Por mi parte, mientras soy un socialista convencido tanto como el más ardiente marxista, no considero al Socialismo como un evangelio de venganza proletaria, ni siquiera, principalmente, como un medio de asegurar justicia económica. Lo considero principalmente como un ajuste a la máquina de producción requerido por consideraciones de sentido común, y calculadas para incrementar la felicidad, no sólo del proletariado, sino de todos excepto una minoría pequeña de la raza humana.
Bertrand Russell - "The Case for Socialism" (In Praise of Idleness, 1935)
Métodos modernos de producción nos han dado la posibilidad de bienestar y seguridad para todos; hemos escogido, en vez, tener sobrecarga de trabajo para algunos y hambruna para el resto. Hasta ahora hemos continuado ser tan enérgicos como éramos antes que hubieran máquinas; en esto hemos sido estúpidos, pero no hay razón para que sigamos siendo estúpidos por siempre.
Bertrand Russell - In Praise of Idleness, 1935
Llego a la conclusión que, tanto hoy como en tiempos de Locke, el liberalismo empirista (que no es incompatible con el socialismo democrático) es la única filosofía que puede ser adoptada por el hombre que, por una parte, demande alguna evidencia científica a sus convicciones y, por otra parte, desee la felicidad humana por encima de la prevalencia de cualquier partido o credo.
Bertrand Russell - Unpopular Essays - 1950
Sunday, March 29, 2009
Quien cree como yo, que el intelecto libre es la principal máquina del progreso humano, no puede sino oponerse fundamentalmente al Bolchevismo tanto como a la Iglesia de Roma. Las esperanzas que inspiran al comunismo son, en lo principal, tan admirables como aquellas inculcadas por el Sermón del Monte, pero ellas se sostienen fanáticamente y son igual de probables de hacer tanto daño como ellas.
Bertrand Russell - La Práctica y Teoría del Bolchevismo, 1920
Bertrand Russell - La Práctica y Teoría del Bolchevismo, 1920
Como señalaba Thomas Wolfe: Partir de este mundo puede ser lo mismo a partir de un balsa desde un isla, para llegar a un imponente baro que no espera más allá. Y desde ese barco, miraremos el litoral de nuestra vida con todos sus embates y bellezas. Ahí comprenderemos todo y con una sonrisa en la cara, miraremos todo sin culpa y sin pena.
Saturday, March 28, 2009
Soy Leyenda
Vi la película de Francis Lawrence y me sorprendió. Tampoco tanto, pero me gustó. Sabía que era un remake de un remake del libro de culto de Richard Matteson, pero al verla me olvidé de eso. Es increíble como algunas fuentes originales de la literatura y cultura popular (no hablo de los clásicos que todos conocemos) son inmortales y se amoldan con una facilidad increíble a los tiempos. Se adaptan. No es que evolucionen. Ya habían evolucionado mucho antes de su tiempo. Pienso en "La Guerra de los Mundos", "En los usupardores de cuerpos", "En el día que paralizaron la tierra" "La noche de los muertos vivientes" o las mismas versiones fílmicas anteriores de "Soy Legenda".
Wikipedia
Thursday, March 26, 2009
El sol
Nuestro Universo
Colisionador de Hadrones
Eso
Icarito
Mir
Programas de History Channel: Más allá del Big Bang, El Universo, El próximo Big Bang, La historia de Galileo Galilei y el telescopio en "Man moment machine"
COSMOS DE CARL SAGAN
1
2
3
4
5
6
7
Ceres
Rodrigo Jarpa:
Un enemigo del mito sexual
El compañero de fórmula de María Gracia Subercaseaux en Chilevisión, asegura que la falta de deseo será la gran epidemia sexual que se avecina, en medio de parejas sanas que prefieren evitar la intimidad por temor a enfrentar sus conflictos.
Miércoles 18 de Marzo de 2009
Ángela Tapia F.
Fotos, Viviana Morales.
“De repente me topaba con gente abc1 que no tenían idea de cosas básicas, mujeres que pensaban que por donde hacían pipi también nacían las guaguas o que el clítoris estaba al fondo de la vagina. Tampoco entendían su ciclo menstrual”, recuerda el joven psicólogo de 30 años para explicar el motivo de su especialización en sexualidad.
Es Rodrigo Jarpa, el mismo que acompaña a María Gracia Subercaseaux en el programa “SOS, la sexualidad de los chilenos” y que se ha propuesto derribar algunos de los mitos que por falta de información o educación, como cuenta, se han establecido como mitos sexuales en la realidad de no pocas personas.
A través de su blog y de su consulta en el Centro de Psicoterapia y Salud Sexual no son pocas las consultas que le llegan, algunas de ellas, llenas de estos errados estereotipos.
“Con el oficio he aprendido a no dar las cosas por hecho. Acá no existe el sentido común, tienes que preguntar hasta lo más básico y dar por sentado de que no se sabe nada”, dice. Es por esto que se ha concentrado en lo que será su primer libro que, aunque el centro será la eyaculación precoz, tendrá mucho de ir cazando mitos sexuales.
-¿Cuáles son los principales mitos?
“Uno es la creencia de que hay un orgasmo bueno y otro malo. Hay muchas mujeres que creen que porque no tienen un orgasmo vaginal, tienen un problema. Y el 70% de las mujeres necesita estimulación del clítoris para tener un orgasmo, pero al final es uno solo. El orgasmo es orgasmo no más. Si una mujer se excitara mucho porque el hombre le da besos en el lóbulo de la oreja y tuviera ella un orgasmo, no es que ella haya tenido un orgasmo de oreja. Existe esta creencia que viene desde el psicoanálisis, porque Freud planteaba que el orgasmo clitoridiano es un orgasmo inmaduro que pondría estar asociado a patologías y que con la madurez se tenía que pasar a la vaginidad”.
-Que sería el orgasmo perfecto, según la teoría.
“Claro. No creo que todo el mundo tenga acceso al psicoanálisis, pero quedó dando vuelta esta idea igual. Es cosa de ver películas pornográficas o cualquier película, donde, más encima, los dos llegan al orgasmo al mismo tiempo, cosa que es muy difícil. Una pareja que ya se conoce hace tiempo, que tiene buen ritmo y sabe cómo excitarse, quizás lo pueda lograr con más facilidad, pero es complicado”.
-¿Es imprescindible el orgasmo para tener una relación sexual buena?
“Más que nada es esta confusión que por no tener un orgasmo vaginal existe un problema. La mujer puede lograrlo antes, durante o después. No hay un modelo. Cualquier orgasmo es bienvenido. Para el hombre es mucho más importante el orgasmo de las mujeres, porque él es más concreto y de resultados, es como ‘ya, a ver, ¿dónde está?’ Le genera frustración”.
-¿Cuánto afectan las películas pornográficas en la noción de sexualidad en pareja que tenemos?
“Eso es súper heavy, porque muchos de estos vacíos de información los hemos llenado con el porno o con cosas que salen en internet, que es un arma de doble filo; tiene cosas súper buenas, pero por otro lado encuentras basura sin un filtro ni saber cómo distinguirla. Con esto, la gente tiene un modelo completo armado, en relación a cómo tiene que ser la sexualidad, cuánto tiene que durar el hombre, cuándo tiene que ser el orgasmo de la mujer, que el hombre siempre tiene que tener ganas, y él y la mujer, físicamente siempre deben estar marcados, con las pechugas perfectas, silicona, todo arriba”.
-Dicen que la masturbación excesiva en la adolescencia podría desembocar en una eyaculación precoz en la madurez. ¿Qué tan cierto es?
“Depende. Una masturbación, como muchos jóvenes la practican, es culposa, encerrado en el baño, bien apurado para que no lo vayan a pillar. Así, claramente está generando un aprendizaje de una eyaculación mucho más rápida. Es como hacer un entrenamiento para una eyaculación precoz. Pero la masturbación propiamente tal no tiene porqué generar eyaculación precoz”.
-Verdad o mentira: ...todo depende de la técnica.
“En términos prácticos, si es que el hombre tiene entre 6 ó 7 centímetros, donde estamos hablando de un micropene, se puede funcionar perfecto. La parte más sensible de la mujer es el clítoris y el primer tercio del tracto vaginal, así que si el pene no llega más allá no tendría mayor relevancia. Aunque a nivel simbólico, a una mujer sí le puede importar estar con un hombre que tiene un pene muy pequeño, por un tema que tiene metido en la cabeza casi que la masculinidad se mide en los centímetros”.
-¿Qué pasa con el sexo en el embarazo? Algunos piensan que puede ser malo para la guagua.
“Si no es un embarazo de riesgo y es normal, se puede tener sexo hasta el último día. Claramente hay algunas posiciones que lo hacen más cómodo y el deseo va variando en la mujer en las distintas etapas. En la primera, generalmente hay mareos y nauseas y no se sienten muy bien. Pero en el segundo tercio, al haber mayor irrigación de toda el área genital, la estimulación se siente mucho más intensa. Hay mujeres que reportaban anorgasmia, y que decían haber tenido el primer orgasmo durante el embarazo. También influye que el hombre se pone más tierno, con expresiones de cariño que no siempre tiene”.
-¿El alcohol afecta el desempeño de una buena relación sexual?
“El alcohol, en bajas dosis, baja la ansiedad, pero en dosis más altas es un depresor. Entonces, claramente juega en contra, y si el consumo es prolongado afectará a largo plazo en el deseo sexual”.
-¿Te refieres a un alcohólico?
“A un alcohólico o alguien que abuse. Es que si pescamos el criterio del alcoholismo, todos somos alcohólicos en Chile”.
-¿Estamos todos jugando en contra de nuestra vida sexual, entonces?
“Sí. El alcohol, el cigarro, el sedentarismo, en general todas las cosas que atentan a la salud también se ven reflejadas en la vida sexual”.
-¿Los afrodisíacos sirven o es otro mito?
“No conozco y sé que no existe ningún estudio científico que demuestre que un alimento tenga propiedades afrodisíacas. Se dan ciertas asociaciones con comidas que tienen forma de genitales o nombres parecidos a cosas del sexo, pero que tengan una acción biológica de afrodisíaco... No sé”.
-Una discusión eterna: ¿la mujer eyacula?
“Hay muy pocas mujeres que lo hacen, aunque no está todavía muy claro qué es lo que eyaculan. Es un líquido parecido a la orina, pero no es orina, es parecido al semen, pero claramente no lo es, no tiene espermios; es un líquido transparente y viscoso. Las mujeres que lo eyaculan lo hacen desde dónde estaría el punto G, que es 2 centímetros y medio en la pared anteroposterior de la vagina.
“La otra vez me llegó una paciente que estaba con una pareja que no entendía porqué ella no eyaculaba. A él, con sus parejas anteriores, le había pasado y no se explicaba porqué ahora no, así que casi que quería poner término a la relación porque creía que ella no disfrutaba el sexo con él. Ella también estaba aproblemadísima, pero hay muchas veces que basta que uno tenga una conversación, informar, normalizar la situación y listo, no existe más el problema”.
-Das por hecho que el punto G existe.
“Hay mujeres que sienten mucho placer en esa zona y las que lo logran detectar dicen que es como un tejido más rugoso, pero que no todas las mujeres lo sienten. Pero no hay que darle tanta importancia al punto G, que al final genera más ansiedad por tener que andar buscándolo... El clítoris es fundamental”.
-¿Las mujeres siguen fingiendo los orgasmos?
“Se da bastante. Entre las condiciones que tengo para hacer terapia está que saquen a los niños de la pieza y que la mujer, si está fingiendo orgasmos, que deje de fingirlos. Es que si quiere trabajar sobre eso no puede seguir engañando”.
-El orgasmo de mentira pasa, entonces, netamente por falta de comunicación.
“Sí, pero es por el hombre que la mujer se siente obligada a tener orgasmos. He visto algunos casos en que ha venido la mujer sola y cuando le digo que la condición es dejar de fingir los orgasmos, no volvió más. Prefieren seguir fingiéndolos, en vez de enfrentar todo el dolor y el tema que implica”.
-¿Pero no es más doloroso no hacer frente al problema y que éste siga dañando a la pareja?
“Hay mucha gente que logra alcanzar un equilibrio y adaptarse a este síntoma, y funcionan bien. Incluso hay parejas jóvenes, sin ningún problema biológico, que reanuncian al sexo. No tienen no más”.
Disfunciones a la chilena
A favor del sexo planificado
Una vez lo tildaron como el “gurú de la sexualidad” y como “el sexólogo más mino de la televisión chilena”, y se pone un poco rojo aún cuando lo recuerda. Rodrigo dice que le da miedo que su trabajo se farandulice. Es que cuando se trata de sexo es fácil cruzar la línea de la seriedad a la conversación entre risitas, que se puede ver sana entre amigas, pero no cuando un profesional intenta solucionar el problema de un ser humano.
En Chile, la lista de disfunciones no es menor. Según Jarpa, ésta está encabezada por la famosísima eyaculación precoz entre los conflictos masculinos y en las mujeres, la anosgarmia atormenta a la mayoría. Pero como el sexo no discrimina, la falta de deseo es el conflicto principal que afecta tanto a ellas como a ellos y viene manifestándose cada vez más desde hace algún tiempo, representando para el sexólogo lo que será “la gran nueva epidemia sexual”.
-¿Andamos con mucho estrés?
“La falta de deseo no sólo está ligada al estrés. La falta de conocimiento lleva a tener relaciones sexuales menos placenteras y al pasar esto, se va perdiendo el deseo”.
-¿Existe algún patrón en común entre los pacientes con falta de deseo?
“Generalmente son personas con poco tiempo y espacio. Si no existen esas dos dimensiones básicas, no puedes hablar ni siquiera de sexo. Eso no existe. Se trata de personas jóvenes, profesionales, bien trabajólicas que llegan a la casa muertas, sin ganas de nada. Y está demostrado con estudios que mientras menos sexo se tiene, menos lo pide el cuerpo”.
-Pero, a pesar de que problemas como éste vayan en aumento, apenas un 5% va a un especialista.
“Es bajísimo por vergüenza, porque implica también enfrentar algo doloroso, el aceptar una culpa como pareja, de decir: Sabes qué, tenemos un problema, tenemos que trabajar, ir a terapia...”.
-¿Cómo manejas esto con tus pacientes?
“Lo primero es encontrar el tiempo. Les pido que me traigan un horario -estos como gráficos de torta- que diga cuánto dedican en un día normal a dormir, a trabajar, etcétera. Nunca me han traído un horario que tenga uno de estos pedacitos para el sexo. Así que ahí hay que ver qué responsabilidades se podrían sacar para poder tener ese espacio y empezar a hablar ya de sexo planificado”.
-¿Y eso no estresa más?
“Es que en este contexto donde no hay tiempo, es una opción súper válida. Si no quieres tener sexo, no lo tengas, pero al menos date un espacio de intimidad para que los dos conversen y estén conectados; cerrar la puerta de la pieza y chao, tener un momento de pareja. Tenemos muy asociada la falta de espontaneidad como algo malo, peor no necesariamente tiene que ser así. No porque esté planificado está mal, está perfecto”.
-Siempre que no esté la presión de “cumplir”.
“Claro, si tienes eso metido en la cabeza de tener que cumplir con todo es heavy, y más encima es más presión para el hombre, porque en general nosotros tenemos una cultura que -como dijo la Fanny Muldman, que lo encontré genial- fomenta la necrofilia”.
-¡¿Por qué?!
“Porque la mujer es muy pasiva y se le atribuye toda la responsabilidad del placer al hombre, el de la mujer y el de él. Hay muchas mujeres que no tienen idea qué es lo que les gusta y esperan que su pareja lo adivine, y las que saben, muchas veces no le dicen tampoco y esperan tiradas en la cama que el hombre sea el maestro”.
