en cualquier temblor, me gusta observar el fenómeno. Me gusta mirar como se mueve nuestro mundo, las cosas, es como si el mundo te dijera “Estoy vivo malditos, no me hueveen” y me siento como lo que somos, meras hormigas en un planeta en constante movimiento.
A lo que le temo en realidad, es a los malditos histéricos que le temen a los temblores. De esos me cuido y existen de diferentes clases. Los que tratan de tapar su nerviosismo y miedo tratando de calmar a los demás, lo que tiran tallas forzadas y falsas para desviar la atención, los que simplemente empalidecen y cambian su forma de ser o los que derechamente arrancan a perderse. Creo que hay que guardar silencio y mantener la sangre fría y sobre todo, pensar y razonar lo que está pasando. Y si eres como yo, disfrutarlo callado.

Creo que uno conoce verdaderamente a una persona de acuerdo a cómo actúa ante diferentes fenómenos. Ante una pelea, ante un temblor, ante ciertas cosas que lo ponen en peligro. Tiendo a confiar más en una persona que no le tiene miedo a los temblores. Esto es un asunto de lógica, de conocimiento.

Chile es ignorante en todo lo que le concierne, país de montañas, pero muy pocos saben algo de montañismo, un mar tranquilo nos baña pero en cocina somos pelmazos y para que decir en recursos marítimos. Por lo mismo, uno de los países con más temblores en el mundo y la gallá no cacha una. País lleno de grietas y escombros. Se nos mueve siempre el piso. Somos un país tembloroso, y eso ha pasado ser parte de nuestra biología, de nuestra fisiología. Construyendo siempre sobre ruinas y cadáveres.
Los temblores son un chileno más. Son parte de nuestra realidad. Lo raro en Chile es que no tiemble. Me gustan los temblores, me entretienen. La tierra diciéndonos: estoy viva. Los temblores en Chile son como ese amigo que nunca nos gusta cuando llega, pero está ahí, aperece y siempre aparecerá.

Todas las regiones tienen por lo menos un terremoto y si no, pues ellos se lo pierden. En la región de Atacama, fue el año 1922. Mis dos bisabuelas, María y Patrocinia lo vivieron, y me acuerdo que cuando lo contaban y yo era chico, recalcaban que fue terrible. Estoy consciente que un terremoto puede ser algo completamente nefasto, pero también el mar, el fuego, un accidente en auto, o que te atropelle en la esquina de tu casa un bus ciego. Es un asunto de cómo ves las cosas. Me niego a ser paranoico. Me niego a ser un miedoso.

Quizás no diría lo mismo si me encuentra uno en un ascensor o en un edificio de 20 pisos..pero bueno...

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