-Parece que siempre volvemos a la falta de educación.
“Sí, y al sexo asociado con algo malo por la educación con mucha represión, la culpa, mensajes que son muy poco consistentes. A la mujer se le dice que el sexo es malo, que es cochino, pero que lo tiene que guardar para el matrimonio, para el hombre que ama, pero ¿por qué tiene que estar guardando para el hombre que ama algo que es malo y cochino?”
-¿Seguimos aferrados a esa cultura conservadora? Da la impresión de que hoy hay más apertura.
“Estamos menos aferrados, pero siento que hoy existen visiones muy polarizadas del tema. Por un lado está toda esta creencia asociada a la Iglesia con la culpa, el sexo malo, que es sólo para procrear, no como una instancia de comunicación y de placer, y, por otro, está el extremo que se ve en los jóvenes, ahora con los pokemones y esas tribus urbanas, con un sexo totalmente desligado de afecto, irresponsable, sin los cuidados mínimos que implica. Me imagino que parte del avance en este tema es que se vaya integrando un poco, hasta llegar a algo más equilibrado”.
-¿Qué tan válido, sano o útil es separar el amor del sexo?
“Es algo totalmente válido, pero, en general, la integración es más placentera y sana en todo sentido. Tener una vida sexual que tenga integrado el sexo, el erotismo con el afecto, claramente va a ser más satisfactoria”.
-¿Cuál es tu vicio privado?
“Me gusta lo raro. Me encantan las cosas freak, desde objetos, personas raras, arte raro, todo lo bizarro, lo extraño me llaman profundamente la atención”.
-¿Algún ejemplo?
“Personas raras, en forma de ser o físicamente, o que tengan mal formaciones...
-Tiene mucho de morbo todo esto.
“Sí, es que, en general, yo soy bien voyerista, no sólo en el plano sexual, sino que me gusta mirar. Siempre cuando preguntaban que con qué animal uno se identifica, siempre los hombres responden que un puma o un león, tratando de ser más agresivos y viriles. Pero yo respondía que con un búho, porque está un poco alejado y sapeando. En la consulta, finalmente, hay harto de eso también”.
Un enemigo del mito sexual
El compañero de fórmula de María Gracia Subercaseaux en Chilevisión, asegura que la falta de deseo será la gran epidemia sexual que se avecina, en medio de parejas sanas que prefieren evitar la intimidad por temor a enfrentar sus conflictos.
Miércoles 18 de Marzo de 2009
Ángela Tapia F.
Fotos, Viviana Morales.
“De repente me topaba con gente abc1 que no tenían idea de cosas básicas, mujeres que pensaban que por donde hacían pipi también nacían las guaguas o que el clítoris estaba al fondo de la vagina. Tampoco entendían su ciclo menstrual”, recuerda el joven psicólogo de 30 años para explicar el motivo de su especialización en sexualidad.
Es Rodrigo Jarpa, el mismo que acompaña a María Gracia Subercaseaux en el programa “SOS, la sexualidad de los chilenos” y que se ha propuesto derribar algunos de los mitos que por falta de información o educación, como cuenta, se han establecido como mitos sexuales en la realidad de no pocas personas.
A través de su blog y de su consulta en el Centro de Psicoterapia y Salud Sexual no son pocas las consultas que le llegan, algunas de ellas, llenas de estos errados estereotipos.
“Con el oficio he aprendido a no dar las cosas por hecho. Acá no existe el sentido común, tienes que preguntar hasta lo más básico y dar por sentado de que no se sabe nada”, dice. Es por esto que se ha concentrado en lo que será su primer libro que, aunque el centro será la eyaculación precoz, tendrá mucho de ir cazando mitos sexuales.
-¿Cuáles son los principales mitos?
“Uno es la creencia de que hay un orgasmo bueno y otro malo. Hay muchas mujeres que creen que porque no tienen un orgasmo vaginal, tienen un problema. Y el 70% de las mujeres necesita estimulación del clítoris para tener un orgasmo, pero al final es uno solo. El orgasmo es orgasmo no más. Si una mujer se excitara mucho porque el hombre le da besos en el lóbulo de la oreja y tuviera ella un orgasmo, no es que ella haya tenido un orgasmo de oreja. Existe esta creencia que viene desde el psicoanálisis, porque Freud planteaba que el orgasmo clitoridiano es un orgasmo inmaduro que pondría estar asociado a patologías y que con la madurez se tenía que pasar a la vaginidad”.
-Que sería el orgasmo perfecto, según la teoría.
“Claro. No creo que todo el mundo tenga acceso al psicoanálisis, pero quedó dando vuelta esta idea igual. Es cosa de ver películas pornográficas o cualquier película, donde, más encima, los dos llegan al orgasmo al mismo tiempo, cosa que es muy difícil. Una pareja que ya se conoce hace tiempo, que tiene buen ritmo y sabe cómo excitarse, quizás lo pueda lograr con más facilidad, pero es complicado”.
-¿Es imprescindible el orgasmo para tener una relación sexual buena?
“Más que nada es esta confusión que por no tener un orgasmo vaginal existe un problema. La mujer puede lograrlo antes, durante o después. No hay un modelo. Cualquier orgasmo es bienvenido. Para el hombre es mucho más importante el orgasmo de las mujeres, porque él es más concreto y de resultados, es como ‘ya, a ver, ¿dónde está?’ Le genera frustración”.
-¿Cuánto afectan las películas pornográficas en la noción de sexualidad en pareja que tenemos?
“Eso es súper heavy, porque muchos de estos vacíos de información los hemos llenado con el porno o con cosas que salen en internet, que es un arma de doble filo; tiene cosas súper buenas, pero por otro lado encuentras basura sin un filtro ni saber cómo distinguirla. Con esto, la gente tiene un modelo completo armado, en relación a cómo tiene que ser la sexualidad, cuánto tiene que durar el hombre, cuándo tiene que ser el orgasmo de la mujer, que el hombre siempre tiene que tener ganas, y él y la mujer, físicamente siempre deben estar marcados, con las pechugas perfectas, silicona, todo arriba”.
-Dicen que la masturbación excesiva en la adolescencia podría desembocar en una eyaculación precoz en la madurez. ¿Qué tan cierto es?
“Depende. Una masturbación, como muchos jóvenes la practican, es culposa, encerrado en el baño, bien apurado para que no lo vayan a pillar. Así, claramente está generando un aprendizaje de una eyaculación mucho más rápida. Es como hacer un entrenamiento para una eyaculación precoz. Pero la masturbación propiamente tal no tiene porqué generar eyaculación precoz”.
-Verdad o mentira: ...todo depende de la técnica.
“En términos prácticos, si es que el hombre tiene entre 6 ó 7 centímetros, donde estamos hablando de un micropene, se puede funcionar perfecto. La parte más sensible de la mujer es el clítoris y el primer tercio del tracto vaginal, así que si el pene no llega más allá no tendría mayor relevancia. Aunque a nivel simbólico, a una mujer sí le puede importar estar con un hombre que tiene un pene muy pequeño, por un tema que tiene metido en la cabeza casi que la masculinidad se mide en los centímetros”.
-¿Qué pasa con el sexo en el embarazo? Algunos piensan que puede ser malo para la guagua.
“Si no es un embarazo de riesgo y es normal, se puede tener sexo hasta el último día. Claramente hay algunas posiciones que lo hacen más cómodo y el deseo va variando en la mujer en las distintas etapas. En la primera, generalmente hay mareos y nauseas y no se sienten muy bien. Pero en el segundo tercio, al haber mayor irrigación de toda el área genital, la estimulación se siente mucho más intensa. Hay mujeres que reportaban anorgasmia, y que decían haber tenido el primer orgasmo durante el embarazo. También influye que el hombre se pone más tierno, con expresiones de cariño que no siempre tiene”.
-¿El alcohol afecta el desempeño de una buena relación sexual?
“El alcohol, en bajas dosis, baja la ansiedad, pero en dosis más altas es un depresor. Entonces, claramente juega en contra, y si el consumo es prolongado afectará a largo plazo en el deseo sexual”.
-¿Te refieres a un alcohólico?
“A un alcohólico o alguien que abuse. Es que si pescamos el criterio del alcoholismo, todos somos alcohólicos en Chile”.
-¿Estamos todos jugando en contra de nuestra vida sexual, entonces?
“Sí. El alcohol, el cigarro, el sedentarismo, en general todas las cosas que atentan a la salud también se ven reflejadas en la vida sexual”.
-¿Los afrodisíacos sirven o es otro mito?
“No conozco y sé que no existe ningún estudio científico que demuestre que un alimento tenga propiedades afrodisíacas. Se dan ciertas asociaciones con comidas que tienen forma de genitales o nombres parecidos a cosas del sexo, pero que tengan una acción biológica de afrodisíaco... No sé”.
-Una discusión eterna: ¿la mujer eyacula?
“Hay muy pocas mujeres que lo hacen, aunque no está todavía muy claro qué es lo que eyaculan. Es un líquido parecido a la orina, pero no es orina, es parecido al semen, pero claramente no lo es, no tiene espermios; es un líquido transparente y viscoso. Las mujeres que lo eyaculan lo hacen desde dónde estaría el punto G, que es 2 centímetros y medio en la pared anteroposterior de la vagina.
“La otra vez me llegó una paciente que estaba con una pareja que no entendía porqué ella no eyaculaba. A él, con sus parejas anteriores, le había pasado y no se explicaba porqué ahora no, así que casi que quería poner término a la relación porque creía que ella no disfrutaba el sexo con él. Ella también estaba aproblemadísima, pero hay muchas veces que basta que uno tenga una conversación, informar, normalizar la situación y listo, no existe más el problema”.
-Das por hecho que el punto G existe.
“Hay mujeres que sienten mucho placer en esa zona y las que lo logran detectar dicen que es como un tejido más rugoso, pero que no todas las mujeres lo sienten. Pero no hay que darle tanta importancia al punto G, que al final genera más ansiedad por tener que andar buscándolo... El clítoris es fundamental”.
-¿Las mujeres siguen fingiendo los orgasmos?
“Se da bastante. Entre las condiciones que tengo para hacer terapia está que saquen a los niños de la pieza y que la mujer, si está fingiendo orgasmos, que deje de fingirlos. Es que si quiere trabajar sobre eso no puede seguir engañando”.
-El orgasmo de mentira pasa, entonces, netamente por falta de comunicación.
“Sí, pero es por el hombre que la mujer se siente obligada a tener orgasmos. He visto algunos casos en que ha venido la mujer sola y cuando le digo que la condición es dejar de fingir los orgasmos, no volvió más. Prefieren seguir fingiéndolos, en vez de enfrentar todo el dolor y el tema que implica”.
-¿Pero no es más doloroso no hacer frente al problema y que éste siga dañando a la pareja?
“Hay mucha gente que logra alcanzar un equilibrio y adaptarse a este síntoma, y funcionan bien. Incluso hay parejas jóvenes, sin ningún problema biológico, que reanuncian al sexo. No tienen no más”.
Disfunciones a la chilena
A favor del sexo planificado
Una vez lo tildaron como el “gurú de la sexualidad” y como “el sexólogo más mino de la televisión chilena”, y se pone un poco rojo aún cuando lo recuerda. Rodrigo dice que le da miedo que su trabajo se farandulice. Es que cuando se trata de sexo es fácil cruzar la línea de la seriedad a la conversación entre risitas, que se puede ver sana entre amigas, pero no cuando un profesional intenta solucionar el problema de un ser humano.
En Chile, la lista de disfunciones no es menor. Según Jarpa, ésta está encabezada por la famosísima eyaculación precoz entre los conflictos masculinos y en las mujeres, la anosgarmia atormenta a la mayoría. Pero como el sexo no discrimina, la falta de deseo es el conflicto principal que afecta tanto a ellas como a ellos y viene manifestándose cada vez más desde hace algún tiempo, representando para el sexólogo lo que será “la gran nueva epidemia sexual”.
-¿Andamos con mucho estrés?
“La falta de deseo no sólo está ligada al estrés. La falta de conocimiento lleva a tener relaciones sexuales menos placenteras y al pasar esto, se va perdiendo el deseo”.
-¿Existe algún patrón en común entre los pacientes con falta de deseo?
“Generalmente son personas con poco tiempo y espacio. Si no existen esas dos dimensiones básicas, no puedes hablar ni siquiera de sexo. Eso no existe. Se trata de personas jóvenes, profesionales, bien trabajólicas que llegan a la casa muertas, sin ganas de nada. Y está demostrado con estudios que mientras menos sexo se tiene, menos lo pide el cuerpo”.
-Pero, a pesar de que problemas como éste vayan en aumento, apenas un 5% va a un especialista.
“Es bajísimo por vergüenza, porque implica también enfrentar algo doloroso, el aceptar una culpa como pareja, de decir: Sabes qué, tenemos un problema, tenemos que trabajar, ir a terapia...”.
-¿Cómo manejas esto con tus pacientes?
“Lo primero es encontrar el tiempo. Les pido que me traigan un horario -estos como gráficos de torta- que diga cuánto dedican en un día normal a dormir, a trabajar, etcétera. Nunca me han traído un horario que tenga uno de estos pedacitos para el sexo. Así que ahí hay que ver qué responsabilidades se podrían sacar para poder tener ese espacio y empezar a hablar ya de sexo planificado”.
-¿Y eso no estresa más?
“Es que en este contexto donde no hay tiempo, es una opción súper válida. Si no quieres tener sexo, no lo tengas, pero al menos date un espacio de intimidad para que los dos conversen y estén conectados; cerrar la puerta de la pieza y chao, tener un momento de pareja. Tenemos muy asociada la falta de espontaneidad como algo malo, peor no necesariamente tiene que ser así. No porque esté planificado está mal, está perfecto”.
-Siempre que no esté la presión de “cumplir”.
“Claro, si tienes eso metido en la cabeza de tener que cumplir con todo es heavy, y más encima es más presión para el hombre, porque en general nosotros tenemos una cultura que -como dijo la Fanny Muldman, que lo encontré genial- fomenta la necrofilia”.
-¡¿Por qué?!
“Porque la mujer es muy pasiva y se le atribuye toda la responsabilidad del placer al hombre, el de la mujer y el de él. Hay muchas mujeres que no tienen idea qué es lo que les gusta y esperan que su pareja lo adivine, y las que saben, muchas veces no le dicen tampoco y esperan tiradas en la cama que el hombre sea el maestro”.
-Parece que siempre volvemos a la falta de educación.
“Sí, y al sexo asociado con algo malo por la educación con mucha represión, la culpa, mensajes que son muy poco consistentes. A la mujer se le dice que el sexo es malo, que es cochino, pero que lo tiene que guardar para el matrimonio, para el hombre que ama, pero ¿por qué tiene que estar guardando para el hombre que ama algo que es malo y cochino?”
-¿Seguimos aferrados a esa cultura conservadora? Da la impresión de que hoy hay más apertura.
“Estamos menos aferrados, pero siento que hoy existen visiones muy polarizadas del tema. Por un lado está toda esta creencia asociada a la Iglesia con la culpa, el sexo malo, que es sólo para procrear, no como una instancia de comunicación y de placer, y, por otro, está el extremo que se ve en los jóvenes, ahora con los pokemones y esas tribus urbanas, con un sexo totalmente desligado de afecto, irresponsable, sin los cuidados mínimos que implica. Me imagino que parte del avance en este tema es que se vaya integrando un poco, hasta llegar a algo más equilibrado”.
-¿Qué tan válido, sano o útil es separar el amor del sexo?
“Es algo totalmente válido, pero, en general, la integración es más placentera y sana en todo sentido. Tener una vida sexual que tenga integrado el sexo, el erotismo con el afecto, claramente va a ser más satisfactoria”.
-¿Cuál es tu vicio privado?
“Me gusta lo raro. Me encantan las cosas freak, desde objetos, personas raras, arte raro, todo lo bizarro, lo extraño me llaman profundamente la atención”.
-¿Algún ejemplo?
“Personas raras, en forma de ser o físicamente, o que tengan mal formaciones...
-Tiene mucho de morbo todo esto.
“Sí, es que, en general, yo soy bien voyerista, no sólo en el plano sexual, sino que me gusta mirar. Siempre cuando preguntaban que con qué animal uno se identifica, siempre los hombres responden que un puma o un león, tratando de ser más agresivos y viriles. Pero yo respondía que con un búho, porque está un poco alejado y sapeando. En la consulta, finalmente, hay harto de eso también”.
Agustín Squella
Viernes 20 de Marzo de 2009
Después del big bang
Como no es mi ánimo molestar a los creyentes, voy a admitir que ninguna teoría científica acerca del origen del universo excluye la existencia de un probable Dios creador. Otra cosa es que a muchos no nos resulte posible creer en Él, al menos en esa versión en boga de un Dios como objeto disponible al que echar mano cada vez que la vida nos pone en una situación difícil. Creo que fue un creyente en toda la línea -nuestro poeta Armando Uribe- quien dijo que Dios no es equivalente a una patita de conejo que llevemos en el bolsillo y que podamos frotar con éxito ante cualquier contrariedad de la existencia.
Con ocasión del ambicioso y fascinante proyecto que busca recrear las condiciones en que habría tenido lugar la explosión originaria que dio origen al universo -el llamado big bang-, recordaré el episodio que el físico Stephen Hawking vivió en el Vaticano, el año 1981, y que relata en su libro "La teoría del todo. El origen y el destino del universo" (Debate, B. Aires, 2008).
Cuenta Hawking que durante la década de los 70 estuvo dedicado al tema de los agujeros negros, y que su interés por la cuestión del origen del universo se reavivó en 1981, con motivo de una conferencia sobre cosmología que dictó ese año en el Vaticano, en el marco de una reunión científica promovida por la Iglesia Católica. Añade Hawking que la Iglesia del siglo XVII había cometido un lamentable error con Galileo al mandarlo a la cárcel por sostener que era la Tierra la que giraba en torno al Sol, y que no dejaba de constituir un avance que invitara ahora a expertos que la pudieran ilustrar sobre tales materias. Al final de la reunión se concedió a los participantes una audiencia con el Papa, quien -sigue diciendo Hawking- "nos indicó que estaba bien estudiar la evolución del universo después del big bang, pero que no deberíamos investigar sobre el propio big bang porque eso era el momento de la creación y, por consiguiente, la obra de Dios".
El científico de Oxford prolonga su relato para decirnos que se alegró al darse cuenta de que Juan Pablo II no conociera el tema de la conferencia que acababa de dar, "pues no tenía ganas de compartir el destino de Galileo", y concluye declarando su enorme simpatía por éste, "en parte porque nací exactamente 300 años después de su muerte".
Después del jactancioso antropocentrismo que dominó hasta los tiempos de Copérnico y de Galileo, hoy sabemos que la Tierra es un planeta más bien modesto, ubicado en los suburbios de una de los 100 mil millones de galaxias que es posible calcular en el universo, y que lo más probable es que el epílogo de lo que comenzó con el big bang sea algo así como un big crush, es decir, la contracción final de un universo inicialmente en expansión. Sucedería entonces con el universo, o cuando menos con nuestro planeta, lo mismo que con cada individuo en particular: ser un brevísimo destello de luz entre dos inconmensurables oscuridades, aquella que precedió al comienzo y aquella que seguirá a nuestro final. Aunque, como gusta decir el escritor Claudio Magris, entretanto bien podemos tomarnos un vaso de vino, donde "vino" es mucho más que ese delicioso licor que fabricamos de las uvas, y remite a aquello que cada cual tiene que hacer con su vida para dotarla del sentido que no trae impreso en sí misma.
No obstante carezca de explicación, bien podemos dotar a nuestra vida de sentido, algo que resulta posible tanto para creyentes como para no creyentes, aunque los primeros la tengan más fácil. Porque si bien yo no llegaría tan lejos como André Comte-Sponville y su ateísmo eufórico de la "feliz desesperanza", sí me mostraría de acuerdo con él en que la ausencia de toda esperanza no es impedimento para que un no creyente viva con gratitud, entusiasmo, dulzura y alegría.
Viernes 20 de Marzo de 2009
Después del big bang
Como no es mi ánimo molestar a los creyentes, voy a admitir que ninguna teoría científica acerca del origen del universo excluye la existencia de un probable Dios creador. Otra cosa es que a muchos no nos resulte posible creer en Él, al menos en esa versión en boga de un Dios como objeto disponible al que echar mano cada vez que la vida nos pone en una situación difícil. Creo que fue un creyente en toda la línea -nuestro poeta Armando Uribe- quien dijo que Dios no es equivalente a una patita de conejo que llevemos en el bolsillo y que podamos frotar con éxito ante cualquier contrariedad de la existencia.
Con ocasión del ambicioso y fascinante proyecto que busca recrear las condiciones en que habría tenido lugar la explosión originaria que dio origen al universo -el llamado big bang-, recordaré el episodio que el físico Stephen Hawking vivió en el Vaticano, el año 1981, y que relata en su libro "La teoría del todo. El origen y el destino del universo" (Debate, B. Aires, 2008).
Cuenta Hawking que durante la década de los 70 estuvo dedicado al tema de los agujeros negros, y que su interés por la cuestión del origen del universo se reavivó en 1981, con motivo de una conferencia sobre cosmología que dictó ese año en el Vaticano, en el marco de una reunión científica promovida por la Iglesia Católica. Añade Hawking que la Iglesia del siglo XVII había cometido un lamentable error con Galileo al mandarlo a la cárcel por sostener que era la Tierra la que giraba en torno al Sol, y que no dejaba de constituir un avance que invitara ahora a expertos que la pudieran ilustrar sobre tales materias. Al final de la reunión se concedió a los participantes una audiencia con el Papa, quien -sigue diciendo Hawking- "nos indicó que estaba bien estudiar la evolución del universo después del big bang, pero que no deberíamos investigar sobre el propio big bang porque eso era el momento de la creación y, por consiguiente, la obra de Dios".
El científico de Oxford prolonga su relato para decirnos que se alegró al darse cuenta de que Juan Pablo II no conociera el tema de la conferencia que acababa de dar, "pues no tenía ganas de compartir el destino de Galileo", y concluye declarando su enorme simpatía por éste, "en parte porque nací exactamente 300 años después de su muerte".
Después del jactancioso antropocentrismo que dominó hasta los tiempos de Copérnico y de Galileo, hoy sabemos que la Tierra es un planeta más bien modesto, ubicado en los suburbios de una de los 100 mil millones de galaxias que es posible calcular en el universo, y que lo más probable es que el epílogo de lo que comenzó con el big bang sea algo así como un big crush, es decir, la contracción final de un universo inicialmente en expansión. Sucedería entonces con el universo, o cuando menos con nuestro planeta, lo mismo que con cada individuo en particular: ser un brevísimo destello de luz entre dos inconmensurables oscuridades, aquella que precedió al comienzo y aquella que seguirá a nuestro final. Aunque, como gusta decir el escritor Claudio Magris, entretanto bien podemos tomarnos un vaso de vino, donde "vino" es mucho más que ese delicioso licor que fabricamos de las uvas, y remite a aquello que cada cual tiene que hacer con su vida para dotarla del sentido que no trae impreso en sí misma.
No obstante carezca de explicación, bien podemos dotar a nuestra vida de sentido, algo que resulta posible tanto para creyentes como para no creyentes, aunque los primeros la tengan más fácil. Porque si bien yo no llegaría tan lejos como André Comte-Sponville y su ateísmo eufórico de la "feliz desesperanza", sí me mostraría de acuerdo con él en que la ausencia de toda esperanza no es impedimento para que un no creyente viva con gratitud, entusiasmo, dulzura y alegría.
“Cuando hablar sola y grabarlo parece cada vez más absurdo, el saber que hay alguien que comparte tus inquietudes puede ser todo lo que necesitas para lanzarte a defender un mundo sostenido en la capacitad del ser humano de establecer vínculos, más que en verdades totalizantes que lo explicarían todo, pero que dejan cero margen para la decisión personal”, locutora del podcast “Opio”.
Thursday, March 19, 2009
De lo que me suelen decir en las fiestas
Notable Daniel Villalobos
-”Aaah, mira, qué choro que trabajes en esto. ¿Y qué están dando de bueno en el cine? ¿Hay algo bueno? Recomiéndame algo. Pero que sea bueno, ¿ah?”
-”¿Y ves las películas enteras? ¿Las chilenas también?”
-”Lo bonito de esta película que te digo es que es amena, pero también es profunda. Es súper raro eso”.
-”No me gusta el cine en blanco y negro, lo encuentro poco realista”.
-”Te va a caer súper bien mi prima, es súper culta, le gusta el cine-arte, así onda Amélie“.
-”Yo prefiero las películas dobladas, entiendo todo altiro”.
-”Lo que me pasa con las de terror es que no me gustan porque encuentro que no entregan valores”.
-”¿Para qué vas a ver una película de monitos al cine, cuando dan monitos en la tele todo el día?”
-”A ti que te gusta el cine, ¿qué porno me recomiendas, así como pa ver en pareja?”
-”…y estaba viendo el otro día esta de Scorsese, una de mafiosos, oye, pero el loco le copió todo a Tarantino, era heavy…”
-”Es que yo quiero que me desafíen, ¿cachai? Ver películas que me exijan, que yo sienta que me están desafiando. No me gustan las típicas que ve todo el mundo, me gustan las cosas más de culto, así por ejemplo El Club de la Pelea, El Juego del Miedo, esa onda”.
-”Lo que pasa es que me aburro, porque las cacho todas, así cacho todos los argumentos. Yo me di cuenta altiro que Bruce Willis taba muerto. Cuando rueda el anillo y la mina como que habla dormida, y él se mira el costado, yo dije: Aaaah, este loco está muerto“.
-”¿Pero en serio que no sabís qué son los cristales de dilitio? Ah, yo pensé que cachabai de cine”.
-”¿Cómo se llamaba ese actor gordito, bajito, que salía en todas las películas? Ese, puh, uno que era, uno que era así gordito y bajito, ¿no te acordai? Bajito y gordito. Y como que siempre miraba pal lao”.
-”Ahora está todo malo-malo, no hay ná que ver. Yo llevé a mi sobrino de cuatro años a ver El Retorno del Rey y se quedó dormido, imagínate”.
-”Yo veo las películas chilenas sólo pa cacharles las pechugas a las minas de las teleseries”.
-”…y yo le dije a mi polola, a mí qué me importa que Harrison Ford sea un replicante, lo que yo digo es que los efectos son terrible de charchas. No los vai a comparar con Matrix, puh, que esa custión sí que es impresionante”.
-”No me gusta el cine extranjero, a mí me gustan las comedias gringas”.
-”Yo prefiero ver cosas en la tele. En el cine como que tenís que estar todo el rato pendiente de la película”.
-”A mí me gustan las películas buenas”.
-”Aaah, mira, qué choro que trabajes en esto. ¿Y qué están dando de bueno en el cine? ¿Hay algo bueno? Recomiéndame algo. Pero que sea bueno, ¿ah?”
-”¿Y ves las películas enteras? ¿Las chilenas también?”
-”Lo bonito de esta película que te digo es que es amena, pero también es profunda. Es súper raro eso”.
-”No me gusta el cine en blanco y negro, lo encuentro poco realista”.
-”Te va a caer súper bien mi prima, es súper culta, le gusta el cine-arte, así onda Amélie“.
-”Yo prefiero las películas dobladas, entiendo todo altiro”.
-”Lo que me pasa con las de terror es que no me gustan porque encuentro que no entregan valores”.
-”¿Para qué vas a ver una película de monitos al cine, cuando dan monitos en la tele todo el día?”
-”A ti que te gusta el cine, ¿qué porno me recomiendas, así como pa ver en pareja?”
-”…y estaba viendo el otro día esta de Scorsese, una de mafiosos, oye, pero el loco le copió todo a Tarantino, era heavy…”
-”Es que yo quiero que me desafíen, ¿cachai? Ver películas que me exijan, que yo sienta que me están desafiando. No me gustan las típicas que ve todo el mundo, me gustan las cosas más de culto, así por ejemplo El Club de la Pelea, El Juego del Miedo, esa onda”.
-”Lo que pasa es que me aburro, porque las cacho todas, así cacho todos los argumentos. Yo me di cuenta altiro que Bruce Willis taba muerto. Cuando rueda el anillo y la mina como que habla dormida, y él se mira el costado, yo dije: Aaaah, este loco está muerto“.
-”¿Pero en serio que no sabís qué son los cristales de dilitio? Ah, yo pensé que cachabai de cine”.
-”¿Cómo se llamaba ese actor gordito, bajito, que salía en todas las películas? Ese, puh, uno que era, uno que era así gordito y bajito, ¿no te acordai? Bajito y gordito. Y como que siempre miraba pal lao”.
-”Ahora está todo malo-malo, no hay ná que ver. Yo llevé a mi sobrino de cuatro años a ver El Retorno del Rey y se quedó dormido, imagínate”.
-”Yo veo las películas chilenas sólo pa cacharles las pechugas a las minas de las teleseries”.
-”…y yo le dije a mi polola, a mí qué me importa que Harrison Ford sea un replicante, lo que yo digo es que los efectos son terrible de charchas. No los vai a comparar con Matrix, puh, que esa custión sí que es impresionante”.
-”No me gusta el cine extranjero, a mí me gustan las comedias gringas”.
-”Yo prefiero ver cosas en la tele. En el cine como que tenís que estar todo el rato pendiente de la película”.
-”A mí me gustan las películas buenas”.
Sunday, March 15, 2009
Bertrand Russell (18 de mayo de 1872 - 2 de febrero de 1970). Matemático y filósofo británico. Premio Nobel de Literatura en 1950.
[editar] Citas
"El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos".
"El patriotismo es la disposición de matar y dejarse matar por razones triviales"
"The trouble with the world is that the stupid are cocksure and the intelligent are full of doubt".
Traducción: "El problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas"
"El secreto de la felicidad es darse cuenta que la vida es horrible, horrible, horrible."
"Es una ley general que las civilizaciones decaen, menos cuando entran en contacto con otra civilización extraña superior."
"The good life is one inspired by love and guided by knowledge").
Traducción: "La buena vida es una vida inspirada por el amor y guiada por el conocimiento"
"La Ciencia en ningún momento está totalmente en lo cierto, pero rara vez está completamente equivocada y tiene en general mayores posibilidades de estar en lo cierto que las teorías no científicas."
"La conclusión es que sabemos muy poco y sin embargo es asombroso lo mucho que conocemos. Y más asombroso todavía que un conocimiento tan pequeño pueda dar tanto poder".
"La humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica."
"La libertad es algo maravilloso, pero no cuando hay que pagar por ella el precio de la soledad."
"La percepción, sin comprobación ni fundamento, no es garantía suficiente de verdad."
"Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino la suprema belleza, una belleza fría y austera, como la de una escultura."
"Los artistas son, por regla general, menos felices que los hombres de ciencia."
"Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible".
"Los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, son los guardianes de la civilización."
"Muchas personas preferirían morirse antes que pensar; en realidad eso es lo que hacen."
"Nadie debería creerse perfecto, ni preocuparse demasiado por el hecho de no serlo."
Nota: De La conquista de la felicidad (The Conquest of Happiness, 1930)
"Observo que una gran parte de la especie humana no cree en Dios y no sufre por ello ningún castigo visible. Y si hubiera un Dios, me parece muy inmprobable que tuviera una vanidad tan enfermiza como para sentirse ofendido por quienes dudan de su existencia."
Nota: Del artículo What is an agnostic? (¿Qué es un agnóstico?), 1953
"Para llevar una vida feliz es esencial una cierta capacidad de tolerancia al aburrimiento. La vida de los grandes hombres sólo ha sido emocionante durante unos pocos minutos trascendentales. Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de hombres de escasa valía."
"¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?"
"Quiero decir, con toda seriedad, que la fe en las virtudes del trabajo está haciendo mucho daño en el mundo moderno, y que el camino hacia la felicidad y la prosperidad pasa por una reducción organizada de aquél."
"Rousseau estaba loco, pero fue muy influyente; Hume era cuerdo, pero no tuvo seguidores."
"Se dirá que el placer de la aventura mental es raro, que pocos pueden apreciarlo y que la educación ordinaria no tiene en cuenta un bien tan aristocrático. Yo no lo creo. El placer de la aventura mental es mucho más común en el joven que en los hombres y mujeres mayores... Es raro en la vida adulta porque se hace todo lo posible por matarlo mientras dura la educación."
"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".
Nota: De Marriage and Morals (1929) cap. 19.
"Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad."
Nota: De su Autobiografía.
"Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor".
"Una vida entre los libros posee una calma y una paz muy grandes. Si bien es cierto que nos sentimos abrumados por un hambre terrible de algo menos tenue, nos ahorramos el remordimiento y el horror y la tortura y el enloquecedor veneno del arrepentimiento."
"Uno de los defectos de la educación superior moderna es que hace demasiado énfasis en el aprendizaje de ciertas especialidades, y demasiado poco en un ensanchamiento de la mente y el corazón por medio de un análisis imparcial del mundo."
Obtenido de "http://es.wikiquote.org/wiki/Bertrand_Russell"
[editar] Citas
"El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos".
"El patriotismo es la disposición de matar y dejarse matar por razones triviales"
"The trouble with the world is that the stupid are cocksure and the intelligent are full of doubt".
Traducción: "El problema de la humanidad es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes están llenos de dudas"
"El secreto de la felicidad es darse cuenta que la vida es horrible, horrible, horrible."
"Es una ley general que las civilizaciones decaen, menos cuando entran en contacto con otra civilización extraña superior."
"The good life is one inspired by love and guided by knowledge").
Traducción: "La buena vida es una vida inspirada por el amor y guiada por el conocimiento"
"La Ciencia en ningún momento está totalmente en lo cierto, pero rara vez está completamente equivocada y tiene en general mayores posibilidades de estar en lo cierto que las teorías no científicas."
"La conclusión es que sabemos muy poco y sin embargo es asombroso lo mucho que conocemos. Y más asombroso todavía que un conocimiento tan pequeño pueda dar tanto poder".
"La humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica."
"La libertad es algo maravilloso, pero no cuando hay que pagar por ella el precio de la soledad."
"La percepción, sin comprobación ni fundamento, no es garantía suficiente de verdad."
"Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino la suprema belleza, una belleza fría y austera, como la de una escultura."
"Los artistas son, por regla general, menos felices que los hombres de ciencia."
"Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible".
"Los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, son los guardianes de la civilización."
"Muchas personas preferirían morirse antes que pensar; en realidad eso es lo que hacen."
"Nadie debería creerse perfecto, ni preocuparse demasiado por el hecho de no serlo."
Nota: De La conquista de la felicidad (The Conquest of Happiness, 1930)
"Observo que una gran parte de la especie humana no cree en Dios y no sufre por ello ningún castigo visible. Y si hubiera un Dios, me parece muy inmprobable que tuviera una vanidad tan enfermiza como para sentirse ofendido por quienes dudan de su existencia."
Nota: Del artículo What is an agnostic? (¿Qué es un agnóstico?), 1953
"Para llevar una vida feliz es esencial una cierta capacidad de tolerancia al aburrimiento. La vida de los grandes hombres sólo ha sido emocionante durante unos pocos minutos trascendentales. Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de hombres de escasa valía."
"¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?"
"Quiero decir, con toda seriedad, que la fe en las virtudes del trabajo está haciendo mucho daño en el mundo moderno, y que el camino hacia la felicidad y la prosperidad pasa por una reducción organizada de aquél."
"Rousseau estaba loco, pero fue muy influyente; Hume era cuerdo, pero no tuvo seguidores."
"Se dirá que el placer de la aventura mental es raro, que pocos pueden apreciarlo y que la educación ordinaria no tiene en cuenta un bien tan aristocrático. Yo no lo creo. El placer de la aventura mental es mucho más común en el joven que en los hombres y mujeres mayores... Es raro en la vida adulta porque se hace todo lo posible por matarlo mientras dura la educación."
"Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos".
Nota: De Marriage and Morals (1929) cap. 19.
"Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad."
Nota: De su Autobiografía.
"Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor".
"Una vida entre los libros posee una calma y una paz muy grandes. Si bien es cierto que nos sentimos abrumados por un hambre terrible de algo menos tenue, nos ahorramos el remordimiento y el horror y la tortura y el enloquecedor veneno del arrepentimiento."
"Uno de los defectos de la educación superior moderna es que hace demasiado énfasis en el aprendizaje de ciertas especialidades, y demasiado poco en un ensanchamiento de la mente y el corazón por medio de un análisis imparcial del mundo."
Obtenido de "http://es.wikiquote.org/wiki/Bertrand_Russell"
Lao Tse (*570a.C. - †490 a.C.). Pensador, filósofo y gran humanista chino; creador del Taoísmo. Es conocido sólo por leyendas, discutiéndose la época en que vivió. Autor del libro Tao Te King (Sobre el camino y su poder).
Citas
“Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa”.
Fuente: capítulo 16 del Tao Te King.
Nota: La traducción de este pasaje por Lin Yutang dice: “Por estar en conformidad con el Tao, es eterno, y toda su vida está protegida de daño”.
"Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso."
"Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa."
"Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso."
"Cuando sobre la tierra todos reconocen la belleza como belleza, así queda constituida la fealdad."
Fuente: Tao Te King, II.
"De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. A los casi buenos, la gente les honrará y alabará. A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán. Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes, la gente dirá: lo hemos hecho nosotros."
"El agradecimiento es la memoria del corazón."
"El libro del estratega dice: No provoques la lucha, acéptala; es mejor retroceder un metro que avanzar un centímetro."
"El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil."
"El que mucho promete rara vez cumple su palabra."
"El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas."
"El sabio no enseña con palabras, sino con actos."
"El sabio no es benévolo. Para él los hombres son como perros de paja destinados al sacrificio."
Fuente: Tao Te King, V.
"El soberano que se sirve de la razón para gobernar a los hombres no recurre al empleo de las armas contra sus súbditos."
"Gobierna mejor quien gobierna menos."
"Escucho y olvido; veo y recuerdo; hago y entiendo."
Fuente: Tao Te King.
“[Hubo] algo formado misteriosamente,
nacido antes que el cielo y la Tierra. [...]
Puede que sea la madre de miríadas de cosas.
No sé su nombre.
Llamémoslo Tao”.—Capítulo 25.
Fuente: Tao Te King donde Lao-tsé explica el Tao. Versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English.
"La ausencia de deseos trae quietud, y el mundo se corrige por sí mismo."
Fuente: Tao Te King, XXXVII.
"La travesía de mil millas comienza con un paso."
"Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes."
“Mejor no llegar a llenar que llenar hasta el borde.
Afila demasiado la hoja, y pronto se desafila.
Acumula oro y jade, y nadie puede protegerlo.
Consigue caudal y títulos, y vendrá desastre.
Retírate cuando el trabajo esté hecho.
Este es el camino del cielo”.
Fuente: Tao Te King —Capítulo 9.
“Todas las cosas surgen de Tao.
La Virtud [Te] las nutre.
Están hechas de materia.
Las moldea el ambiente.
De modo que las miríadas de cosas respetan a Tao
y honran a la Virtud [Te].”—Capítulo 51.
Fuente: Tao Te King donde Lao-tsé explica el Tao. Versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English.
"Proyecta lo difícil partiendo de donde aún es fácil."
"Realiza lo grande partiendo de donde aún es pequeño."
"Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad."
"Se instalan puertas y ventanas para la habitación, pero del vacío interior depende su utilidad. Por ello lo que es sirve de posesión, lo que no es sirve de obra."
Fuente: Tao Te King, XI.
"Si das pescado a un hombre hambriento lo nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda su vida."
"Todo lo difícil comienza siempre fácil; todo lo grande comienza siempre pequeño."
"Un árbol enorme crece de un tierno retoño. Un camino de mil pasos comienza en un solo paso."
Sobre Lao Tse
“Lao-tzú residió en Chou la mayor parte de su vida. Cuando previó la decadencia de Chou, partió y llegó a la frontera. El aduanero Yin Hsi dijo: ‘Señor, puesto que te place retirarte, te solicito que escribas para mí un libro’. Entonces Lao-tzú escribió un libro de dos partes que consistió en más de cinco mil palabras, en el cual consideró los conceptos del Camino [Tao] y el Poder [Te]. Entonces partió. Nadie sabe dónde murió”.
Sseu-Ma T’sien
Nota: La única mención oficial de Lao-tsé se halla en She Ki (Memorias históricas), por Sseu-Ma T’sien, un respetado historiador de la corte de los siglos II y I a.E.C. De acuerdo con esta fuente, el verdadero nombre de Lao-tsé era Li Erh. Sirvió como empleado en los archivos imperiales de Loyang, en China central.
Citas
“Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa”.
Fuente: capítulo 16 del Tao Te King.
Nota: La traducción de este pasaje por Lin Yutang dice: “Por estar en conformidad con el Tao, es eterno, y toda su vida está protegida de daño”.
"Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso."
"Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa."
"Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso."
"Cuando sobre la tierra todos reconocen la belleza como belleza, así queda constituida la fealdad."
Fuente: Tao Te King, II.
"De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. A los casi buenos, la gente les honrará y alabará. A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán. Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes, la gente dirá: lo hemos hecho nosotros."
"El agradecimiento es la memoria del corazón."
"El libro del estratega dice: No provoques la lucha, acéptala; es mejor retroceder un metro que avanzar un centímetro."
"El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil."
"El que mucho promete rara vez cumple su palabra."
"El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas."
"El sabio no enseña con palabras, sino con actos."
"El sabio no es benévolo. Para él los hombres son como perros de paja destinados al sacrificio."
Fuente: Tao Te King, V.
"El soberano que se sirve de la razón para gobernar a los hombres no recurre al empleo de las armas contra sus súbditos."
"Gobierna mejor quien gobierna menos."
"Escucho y olvido; veo y recuerdo; hago y entiendo."
Fuente: Tao Te King.
“[Hubo] algo formado misteriosamente,
nacido antes que el cielo y la Tierra. [...]
Puede que sea la madre de miríadas de cosas.
No sé su nombre.
Llamémoslo Tao”.—Capítulo 25.
Fuente: Tao Te King donde Lao-tsé explica el Tao. Versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English.
"La ausencia de deseos trae quietud, y el mundo se corrige por sí mismo."
Fuente: Tao Te King, XXXVII.
"La travesía de mil millas comienza con un paso."
"Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes."
“Mejor no llegar a llenar que llenar hasta el borde.
Afila demasiado la hoja, y pronto se desafila.
Acumula oro y jade, y nadie puede protegerlo.
Consigue caudal y títulos, y vendrá desastre.
Retírate cuando el trabajo esté hecho.
Este es el camino del cielo”.
Fuente: Tao Te King —Capítulo 9.
“Todas las cosas surgen de Tao.
La Virtud [Te] las nutre.
Están hechas de materia.
Las moldea el ambiente.
De modo que las miríadas de cosas respetan a Tao
y honran a la Virtud [Te].”—Capítulo 51.
Fuente: Tao Te King donde Lao-tsé explica el Tao. Versión al español de la traducción moderna al inglés por Gia-fu Feng y Jane English.
"Proyecta lo difícil partiendo de donde aún es fácil."
"Realiza lo grande partiendo de donde aún es pequeño."
"Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad."
"Se instalan puertas y ventanas para la habitación, pero del vacío interior depende su utilidad. Por ello lo que es sirve de posesión, lo que no es sirve de obra."
Fuente: Tao Te King, XI.
"Si das pescado a un hombre hambriento lo nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda su vida."
"Todo lo difícil comienza siempre fácil; todo lo grande comienza siempre pequeño."
"Un árbol enorme crece de un tierno retoño. Un camino de mil pasos comienza en un solo paso."
Sobre Lao Tse
“Lao-tzú residió en Chou la mayor parte de su vida. Cuando previó la decadencia de Chou, partió y llegó a la frontera. El aduanero Yin Hsi dijo: ‘Señor, puesto que te place retirarte, te solicito que escribas para mí un libro’. Entonces Lao-tzú escribió un libro de dos partes que consistió en más de cinco mil palabras, en el cual consideró los conceptos del Camino [Tao] y el Poder [Te]. Entonces partió. Nadie sabe dónde murió”.
Sseu-Ma T’sien
Nota: La única mención oficial de Lao-tsé se halla en She Ki (Memorias históricas), por Sseu-Ma T’sien, un respetado historiador de la corte de los siglos II y I a.E.C. De acuerdo con esta fuente, el verdadero nombre de Lao-tsé era Li Erh. Sirvió como empleado en los archivos imperiales de Loyang, en China central.
Michel de Montaigne (1533 – 1592). Escritor y ensayista francés, autor de Ensayos, entre otras obras.
Citas
Retrato de Montaigne"Cada virtud necesita un hombre; pero la amistad necesita dos."
"Del mismo papel en que el juez ha escrito una sentencia contra un adúltero rasgará un pedazo para escribir unas líneas amorosas a la esposa de un colega."
"El mejor matrimonio sería aquél que reuniese una mujer ciega con un marido sordo."
"En el más alto de los tronos del mundo seguimos sentados sobre nuestro propio trasero."
"Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo."
"Gobernar una familia es casi tan difícil como gobernar todo un reino."
"La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad."
"La prueba más clara de sabiduría es una alegría continua."
"La premeditación de la muerte es la premeditación de la libertad."
"Las leyes mantienen su crédito, no porque sean justas, sino porque son leyes."
Lo más maravilloso del mundo es saber cómo pertenecer a uno mismo.
Fuente: Ensayos, libro 1, capítulo 39
"Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje."
"Muchas veces es mejor perder la viña que pleitear por ella."
"Nadie está libre de decir estupideces, lo grave es decirlas con énfasis."
"No existe el presente: Lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado."
"No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo."
"Sería preciso quitar todo momento oportuno a la importunidad."
"Siempre he observado que para triunfar en la vida hay que ser entendido, pero aparecer como tonto."
"Toda persona honrada prefiere perder el honor antes que la conciencia."
"Tu no te mueres porque estas enfermo, te mueres porque estas vivo."
Obtenido de "http://es.wikiquote.org/wiki/Michel_de_Montaigne"
Citas
Retrato de Montaigne"Cada virtud necesita un hombre; pero la amistad necesita dos."
"Del mismo papel en que el juez ha escrito una sentencia contra un adúltero rasgará un pedazo para escribir unas líneas amorosas a la esposa de un colega."
"El mejor matrimonio sería aquél que reuniese una mujer ciega con un marido sordo."
"En el más alto de los tronos del mundo seguimos sentados sobre nuestro propio trasero."
"Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo."
"Gobernar una familia es casi tan difícil como gobernar todo un reino."
"La confianza en la bondad ajena es testimonio no pequeño de la propia bondad."
"La prueba más clara de sabiduría es una alegría continua."
"La premeditación de la muerte es la premeditación de la libertad."
"Las leyes mantienen su crédito, no porque sean justas, sino porque son leyes."
Lo más maravilloso del mundo es saber cómo pertenecer a uno mismo.
Fuente: Ensayos, libro 1, capítulo 39
"Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje."
"Muchas veces es mejor perder la viña que pleitear por ella."
"Nadie está libre de decir estupideces, lo grave es decirlas con énfasis."
"No existe el presente: Lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado."
"No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo."
"Sería preciso quitar todo momento oportuno a la importunidad."
"Siempre he observado que para triunfar en la vida hay que ser entendido, pero aparecer como tonto."
"Toda persona honrada prefiere perder el honor antes que la conciencia."
"Tu no te mueres porque estas enfermo, te mueres porque estas vivo."
Obtenido de "http://es.wikiquote.org/wiki/Michel_de_Montaigne"
Viejas amistades
Por Francisco Mouat
Cuando estoy solo y no tengo nada que hacer, con frecuencia me pongo a pensar en varios de mis amigos. Debe ser que los extraño. Trayéndolos a la memoria, al tiempo presente, supongo que mitigo el poco tiempo que me di, que me doy, que nos damos, para cultivar la amistad en vivo y en directo.
El otro día, sentado y mirando al frente desde la terraza de mi departamento a esa hora magnífica que es el crepúsculo, sin fijar la vista en ninguna cosa en particular, me concentré en mi amigo José Luis Molinare, que se murió el día en que se acabó la última primavera, que es lo mismo que decir el día en que empezó el verano. No había pensado hasta ahora que la muerte de José Luis marcó un cambio de estación. A mí, al menos, el hecho me parece simbólico respecto de su vida. No exagero nada cuando digo que José Luis está ahí y me acompaña. Hay espíritus más vivos que otros, qué duda. No lo sabremos nosotros cuando recordamos, cuando hojeamos álbumes de fotos y volvemos a escribir la historia remota.
Alguna vez nos reímos a carcajadas con José Luis, experimentamos físicamente el cariño, nos burlamos de aquellos que nos parecían ridículos, anduvimos en micro, vivimos de la línea de crédito en el banco, aunque eso no cambió mucho en el tiempo, y me acuerdo también de cuando él vendía unos saunas importados de primerísimo nivel. Entonces volvíamos a reírnos a carcajadas de las cosas que había que hacer para ganarse los porotos.
Qué raro que una muerte tan cercana y tan dolorosa te pueda fortalecer. Pero ocurre que ese día en que me senté en la terraza acababa de leer en El País de España una entrevista a un cantante catalán, Pau Donés, y él decía algo muy parecido: "La muerte de mi madre acabó por darme fortaleza": La historia era más o menos así: él era el mayor de cuatro hermanos, y su madre sufría depresión crónica. Ella murió cuando él apenas tenía dieciséis años. Era normal en su vida de niño y adolescente pasar largas temporadas en casa de una abuela o una tía. Una mañana escuchó de boca de su padre la sentencia fatal: "Mamá no ha venido, vamos a ver qué pasa". La tragedia de la muerte de su madre, dice él, le dio una fortaleza especial: "Se me grabó en la cabeza que en las situaciones límite debía rodearme de energía positiva".
Buena manera, no sé si totalmente natural, de enfrentar las dificultades que siempre acompañarán el camino. Cuando leí que la muerte de su mamá acabó por darle fortaleza, me acordé de mi amigo Julio, que perdió a la suya este último verano, después de un largo cáncer. Tuvo la fortuna de viajar donde ella y acompañarla en sus últimos días en Mendoza, y en una de esas conversaciones que mantuvimos ahora en febrero, pocas y breves pero elocuentes, Julio dijo una cosa que no olvidé: "La muerte de mi madre cambió las cosas para siempre". No dijo ni para bien ni para mal. La enfermedad estaba declarada hacía un buen tiempo y no había más remedio que caer derrotado frente a ella. Pero Julio no hablaba de lo objetivo: de la desaparición física, de la orfandad. Hablaba de lo que le había sucedido a él en su mundo más íntimo y privado. Se quedó solo en este mundo, sin ella, un dato fundamental que lo acompañó desde su nacimiento, una presencia en su caso tan importante, que la muerte lo alteró de un modo definitivo sin que él sepa aún de qué manera.
Una de las cosas buenas de la amistad es cuando puedes decirte estas cosas. No siempre hay espacio para la intimidad. Ese mismo día hablamos con Julio de que hay gente que se siente tan cómoda charlando entre muchos, en una mesa larga donde casi siempre lo que queda después es el recuerdo del ruido y la chicharra, más que una experiencia vital. Coincidíamos con Julio en que a nosotros nos acomoda la conversación de a dos. Tres suelen ser ya multitud. Una conversación de a dos, o el silencio de una terraza en donde el espíritu de un amigo tan querido viene a abrazarte para que no te sientas desamparado. Estamos solos, y están los amores y las viejas amistades con las cuales dibujar un camino, mientras dure.
Cuando estoy solo y no tengo nada que hacer, con frecuencia me pongo a pensar en varios de mis amigos. Debe ser que los extraño. Trayéndolos a la memoria, al tiempo presente, supongo que mitigo el poco tiempo que me di, que me doy, que nos damos, para cultivar la amistad en vivo y en directo.
El otro día, sentado y mirando al frente desde la terraza de mi departamento a esa hora magnífica que es el crepúsculo, sin fijar la vista en ninguna cosa en particular, me concentré en mi amigo José Luis Molinare, que se murió el día en que se acabó la última primavera, que es lo mismo que decir el día en que empezó el verano. No había pensado hasta ahora que la muerte de José Luis marcó un cambio de estación. A mí, al menos, el hecho me parece simbólico respecto de su vida. No exagero nada cuando digo que José Luis está ahí y me acompaña. Hay espíritus más vivos que otros, qué duda. No lo sabremos nosotros cuando recordamos, cuando hojeamos álbumes de fotos y volvemos a escribir la historia remota.
Alguna vez nos reímos a carcajadas con José Luis, experimentamos físicamente el cariño, nos burlamos de aquellos que nos parecían ridículos, anduvimos en micro, vivimos de la línea de crédito en el banco, aunque eso no cambió mucho en el tiempo, y me acuerdo también de cuando él vendía unos saunas importados de primerísimo nivel. Entonces volvíamos a reírnos a carcajadas de las cosas que había que hacer para ganarse los porotos.
Qué raro que una muerte tan cercana y tan dolorosa te pueda fortalecer. Pero ocurre que ese día en que me senté en la terraza acababa de leer en El País de España una entrevista a un cantante catalán, Pau Donés, y él decía algo muy parecido: "La muerte de mi madre acabó por darme fortaleza": La historia era más o menos así: él era el mayor de cuatro hermanos, y su madre sufría depresión crónica. Ella murió cuando él apenas tenía dieciséis años. Era normal en su vida de niño y adolescente pasar largas temporadas en casa de una abuela o una tía. Una mañana escuchó de boca de su padre la sentencia fatal: "Mamá no ha venido, vamos a ver qué pasa". La tragedia de la muerte de su madre, dice él, le dio una fortaleza especial: "Se me grabó en la cabeza que en las situaciones límite debía rodearme de energía positiva".
Buena manera, no sé si totalmente natural, de enfrentar las dificultades que siempre acompañarán el camino. Cuando leí que la muerte de su mamá acabó por darle fortaleza, me acordé de mi amigo Julio, que perdió a la suya este último verano, después de un largo cáncer. Tuvo la fortuna de viajar donde ella y acompañarla en sus últimos días en Mendoza, y en una de esas conversaciones que mantuvimos ahora en febrero, pocas y breves pero elocuentes, Julio dijo una cosa que no olvidé: "La muerte de mi madre cambió las cosas para siempre". No dijo ni para bien ni para mal. La enfermedad estaba declarada hacía un buen tiempo y no había más remedio que caer derrotado frente a ella. Pero Julio no hablaba de lo objetivo: de la desaparición física, de la orfandad. Hablaba de lo que le había sucedido a él en su mundo más íntimo y privado. Se quedó solo en este mundo, sin ella, un dato fundamental que lo acompañó desde su nacimiento, una presencia en su caso tan importante, que la muerte lo alteró de un modo definitivo sin que él sepa aún de qué manera.
Una de las cosas buenas de la amistad es cuando puedes decirte estas cosas. No siempre hay espacio para la intimidad. Ese mismo día hablamos con Julio de que hay gente que se siente tan cómoda charlando entre muchos, en una mesa larga donde casi siempre lo que queda después es el recuerdo del ruido y la chicharra, más que una experiencia vital. Coincidíamos con Julio en que a nosotros nos acomoda la conversación de a dos. Tres suelen ser ya multitud. Una conversación de a dos, o el silencio de una terraza en donde el espíritu de un amigo tan querido viene a abrazarte para que no te sientas desamparado. Estamos solos, y están los amores y las viejas amistades con las cuales dibujar un camino, mientras dure.
¿Qué vino primero, la música o las miserias?
Por Daniel "Bazuca" Villalobos
Hace un par de semanas, Emol.com publicó una nota sobre un estudio “científico” particularmente estúpido. Basados en una muestra de 711 adolescentes de Pittsburgh, los investigadores habían determinado que “los adolescentes que escuchan música con letras degradantes tienen más probabilidades de participar en actividad sexual que aquellos que no la escuchan“. (¿Y eso es malo?)
¿Qué es una letra musical “degradante”? ¿Un rap misógino, que insulta a las mujeres, o un heavy-metal que promueve las drogas y el desenfreno? ¿Y qué hay de los boleros, que insisten en que el amor siempre termina en traición? ¿Qué pasa entonces con los miles de singles romanticones y/o tropicaloides que nos han bombardeado por años? ¿Y con Perales? ¿Y Raphael?
¿Qué pasa con todos ellos? ¿Y dónde jugarán los niños?
Alta Fidelidad se abría con John Cusack preguntándole a la cámara “¿qué vino primero, la música o las miserias? La gente se preocupa de los chicos jugando con pistolas, o mirando videos violentos, pero a nadie le importa que escuchen miles de canciones sobre corazones rotos, rechazo y dolor“.
Muy cierto. Cada vez me convenzo más de que buena parte del sufrimiento humano surge de nuestra absurda esperanza de que la vida se parezca a las canciones o a las películas. Pero lo cierto es que el arte está para sugerir la existencia de un orden que añoramos precisamente porque no lo tenemos. La vida no es ni ordenada ni justa.
¿Habríamos sido mejores personas de haber crecido con mejores películas? No sé si hablo por muchos o por nadie, pero en mi caso, la mayor cantidad de filmes que vi de niño eran mediocres o insulsos. A algunos de ellos les puedo tener cariño (como a Las Vírgenes Guerreras), pero reconozco que el mejor cine me lo topé cuando empecé a buscarlo.
Tal vez habría tenido mejor gusto creciendo con Bergman y Fellini en vez de Chespirito y Bruce Lee. Tal vez, pero de seguro me habría sido más lejana la idea de que siempre es bueno reírse un poco de tus gustos, no vaya a ser cosa que en veinte años más te avergüencen.
Hace un par de semanas, Emol.com publicó una nota sobre un estudio “científico” particularmente estúpido. Basados en una muestra de 711 adolescentes de Pittsburgh, los investigadores habían determinado que “los adolescentes que escuchan música con letras degradantes tienen más probabilidades de participar en actividad sexual que aquellos que no la escuchan“. (¿Y eso es malo?)
¿Qué es una letra musical “degradante”? ¿Un rap misógino, que insulta a las mujeres, o un heavy-metal que promueve las drogas y el desenfreno? ¿Y qué hay de los boleros, que insisten en que el amor siempre termina en traición? ¿Qué pasa entonces con los miles de singles romanticones y/o tropicaloides que nos han bombardeado por años? ¿Y con Perales? ¿Y Raphael?
¿Qué pasa con todos ellos? ¿Y dónde jugarán los niños?
Alta Fidelidad se abría con John Cusack preguntándole a la cámara “¿qué vino primero, la música o las miserias? La gente se preocupa de los chicos jugando con pistolas, o mirando videos violentos, pero a nadie le importa que escuchen miles de canciones sobre corazones rotos, rechazo y dolor“.
Muy cierto. Cada vez me convenzo más de que buena parte del sufrimiento humano surge de nuestra absurda esperanza de que la vida se parezca a las canciones o a las películas. Pero lo cierto es que el arte está para sugerir la existencia de un orden que añoramos precisamente porque no lo tenemos. La vida no es ni ordenada ni justa.
¿Habríamos sido mejores personas de haber crecido con mejores películas? No sé si hablo por muchos o por nadie, pero en mi caso, la mayor cantidad de filmes que vi de niño eran mediocres o insulsos. A algunos de ellos les puedo tener cariño (como a Las Vírgenes Guerreras), pero reconozco que el mejor cine me lo topé cuando empecé a buscarlo.
Tal vez habría tenido mejor gusto creciendo con Bergman y Fellini en vez de Chespirito y Bruce Lee. Tal vez, pero de seguro me habría sido más lejana la idea de que siempre es bueno reírse un poco de tus gustos, no vaya a ser cosa que en veinte años más te avergüencen.
Salman Rushdie escribiendo sobre Slumdog Millionaire en The Guardian: “Solía ser el caso que en películas occidentales sobre la India, mujeres rubias llegaban allí para encontrar un marajá del cual enamorarse; o eran sobre mujeres europeas acusando a hindúes que no eran marajás de violarlas, tal vez por indignación al ser abordadas por un no-marajá. (…)”“Ahora esa clase de exotismo ha perdido su encanto. La gente quiere, en vez de eso, suficiente mugre y violencia para convencerse de que lo que ven es real. Pero sigue siendo turismo. Si antes había turismo-rajá, ahora tenemos el turismo de las barriadas“.
Salman Rushdie escribiendo sobre Slumdog Millionaire en The Guardian: “Solía ser el caso que en películas occidentales sobre la India, mujeres rubias llegaban allí para encontrar un marajá del cual enamorarse; o eran sobre mujeres europeas acusando a hindúes que no eran marajás de violarlas, tal vez por indignación al ser abordadas por un no-marajá. (…)”“Ahora esa clase de exotismo ha perdido su encanto. La gente quiere, en vez de eso, suficiente mugre y violencia para convencerse de que lo que ven es real. Pero sigue siendo turismo. Si antes había turismo-rajá, ahora tenemos el turismo de las barriadas“.
Wednesday, March 11, 2009
Frases al pasar
El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.
George Orwell (1903-1950) Escritor británico.
Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja.
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.
George Orwell (1903-1950) Escritor británico.
Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja.
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
Mi primer casette
Are You Experienced? es el álbum debut de The Jimi Hendrix Experience (la banda de Jimi Hendrix), que fue lanzado en 1967. Este álbum estableció a Hendrix como uno de los artistas de rock más importantes de su época, gracias a su innovadora técnica y uso de feedback. Es frecuentemente considerado uno de los mejores y más importantes álbumes en la historia del rock
Tras llegar a Inglaterra en septiembre de 1966 y ser tomado bajo el ala de Chas Chandler, Hendrix formó The Jimi Hendrix Experience con Mitch Mitchell en batería y Noel Redding en bajo. El grupo editó tres singles que tuvieron mucho éxito en Inglaterra: "Hey Joe"/"Stone Free" (en diciembre de 1966), "Purple Haze"/"51st Anniversary" (marzo de 1967) y "The Wind Cries Mary"/"Highway Chile" (mayo de 1967). Al mismo tiempo, la banda grabó este álbum con Chas Chandler como productor. Tras lanzarse en Inglaterra en mayo de ese año sin los tres singles (como era costumbre en ese páis en ese entonces), "Are You Experienced" y The Jimi Hendrix Experience se convirtieron rápidamente en una sensación a lo largo de Europa, y el álbum llegó al segundo lugar en ventas en las listas británicas (solo superado por "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" de los Beatles).
The Jimi Hendrix Experience
Jimi Hendrix: guitarra, voz y piano
Noel Redding: bajo y coros
Mitch Mitchell: batería
Jimi Hendrix en Wikipedia
Purple Haze
Red House
Voodoo Chile Atlanta '69 '70
Monday, March 09, 2009
El adverbio sic (del latín sic, así) se utiliza en los textos escritos en español, normalmente entre paréntesis, para indicar que la palabra o frase que lo precede es literal, aunque sea o pueda parecer incorrecta.
Se usa cuando se reproducen errores, tipográficos o de otra clase, o inconveniencias al citar textos, para informar al lector que el uso indebido se encuentra en la fuente original y no es obra del que cita.
Ejemplos: «me llenastes [sic] un barril», «me robaste la amoto [sic]», «hago unas cloquetas [sic] de arrechupete [sic]».
También puede usarse cuando aparecen palabras poco comunes cuya grafía es similar a la de otras muy conocidas, y se quiere evitar que el lector las interprete como errores. Por ejemplo: «La venencia (sic) no es Venecia» o «la adsorción (sic) se realiza con carbón activado».
Además, tiene un uso común en las entrevistas, ya sea de carácter médico o legal, para citar al entrevistado; ejemplo de esto: "Siento como si se me saliera el corazón del pecho" (sic).
Se usa cuando se reproducen errores, tipográficos o de otra clase, o inconveniencias al citar textos, para informar al lector que el uso indebido se encuentra en la fuente original y no es obra del que cita.
Ejemplos: «me llenastes [sic] un barril», «me robaste la amoto [sic]», «hago unas cloquetas [sic] de arrechupete [sic]».
También puede usarse cuando aparecen palabras poco comunes cuya grafía es similar a la de otras muy conocidas, y se quiere evitar que el lector las interprete como errores. Por ejemplo: «La venencia (sic) no es Venecia» o «la adsorción (sic) se realiza con carbón activado».
Además, tiene un uso común en las entrevistas, ya sea de carácter médico o legal, para citar al entrevistado; ejemplo de esto: "Siento como si se me saliera el corazón del pecho" (sic).
Salman Rushdie ataca de nuevo y califica como "ridícula" a "Slumdog Millionaire"
El polémico escritor, al cual su libro "Los versos satánicos" lo condenó a muerte en Irán, no comprende porqué la película ganó tantos premios Oscar.
AFP
Domingo 1 de Marzo de 2009 10:51
LONDRES.- El escritor británico de origen indio Salman Rushdie criticó el argumento de la película premiada con ocho Oscars, incluido el de Mejor Película, "Slumdog Millionaire" de Danny Boyle, a la que tildó de "vanidad claramente ridícula".
Rushdie argumentó que la principal debilidad de la película se debía a que estaba basada en un libro escrito por el diplomático y novelista indio Vikas Swarup titulado "Preguntas y Respuestas" que definió como "cursi, con una trama que desafía lo creíble".
El escritor agregó que "es una trama fielmente preservada por los directores, y se encuentra en el centro del extrañamiente rebautizado 'Slumdog Millionaire'", indicó Rushdie, quien nació en Mumbai, en una columna publicada el sábado en The Guardian.
El escritor publicó en 1989 "Los versos satánicos", un libro que lo condenó a muerte en Irán. Luego de ese episodio se hizo conocido por su rebeldía y vida bohemia.
Rushdie lamentó en su tribuna la calidad de las adaptaciones cinematográficas de novelas y concluyó señalando que "sólo cabe esperar que lo peor haya pasado, y que se avecinen películas mejores, musicales mejores y tiempos mejores".
El polémico escritor, al cual su libro "Los versos satánicos" lo condenó a muerte en Irán, no comprende porqué la película ganó tantos premios Oscar.
AFP
Domingo 1 de Marzo de 2009 10:51
LONDRES.- El escritor británico de origen indio Salman Rushdie criticó el argumento de la película premiada con ocho Oscars, incluido el de Mejor Película, "Slumdog Millionaire" de Danny Boyle, a la que tildó de "vanidad claramente ridícula".
Rushdie argumentó que la principal debilidad de la película se debía a que estaba basada en un libro escrito por el diplomático y novelista indio Vikas Swarup titulado "Preguntas y Respuestas" que definió como "cursi, con una trama que desafía lo creíble".
El escritor agregó que "es una trama fielmente preservada por los directores, y se encuentra en el centro del extrañamiente rebautizado 'Slumdog Millionaire'", indicó Rushdie, quien nació en Mumbai, en una columna publicada el sábado en The Guardian.
El escritor publicó en 1989 "Los versos satánicos", un libro que lo condenó a muerte en Irán. Luego de ese episodio se hizo conocido por su rebeldía y vida bohemia.
Rushdie lamentó en su tribuna la calidad de las adaptaciones cinematográficas de novelas y concluyó señalando que "sólo cabe esperar que lo peor haya pasado, y que se avecinen películas mejores, musicales mejores y tiempos mejores".
Los tics de los chilenos
(Cecilia García-Huidobro Mc)
Los chilenos, como casi todos los pueblos jóvenes, buscan afanosamente encontrar señas de identidad reflejadas en sus defectos y virtudes. Si hurgamos en la historia, advertimos que incluso para nuestros más lúcidos cronistas es un tema recurrente. Las innumerables referencias a lo que creemos que somos o quisiéramos ser aparecen como una constante en el ejercicio de la crónica, ese género que desde la conquista de América sentó las bases de nuestro imaginario. Pero, en buena medida, son los rasgos sobresalientes, en particular los defectos, los que nos otorgan identidad, aquellos que nos sacan del anonimato, al igual que un lunar puede individualizar un rostro. Vicente Huidobro pregonaba que hay que desarrollar los defectos porque son, acaso, lo más interesante de cada cual. En beneficio de esos rasgos propios, Chile ha cultivado una legión de ácidos observadores, una verdadera raza de criticones, sabuesos implacables en el rastreo de los defectos nacionales. Este libro (cuya nueva edición ha sido actualizada y ampliada con crónicas de autores como Pedro Lemebel, Rafael Gumucio y Roberto Merino) se ha propuesto seguir a algunos de estos buceadores del alma nacional y, con sus ojos y olfato, recorrer ciertos tics del chileno. La sensibilidad, la intuición, las secretas simpatías o fobias, dan a veces certeras metáforas que permiten penetrar en los arcanos del carácter nacional mejor que tantas sesudas definiciones.
TICS DE LOS CHILENOS
• La periodista y decana de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, Cecilia García-Huidobro McA. reúne en este libro la pluma de más de veinte destacados escritores nacionales quienes a través de sus agudas crónicas hacen un fiel retrato de los chilenos.
• Joaquín Edwards Bello, Benjamín Subercaseaux, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco, Enrique Lafourcade, Jorge Edwards, Isabel Allende, Rafael Gumucio y Pedro Lemebel, son algunas de las voces que hablan aquí sobre nuestros vicios y virtudes.
“No nos gusta ver nuestros defectos. Probablemente a nadie le gusta. Pero para los chilenos, al decir de Horacio Serrano, aquello que no es de su agrado sencillamente es inexistente”, comenta Cecilia García-Huidobro, autora de TICS de los chilenos. Vicios y virtudes nacionales según nuestros grandes cronistas (Editorial Catalonia). Se trata de una edición actualizada y ampliada de un libro que hurga en nuestra historia para rescatar los rasgos, en particular los defectos, que definen la identidad de los chilenos.
No es fácil descubrir un defecto. “Es un acto de lucidez, como detectarse una nueva arruga frente al espejo”, dice Cecilia. “Pero que sea incómodo ver las limitaciones no lo hace imposible. Se necesita, eso sí, ganas y cierta dosis de espíritu crítico. No hay que olvidar que, en alguna medida, son estos los que nos sacan del anonimato al igual que un lunar puede individualizar un rostro. Vicente Huidobro incluso llamaba a desarrollar los defectos porque son, acaso, lo más interesante de cada cual”, agrega la autora.
Chile ha cultivado una legión de ácidos observadores, una verdadera raza de criticones, sabuesos implacables en el rastreo de los defectos nacionales. Gran parte de esas miradas están contenidas en este libro que recopila las crónicas de los grandes buceadores del alma nacional, quienes con sus ojos y olfato, recorren nuestros tics. “La sensibilidad, la intuición, las secretas simpatías o fobias, dan a veces certeras metáforas que permiten penetrar en los arcanos del carácter nacional mejor que tantas sesudas definiciones. La superposición de todas estas voces conforman un auténtico retrato coral de nuestro carácter en la pluma de estos cronistas”, destaca la compiladora.
Rafael Gumucio, al igual que Roberto Merino y Pedro Lemebel, es una de las voces que incorpora esta nueva edición de Tics de los chilenos. “Mucho más que sobre Pinochet, Allende o nuestra pujante economía, los españoles me han preguntado con sorpresa, horror y envidia por el secreto de los cafés con piernas del centro de Santiago. No lo pueden creer. Que de manera institucionalizada y hasta banalmente, a las once de la mañana, hombres de corbata hagan una pausa en su labor de oficinistas para tomar café frente a mujeres escasamente vestidas, y vuelvan después a sus oficinas. Como la violencia, unida a ella en una intimidad extraña, el sexo en Chile está en todas partes y en ninguna. Y por ello no es necesario esperar a que caiga el sol ni irse a algún cabaret para que el sexo nos mire y nos muestre nuestra profunda tristeza. Los maridos insatisfechos y los maridos que insatisfacen se reúnen a las once de la mañana frente a mujeres desnudas que, como lo más natural del mundo, revuelven el café con una cucharita”, dice en su ensayo.
Para Gumucio la vida sexual de los chilenos podría ser fruto de un juego de poderosos y desvalidos al que hemos llevado el tema de la madre y la maternidad. “La madre chilena, la mami, es mucho más dominante que la judía o la italiana. No necesita gritar o llorar. Sólo mira con esos ojos de gallina apaleada, la rabia india apretando los labios, las manos cruzadas rezando, para que el hijo agache la cabeza y obedezca sin chistar… Por eso es que casi todos los chilenos tenemos la voz aflautada y los gestos suaves de nuestras madre, por eso también caminamos por el mundo esperando un mujer virginal y suave…”, reflexiona.
Tics de los chilenos contiene innumerables entradas para desentrañar el inconsciente colectivo nacional. Sus ensayos son un aporte al debate y a la reflexión sobre nosotros mismos. El libro está a la venta en las principales librerías del país y también a través del sitio www.catalonia.cl.
Estos son sus autores y títulos de sus crónicas: Adolfo Ibáñez y la cultura del alambrito; Joaquín Edwards Bello y la mitomanía desbordante; Jenaro Prieto y el arte de la burocracia; Gabriela Mistral y la imaginofobia; Alone y la feomanía; Vicente Huidobro y la hipopotamización de los chilenos; Salvador Reyes y la ausencia de la sonrisa; Benjamín Subercaseaux y la desconfianza criolla; Ricardo Latcham y el culto de las apariencias; Horacio Serrano y la falta de gracia; Eduardo Anguita y la siesta espesa; Luis Oyarzún y la fobia de la naturaleza; Guillermo Blanco y el descuido generalizado; Enrique Lafourcade y la franca disposición a la copia; Jorge Edwards y el abandono del pasado; Isabel Allende y la improvisación vestida de gris; David Gallagher y el temor a discrepar; Marco Antonio de la Parra y el Miami del cono sur; Pedro Lemebel y el apocalipsis según San Chile; Roberto Merino y el escepticismo socarrón; Rafael Gumucio y las mamis chilenas.
Los placeres y los libros
“Los chilenos tenemos la voz aflautada”
La opinión de 21 escritores nos desnuda en “Los tics de los chilenos”, de Cecilia García-Huidobro, Rafael Gumucio e Isabel Allende, Jorge Edwards, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco o Marco Antonio de la Parra son otros de los videntes de este país de terremotos.
A propósito (de envidia) Isabel Allende ha escrito: “Nuestro temor al ridículo es tan fuerte que ni siquiera nos arriesgamos a ser originales para que no se fijen en nosotros”. Y bueno: “El que tiene plata vive modestamente, para que no le vayan a decir nuevo rico. El que no la tiene se endeuda, para que nadie piense que es una pobre ave.
La mujer linda se afea para que no la llamen creída. La fea se hermosea para que no digan que es una amargada. El inteligente se calla para no pasar por pedante y el tonto discursea para que no se rían de su ignorancia”.
Antes, en el siglo pasado, de Arica a Magallanes, Chile era Tontilanda para Jenaro Prieto, y Mitópolis para Joaquín Edwards Bello. Los dos se reían sin piedad y sin pausa de Chile y los chilenos.
La opinión de 21 escritores nos desnuda en “Los tics de los chilenos”, de Cecilia García-Huidobro, Rafael Gumucio e Isabel Allende, Jorge Edwards, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco o Marco Antonio de la Parra son otros de los videntes de este país de terremotos.
Las temblorosas fallas geológicas sobre las que nos asentamos nos dan -según ellos- la perspectiva del que duerme sobre la cornisa: no somos una isla, sino una cornisa.
También nos da la perspectiva de la envidia, uno de nuestros más acusados y no confesos rasgos nacionales.
Isabel Allende proclama nuestro atávico pavor a la puntualidad: “Los puntuales lo pasamos pésimo”. “Una vez me propuse no esperar nunca más de un cuarto de hora. En veinte días no me quedaba ningún amigo, casi me echan del trabajo, por poco me repudia toda la familia, y casi pierdo el perro y hasta mi citroneta”.
El que entra en profundidades muy dignas de mención es, por supuesto, Rafael Gumucio. Con una cómica seriedad de patriarca, piensa en las mujeres, especialmente en las de los cafés con piernas, y dice que ha visto “a muchas mujeres chilenas conseguir asiento en aviones llenos de gente sin tener pasaje ni pasaporte, parir hijos luego de que les han sacado el útero” y hazañas por el estilo. Y que el concepto “mami chilena” revela algo harto peor que el cliché de las madres judías o italianas.
“No necesita gritar o llorar. Sólo mira con esos ojos de gallina apaleada, la rabia india apretando los labios, las manos cruzadas rezando, para que el hijo agache la cabeza y obedezca.
Por eso es que casi todos los chilenos tenemos la voz aflautada y los gestos suaves de nuestras madres”. Atroz. Ya era hora de que alguien se diera cuenta.
Los chilenos, como casi todos los pueblos jóvenes, buscan afanosamente encontrar señas de identidad reflejadas en sus defectos y virtudes. Si hurgamos en la historia, advertimos que incluso para nuestros más lúcidos cronistas es un tema recurrente. Las innumerables referencias a lo que creemos que somos o quisiéramos ser aparecen como una constante en el ejercicio de la crónica, ese género que desde la conquista de América sentó las bases de nuestro imaginario. Pero, en buena medida, son los rasgos sobresalientes, en particular los defectos, los que nos otorgan identidad, aquellos que nos sacan del anonimato, al igual que un lunar puede individualizar un rostro. Vicente Huidobro pregonaba que hay que desarrollar los defectos porque son, acaso, lo más interesante de cada cual. En beneficio de esos rasgos propios, Chile ha cultivado una legión de ácidos observadores, una verdadera raza de criticones, sabuesos implacables en el rastreo de los defectos nacionales. Este libro (cuya nueva edición ha sido actualizada y ampliada con crónicas de autores como Pedro Lemebel, Rafael Gumucio y Roberto Merino) se ha propuesto seguir a algunos de estos buceadores del alma nacional y, con sus ojos y olfato, recorrer ciertos tics del chileno. La sensibilidad, la intuición, las secretas simpatías o fobias, dan a veces certeras metáforas que permiten penetrar en los arcanos del carácter nacional mejor que tantas sesudas definiciones.
TICS DE LOS CHILENOS
• La periodista y decana de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, Cecilia García-Huidobro McA. reúne en este libro la pluma de más de veinte destacados escritores nacionales quienes a través de sus agudas crónicas hacen un fiel retrato de los chilenos.
• Joaquín Edwards Bello, Benjamín Subercaseaux, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco, Enrique Lafourcade, Jorge Edwards, Isabel Allende, Rafael Gumucio y Pedro Lemebel, son algunas de las voces que hablan aquí sobre nuestros vicios y virtudes.
“No nos gusta ver nuestros defectos. Probablemente a nadie le gusta. Pero para los chilenos, al decir de Horacio Serrano, aquello que no es de su agrado sencillamente es inexistente”, comenta Cecilia García-Huidobro, autora de TICS de los chilenos. Vicios y virtudes nacionales según nuestros grandes cronistas (Editorial Catalonia). Se trata de una edición actualizada y ampliada de un libro que hurga en nuestra historia para rescatar los rasgos, en particular los defectos, que definen la identidad de los chilenos.
No es fácil descubrir un defecto. “Es un acto de lucidez, como detectarse una nueva arruga frente al espejo”, dice Cecilia. “Pero que sea incómodo ver las limitaciones no lo hace imposible. Se necesita, eso sí, ganas y cierta dosis de espíritu crítico. No hay que olvidar que, en alguna medida, son estos los que nos sacan del anonimato al igual que un lunar puede individualizar un rostro. Vicente Huidobro incluso llamaba a desarrollar los defectos porque son, acaso, lo más interesante de cada cual”, agrega la autora.
Chile ha cultivado una legión de ácidos observadores, una verdadera raza de criticones, sabuesos implacables en el rastreo de los defectos nacionales. Gran parte de esas miradas están contenidas en este libro que recopila las crónicas de los grandes buceadores del alma nacional, quienes con sus ojos y olfato, recorren nuestros tics. “La sensibilidad, la intuición, las secretas simpatías o fobias, dan a veces certeras metáforas que permiten penetrar en los arcanos del carácter nacional mejor que tantas sesudas definiciones. La superposición de todas estas voces conforman un auténtico retrato coral de nuestro carácter en la pluma de estos cronistas”, destaca la compiladora.
Rafael Gumucio, al igual que Roberto Merino y Pedro Lemebel, es una de las voces que incorpora esta nueva edición de Tics de los chilenos. “Mucho más que sobre Pinochet, Allende o nuestra pujante economía, los españoles me han preguntado con sorpresa, horror y envidia por el secreto de los cafés con piernas del centro de Santiago. No lo pueden creer. Que de manera institucionalizada y hasta banalmente, a las once de la mañana, hombres de corbata hagan una pausa en su labor de oficinistas para tomar café frente a mujeres escasamente vestidas, y vuelvan después a sus oficinas. Como la violencia, unida a ella en una intimidad extraña, el sexo en Chile está en todas partes y en ninguna. Y por ello no es necesario esperar a que caiga el sol ni irse a algún cabaret para que el sexo nos mire y nos muestre nuestra profunda tristeza. Los maridos insatisfechos y los maridos que insatisfacen se reúnen a las once de la mañana frente a mujeres desnudas que, como lo más natural del mundo, revuelven el café con una cucharita”, dice en su ensayo.
Para Gumucio la vida sexual de los chilenos podría ser fruto de un juego de poderosos y desvalidos al que hemos llevado el tema de la madre y la maternidad. “La madre chilena, la mami, es mucho más dominante que la judía o la italiana. No necesita gritar o llorar. Sólo mira con esos ojos de gallina apaleada, la rabia india apretando los labios, las manos cruzadas rezando, para que el hijo agache la cabeza y obedezca sin chistar… Por eso es que casi todos los chilenos tenemos la voz aflautada y los gestos suaves de nuestras madre, por eso también caminamos por el mundo esperando un mujer virginal y suave…”, reflexiona.
Tics de los chilenos contiene innumerables entradas para desentrañar el inconsciente colectivo nacional. Sus ensayos son un aporte al debate y a la reflexión sobre nosotros mismos. El libro está a la venta en las principales librerías del país y también a través del sitio www.catalonia.cl.
Estos son sus autores y títulos de sus crónicas: Adolfo Ibáñez y la cultura del alambrito; Joaquín Edwards Bello y la mitomanía desbordante; Jenaro Prieto y el arte de la burocracia; Gabriela Mistral y la imaginofobia; Alone y la feomanía; Vicente Huidobro y la hipopotamización de los chilenos; Salvador Reyes y la ausencia de la sonrisa; Benjamín Subercaseaux y la desconfianza criolla; Ricardo Latcham y el culto de las apariencias; Horacio Serrano y la falta de gracia; Eduardo Anguita y la siesta espesa; Luis Oyarzún y la fobia de la naturaleza; Guillermo Blanco y el descuido generalizado; Enrique Lafourcade y la franca disposición a la copia; Jorge Edwards y el abandono del pasado; Isabel Allende y la improvisación vestida de gris; David Gallagher y el temor a discrepar; Marco Antonio de la Parra y el Miami del cono sur; Pedro Lemebel y el apocalipsis según San Chile; Roberto Merino y el escepticismo socarrón; Rafael Gumucio y las mamis chilenas.
Los placeres y los libros
“Los chilenos tenemos la voz aflautada”
La opinión de 21 escritores nos desnuda en “Los tics de los chilenos”, de Cecilia García-Huidobro, Rafael Gumucio e Isabel Allende, Jorge Edwards, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco o Marco Antonio de la Parra son otros de los videntes de este país de terremotos.
A propósito (de envidia) Isabel Allende ha escrito: “Nuestro temor al ridículo es tan fuerte que ni siquiera nos arriesgamos a ser originales para que no se fijen en nosotros”. Y bueno: “El que tiene plata vive modestamente, para que no le vayan a decir nuevo rico. El que no la tiene se endeuda, para que nadie piense que es una pobre ave.
La mujer linda se afea para que no la llamen creída. La fea se hermosea para que no digan que es una amargada. El inteligente se calla para no pasar por pedante y el tonto discursea para que no se rían de su ignorancia”.
Antes, en el siglo pasado, de Arica a Magallanes, Chile era Tontilanda para Jenaro Prieto, y Mitópolis para Joaquín Edwards Bello. Los dos se reían sin piedad y sin pausa de Chile y los chilenos.
La opinión de 21 escritores nos desnuda en “Los tics de los chilenos”, de Cecilia García-Huidobro, Rafael Gumucio e Isabel Allende, Jorge Edwards, Eduardo Anguita, Guillermo Blanco o Marco Antonio de la Parra son otros de los videntes de este país de terremotos.
Las temblorosas fallas geológicas sobre las que nos asentamos nos dan -según ellos- la perspectiva del que duerme sobre la cornisa: no somos una isla, sino una cornisa.
También nos da la perspectiva de la envidia, uno de nuestros más acusados y no confesos rasgos nacionales.
Isabel Allende proclama nuestro atávico pavor a la puntualidad: “Los puntuales lo pasamos pésimo”. “Una vez me propuse no esperar nunca más de un cuarto de hora. En veinte días no me quedaba ningún amigo, casi me echan del trabajo, por poco me repudia toda la familia, y casi pierdo el perro y hasta mi citroneta”.
El que entra en profundidades muy dignas de mención es, por supuesto, Rafael Gumucio. Con una cómica seriedad de patriarca, piensa en las mujeres, especialmente en las de los cafés con piernas, y dice que ha visto “a muchas mujeres chilenas conseguir asiento en aviones llenos de gente sin tener pasaje ni pasaporte, parir hijos luego de que les han sacado el útero” y hazañas por el estilo. Y que el concepto “mami chilena” revela algo harto peor que el cliché de las madres judías o italianas.
“No necesita gritar o llorar. Sólo mira con esos ojos de gallina apaleada, la rabia india apretando los labios, las manos cruzadas rezando, para que el hijo agache la cabeza y obedezca.
Por eso es que casi todos los chilenos tenemos la voz aflautada y los gestos suaves de nuestras madres”. Atroz. Ya era hora de que alguien se diera cuenta.
Yo diría que Burroughs es una de mis mayores influencias (…) No el rollo cut-up sino su forma de pensar sobre la manera en que la palabra y la imagen son usadas para el control, y su efectos potencialmente más subversivos. Me sorprende que Burroughs no hiciera más tiras cómicas él mismo. Hasta donde yo sé, sólo hizo una para una revista llamada Cyclops, una revista underground británica que salió en 1969. Sólo duró cuatro números; Burroughs y un artista, creo que llamado Malcom McNeill, hicieron una tira titulada The Unspeakable Mr. Hart. Siempre pensé que el cómic sería un medio perfecto para Burroughs. Con Watchmen intentaba llevar alguna de sus ideas a la práctica, la idea de símbolos repetidos que pasaran a estar cargados de significado. Puedes casi tocarlos como la música. Tendrías esos pequeñas temas musicales que surgirían a lo largo de todo el trabajo.
Evidentemente, quien pronuncia estas palabras es Alan Moore. Un extenso artículo con abundantes ejemplos gráficos sobre la relación de William Burroughs con el cómic y los autores de cómic, en especial Malcom McNeill, en Comicopia.
Evidentemente, quien pronuncia estas palabras es Alan Moore. Un extenso artículo con abundantes ejemplos gráficos sobre la relación de William Burroughs con el cómic y los autores de cómic, en especial Malcom McNeill, en Comicopia.
Serrano y el misterio de Chile
CRISTIÁN WARNKEN
Con Miguel Serrano se acaba una época, una generación y un Chile que, mirado desde nuestra actualidad, nos parece irreal, mítico, casi inexistente. Esta última cualidad era para Serrano -por lo demás- garantía de verdadera realidad. Él fue el que habló siempre " de la flor inexistente, por la que vale la pena dar la vida, porque no existe". Creo que esa frase, que le oí muchas veces decir, resume, mejor que nada, su poética surrealista "sui generis", vivida al pie de la letra y no como manifiesto retórico, como terminó sucediendo con los surrealistas europeos. Artaud, cuando llegó a México escribió que el surrealismo que ellos creían haber inventado en el Viejo Continente, ya existía en la realidad, en las calles, en América. Por eso el poeta Armando Uribe ha dicho que Serrano es el único surrealista de estos lares, un surrealista auténtico, de verdad.
No hay ni habrá otro Miguel Serrano. Tal vez en otra galaxia, u otro mundo paralelo, como esos por los cuales él tenía particular devoción. Es la flor literaria más extraña e inclasificable de la historia literaria del Chile del siglo XX, salvo que queramos usar el cómodo recurso de la caricatura y la simplificación. Pero al mismo tiempo es tal vez el más chileno de los escritores de Chile, aquel que vivió a Chile como misterio y como enigma por descifrar a través de la poesía.
"Ni por mar ni por tierra" se ha convertido en un libro de culto, y lo seguirá siendo por muchas décadas, un poema-memoria en prosa, a la altura de los mejores poemas de Neruda, Mistral y Parra sobre Chile, como documento y respuesta de la palabra a la interpelación de este paisaje que nos excede. Libro favorito de Jorge Teillier, ahí están las claves de muchas de las obsesiones de un Serrano que vivió a fondo la nostalgia por un Chile profundo.
Para resolver ese misterio que le quemó el corazón, Serrano cruzo la cordillera (que para él eran dioses dormidos), el océano y emprendió un viaje iniciático único, buscando respuestas a las preguntas por Chile en su paso por la India, Yugoslavia y en su amistad electiva con Hesse, Jung, Indira Gandhi, el Dalai Lama, el escultor vasco Oteiza y tantos otros.
Serrano es un escritor profundamente religioso, en el sentido más originario de la palabra, un místico disfrazado de memorialista, que buscó nuevos dioses que llenaran el vacío tremendo que le dejara el Dios perdido en la infancia, ése que probablemente recibió por osmosis del entorno familiar (los Huidobro y los Fernández Concha) de un Santiago de comienzos del siglo XX, en las mágicas Santo Domingo o Lira, calles de una ciudad hoy definitivamente borrada del mapa. Huérfano muy niño, Serrano fue también un huérfano literario. Decepcionado de los dioses locales de la literatura (él fue sobrino de Vicente Huidobro), quemó todas las naves para reinventar un estilo, una literatura que no fuera mera copia de modelos foráneos. Eso lo llevó al límite de quemar sus propios libros en los faldeos de la montaña, en un acto poético que revela el intento más radical en nuestro idioma por romper el imposible cerco que separa -desde hace siglos- el arte de la vida. Serrano es el sobreviviente de una generación -la del 38- de fantasmas, jóvenes que vivieron su tiempo y su espacio vital como drama, y que no dejaron prácticamente rastro alguno.
"Nosotros, desde la niñez, hemos sido impelidos a la rebelión y la soledad. Sin pilares firmes, sin puntos de apoyo, cuando todos los valores se derrumbaban y los que aún subsistían eran aún extraños al alma, pudimos sobrevivir por un esfuerzo anormal".
Conversar con él significaba cruzar a la vereda de enfrente de un mundo mítico creado por su imaginación poética, vereda que empezaba en la antigua calle Lira y terminaba en La Ciudad de Los Césares. Hablar con él es hacerlo con Barreto, su alter ego, militante socialista y escritor fallecido prematuramente, asesinado en las calles por la milicias nacionalsocialistas. Serrano siempre sintió en Barreto al doble, al "otro yo" y tengo la impresión que siempre lo buscó con nostalgia imposible, al punto de terminar abrazando la misma ideología de quienes lo asesinaron, paradoja difícil de entender si es que no se lee a Serrano desde sus propias claves.
Es lamentable que Serrano no haya continuado escribiendo prosa poética y haya preferido gastar su tinta mágica en panfletos de dudosa calidad, muy por debajo de su genio poético. Los grandes creadores son también sus contradicciones, errores y pasiones. Está Neruda con su insoportable "Oda a Stalin" y él y tantos intelectuales de izquierda con su silencio culpable frente a las masacres del siglo XX. Está Serrano con su irredimible lealtad a un nazismo trasnochado. La lealtad -su gran virtud- fue también su gran defecto. Lo admiré y lo estimé desde la diferencia, como si hubiera encontrado en él a un amigo fuera del tiempo. A las 9.50 de la mañana del 28 de febrero, cuando sentí los truenos y relámpagos que caían sobre la cordillera, mientras él partía, no pude dejar de sentir que nuestra geografía (esa novia mística, hermosa, potente y frágil que tanto amó) le daba el adiós que él hubiera querido escuchar, más que la gloria literaria, que nunca buscó y que él mismo se encargó de arruinar con su adhesión y lealtad a lo imposible.
CRISTIÁN WARNKEN
Con Miguel Serrano se acaba una época, una generación y un Chile que, mirado desde nuestra actualidad, nos parece irreal, mítico, casi inexistente. Esta última cualidad era para Serrano -por lo demás- garantía de verdadera realidad. Él fue el que habló siempre " de la flor inexistente, por la que vale la pena dar la vida, porque no existe". Creo que esa frase, que le oí muchas veces decir, resume, mejor que nada, su poética surrealista "sui generis", vivida al pie de la letra y no como manifiesto retórico, como terminó sucediendo con los surrealistas europeos. Artaud, cuando llegó a México escribió que el surrealismo que ellos creían haber inventado en el Viejo Continente, ya existía en la realidad, en las calles, en América. Por eso el poeta Armando Uribe ha dicho que Serrano es el único surrealista de estos lares, un surrealista auténtico, de verdad.
No hay ni habrá otro Miguel Serrano. Tal vez en otra galaxia, u otro mundo paralelo, como esos por los cuales él tenía particular devoción. Es la flor literaria más extraña e inclasificable de la historia literaria del Chile del siglo XX, salvo que queramos usar el cómodo recurso de la caricatura y la simplificación. Pero al mismo tiempo es tal vez el más chileno de los escritores de Chile, aquel que vivió a Chile como misterio y como enigma por descifrar a través de la poesía.
"Ni por mar ni por tierra" se ha convertido en un libro de culto, y lo seguirá siendo por muchas décadas, un poema-memoria en prosa, a la altura de los mejores poemas de Neruda, Mistral y Parra sobre Chile, como documento y respuesta de la palabra a la interpelación de este paisaje que nos excede. Libro favorito de Jorge Teillier, ahí están las claves de muchas de las obsesiones de un Serrano que vivió a fondo la nostalgia por un Chile profundo.
Para resolver ese misterio que le quemó el corazón, Serrano cruzo la cordillera (que para él eran dioses dormidos), el océano y emprendió un viaje iniciático único, buscando respuestas a las preguntas por Chile en su paso por la India, Yugoslavia y en su amistad electiva con Hesse, Jung, Indira Gandhi, el Dalai Lama, el escultor vasco Oteiza y tantos otros.
Serrano es un escritor profundamente religioso, en el sentido más originario de la palabra, un místico disfrazado de memorialista, que buscó nuevos dioses que llenaran el vacío tremendo que le dejara el Dios perdido en la infancia, ése que probablemente recibió por osmosis del entorno familiar (los Huidobro y los Fernández Concha) de un Santiago de comienzos del siglo XX, en las mágicas Santo Domingo o Lira, calles de una ciudad hoy definitivamente borrada del mapa. Huérfano muy niño, Serrano fue también un huérfano literario. Decepcionado de los dioses locales de la literatura (él fue sobrino de Vicente Huidobro), quemó todas las naves para reinventar un estilo, una literatura que no fuera mera copia de modelos foráneos. Eso lo llevó al límite de quemar sus propios libros en los faldeos de la montaña, en un acto poético que revela el intento más radical en nuestro idioma por romper el imposible cerco que separa -desde hace siglos- el arte de la vida. Serrano es el sobreviviente de una generación -la del 38- de fantasmas, jóvenes que vivieron su tiempo y su espacio vital como drama, y que no dejaron prácticamente rastro alguno.
"Nosotros, desde la niñez, hemos sido impelidos a la rebelión y la soledad. Sin pilares firmes, sin puntos de apoyo, cuando todos los valores se derrumbaban y los que aún subsistían eran aún extraños al alma, pudimos sobrevivir por un esfuerzo anormal".
Conversar con él significaba cruzar a la vereda de enfrente de un mundo mítico creado por su imaginación poética, vereda que empezaba en la antigua calle Lira y terminaba en La Ciudad de Los Césares. Hablar con él es hacerlo con Barreto, su alter ego, militante socialista y escritor fallecido prematuramente, asesinado en las calles por la milicias nacionalsocialistas. Serrano siempre sintió en Barreto al doble, al "otro yo" y tengo la impresión que siempre lo buscó con nostalgia imposible, al punto de terminar abrazando la misma ideología de quienes lo asesinaron, paradoja difícil de entender si es que no se lee a Serrano desde sus propias claves.
Es lamentable que Serrano no haya continuado escribiendo prosa poética y haya preferido gastar su tinta mágica en panfletos de dudosa calidad, muy por debajo de su genio poético. Los grandes creadores son también sus contradicciones, errores y pasiones. Está Neruda con su insoportable "Oda a Stalin" y él y tantos intelectuales de izquierda con su silencio culpable frente a las masacres del siglo XX. Está Serrano con su irredimible lealtad a un nazismo trasnochado. La lealtad -su gran virtud- fue también su gran defecto. Lo admiré y lo estimé desde la diferencia, como si hubiera encontrado en él a un amigo fuera del tiempo. A las 9.50 de la mañana del 28 de febrero, cuando sentí los truenos y relámpagos que caían sobre la cordillera, mientras él partía, no pude dejar de sentir que nuestra geografía (esa novia mística, hermosa, potente y frágil que tanto amó) le daba el adiós que él hubiera querido escuchar, más que la gloria literaria, que nunca buscó y que él mismo se encargó de arruinar con su adhesión y lealtad a lo imposible.
Watchmen
Francisco Ortega
Wiken
¿Por qué leer "Watchmen"?
Este cómic no es una obra acerca de superhéroes ni personas disfrazadas. Lejos de eso, esta novela gráfica aborda temáticas tan complejas y adultas como los alcances del poder y el miedo a la autodestrucción.
Alberto Rojas M., El Mercurio Online
Martes 3 de Marzo de 2009 13:53
Los vigilantes de la novela gráfica, encabezados por el poderoso Dr. Manhattan.
Foto: Archivo El Mercurio
SANTIAGO Desde su publicación entre 1986 y 1987, "Watchmen" ha sido objeto de innumerables análisis e interpretaciones en todo el mundo. Y se han gastado verdaderos ríos de tinta para abordar desde diferentes ángulos un cómic que para la inmensa mayoría de la población -a pesar de su indiscutible valor- sólo se volvió masivo a partir de la versión cinematográfica de Zach Snyder ("300"), que llega a Chile este jueves.
Creada por la dupla británica formada por el guionista Alan Moore ("V de Vendetta", "La Liga Extraordinaria", "From Hell") y el dibujante Dave Gibbons ("Give Me Liberty"), esta historia se transformó en la primera novela gráfica cuando la editorial DC Comics decidió en 1988 reunir los 12 números originales en un solo volumen.
La trama está ambientada en un 1985 alterno, donde Estados Unidos está al borde de la guerra nuclear con la Unión Soviética, el conflicto de Vietnam acabó en victoria y Richard Nixon cumple su tercer mandato, gracias a que jamás se descubrió el escándalo Watergate.
Un mundo donde los superhéroes, en rigor vigilantes enmascarados sin poderes -salvo el Dr. Manhattan, que tras un accidente nuclear es sólo energía-, han sido ilegalizados hace mucho por el Acta Keene. ¿La razón? La desconfianza y rechazo que despertaban en la población.
Pero el asesinato de un antiguo enmascarado, El Comediante, será el motivo para el reencuentro de los ex vigilantes Rorschach, Búho Nocturno, Doctor Manhattan, Espectro de Seda y Ozimandias.
"Watchmen" es sin duda el punto de inflexión entre la era de los superhéroes luminosos y políticamente correctos, y el inicio de un estilo narrativo realista -unido a una estética equivalente- que da cuenta de héroes oscuros, ambiguos en su moral y carentes de ética. Esclavos de sus traumas y también de sus pasiones, parecen verdaderos semidioses caídos.
Por eso Alan Moore siempre ha dicho que lo que realmente buscaba no era llevar el subgénero de los cómics de superhéroes a un nivel superior, sino acabar con ellos para siempre. Pero su obra causó un efecto inesperado, ofreciendo una verdadera reinvención de las historias de enmascarados con o sin poderes. Un referente ineludible que ha marcado al cine y al cómic desde entonces. Sólo basta recordar las dos películas de Batman a cargo de la exitosa dupla Nolan / Bale.
Sin embargo, "Watchmen" es más que un gran cómic. Es un una obra literaria que cuenta con una poderosa dimensión gráfica, y que por la profundidad de su guión exige dos, tres y hasta cuatro lecturas. Ya sea porque su hilo narrativo se mueve entre el presente y el pasado a través de reiterados flashbacks o porque sus viñetas encierran numerosos detalles y guiños a obras clásicas.
En sus diálogos se esconden múltiples referencias a William S. Burroughs, Bob Dylan, David Bowie, el cristianismo y la cultura de masas británica, entre otros. Y basta detenerse en cualquiera de sus viñetas para captar los múltiples símbolos que se esconden en ellas. Por ejemplo, la constante presencia de relojes, siempre marcando pocos minutos para la medianoche. Una clave que remite al famoso Reloj del Fin del Mundo (Doomsday Clock), creado en 1947 por el Bulletin of the Atomic Scientists, y cuyas manecillas durante la Guerra Fría se acercaban o alejaban de las 12, el momento preciso del comienzo de la guerra nuclear, según el grado de tensión entre Washington y Moscú.
Están en todas partes, a veces en primer plano, en otras al fondo de una habitación. O incluso en la mancha de sangre sobre la chapita "Smile" de El Comediante.
Asimismo, estas sonrientes caritas amarillas se cuelan en diferentes momentos de la historia, desde un primerísimo primer plano en una sucia calle de Nueva York, hasta un cráter en Marte.
Mención aparte merece "Crónicas del Navío Negro", una historia de piratas que un chico lee a lo largo de la trama de "Watchmen", algo así un cómic dentro del cómic, y cuya narración se va intercalando a lo largo de la narración principal.
"Watchmen" es el cómic de superhéroes que definió la mirada humana, frágil, imperfecta y ambigua de los futuros enmascarados. También es la mejor novela gráfica de todos los tiempos, por su calidad visual y su trama. Pero también es mucho más.
El trabajo de Moore y Gibbons es un drama cargado de referencias cruzadas que llevan esta historia a un nivel de complejidad pocas veces visto. Porque es una reflexión sobre el poder en todas sus formas, el miedo a la autodestrucción y la desconfianza en las autoridades.
Escrito en tiempos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, "Watchmen" es una obra totalmente vigente hoy en día. Porque después de todo, a poco más de veinte años de su edición, el gran dilema que plantea esta novela gráfica sigue existiendo: ¿Quién vigila a los vigilantes?
Gran novela
"Watchmen": los riesgos de adaptar un cómic
ERNESTO AYALA
No es raro que las adaptaciones de cómic continúen fluyendo en Hollywood. Es tentador pensar al comic como un formato fácilmente adaptable al cine. Después de todo serían cuadritos al que solo hay que ponerles movimiento. En la práctica, el story board, el diseño de los encuadres, ya estaría listo. La realidad, sin embargo, ha probado que muy pocas películas interesantes han salido de los cómics o de las novelas gráficas. La adaptación, a las finales, no es tan sencilla. El comic maneja recursos que le son muy propios, como unas elipsis brutales, énfasis que permiten las dimensiones y formas de cada cuadro, contrapuntos entre texto e imagen o toda la densidad de información permite un cuadro impreso, inmóvil. El cine, en cambio, tiene mucho más dificultades para entregar la información que permite entender una historia sin que esta entrega se sienta demasiado evidente o torpe. Los guionistas a veces se torturan incluso en dar con maneras para recordar los nombres de los personajes sin que parezca forzado. Las mejores novelas gráficas del inglés Alan Moore (1953), un escritor que llevó la historieta industrial a una densidad literaria nunca imaginada, son la prueba más evidente de que el cómic tiene sus propios recursos expresivos. Las versiones cinematográficas de las estupendas "From hell", "V de Vendetta" y ahora de "Watchmen" sólo nos recuerdan el punto: por literal que sea la adaptación, lo importante se pierde en el traspaso.
Los miles de lectores que han convertido a "Watchmen" (1986-87) en una novela gráfica de culto no pueden quejarse de que la película no sea fiel a la historia original. Es fiel al nivel de copiar innumerables cuadros al detalle, recurrir a los mismos flashbacks, repetir los contrapuntos, utilizar las mismas soluciones de continuidad. Solo hacia el final ambas tramas separan aguas. Ahora, lo que en la novela gráfica es misterio, densidad y brillo cerebral, en la película dirigida por Zack Snyder ("300") es evidente, enfático y algo confuso.
Hay que reconocer que el desafío de adaptar "Watchmen" era enorme: el libro tiene 400 páginas, es generoso en personajes y espacios temporales, la trama, gótica y compleja, resulta prácticamente imposible de sintetizar. Y para qué hablar de su ambición. Alan Moore recurre a unos superhérores retirados, en un Estados Unidos que ha reelegido a Nixon tres veces seguidas, para hacer una enorme reflexión en torno a las tentaciones del fascismo. Para Moore, el fascismo puede esconderse incluso -o mejor dicho, especialmente- bajo las mejores intenciones. A juzgar por "300", Snyder es un inepto que se cree mucho mejor director de lo que es, sin embargo afronta el desafío menos perdido de lo que uno podría suponer. En un principio, siguiendo la novela cuidadosamente, logra distinguir a los personajes y darle a cada uno cierto espacio, cierta pausa y cierta fractura. A la que vez, logra que Nueva York se sienta decadente y turbio como era en 1985 y que la intriga capture. Pero efectista como es, Snyder pronto parece más interesado en las peleas, en los huesos rotos, en la sangre que salta y en los pequeños pero reiterados efectos de cámara lenta. Es interesante que las peleas en el cómic son breves y económicas, mientras que en la película son largas y extremadamente coreografiadas. Eso explica por sí mismo las enormes diferencias entre el original y la adaptación. Hacia el final, como era de suponer, la trama se le escapa al director de las manos, todo se acelera y enreda, las connotaciones políticas del relato se diluyen y el saldo es que se acumula poca emoción, no se produce el supuesto asombro que supone la resolución y la película parece simplemente apagarse en medio del cansancio de los espectadores.
Síntesis
Con mucho ruido llega finalmente Watchmen, la adaptación cinematográfica de la novela gráfica de Alan Moore. Sin embargo, todo el misterio, la densidad y el brillo intelectual de aquella, en la película dirigida por Zack Snyder (300) es evidente, enfático y algo confuso.
Wiken
¿Por qué leer "Watchmen"?
Este cómic no es una obra acerca de superhéroes ni personas disfrazadas. Lejos de eso, esta novela gráfica aborda temáticas tan complejas y adultas como los alcances del poder y el miedo a la autodestrucción.
Alberto Rojas M., El Mercurio Online
Martes 3 de Marzo de 2009 13:53
Los vigilantes de la novela gráfica, encabezados por el poderoso Dr. Manhattan.
Foto: Archivo El Mercurio
SANTIAGO Desde su publicación entre 1986 y 1987, "Watchmen" ha sido objeto de innumerables análisis e interpretaciones en todo el mundo. Y se han gastado verdaderos ríos de tinta para abordar desde diferentes ángulos un cómic que para la inmensa mayoría de la población -a pesar de su indiscutible valor- sólo se volvió masivo a partir de la versión cinematográfica de Zach Snyder ("300"), que llega a Chile este jueves.
Creada por la dupla británica formada por el guionista Alan Moore ("V de Vendetta", "La Liga Extraordinaria", "From Hell") y el dibujante Dave Gibbons ("Give Me Liberty"), esta historia se transformó en la primera novela gráfica cuando la editorial DC Comics decidió en 1988 reunir los 12 números originales en un solo volumen.
La trama está ambientada en un 1985 alterno, donde Estados Unidos está al borde de la guerra nuclear con la Unión Soviética, el conflicto de Vietnam acabó en victoria y Richard Nixon cumple su tercer mandato, gracias a que jamás se descubrió el escándalo Watergate.
Un mundo donde los superhéroes, en rigor vigilantes enmascarados sin poderes -salvo el Dr. Manhattan, que tras un accidente nuclear es sólo energía-, han sido ilegalizados hace mucho por el Acta Keene. ¿La razón? La desconfianza y rechazo que despertaban en la población.
Pero el asesinato de un antiguo enmascarado, El Comediante, será el motivo para el reencuentro de los ex vigilantes Rorschach, Búho Nocturno, Doctor Manhattan, Espectro de Seda y Ozimandias.
"Watchmen" es sin duda el punto de inflexión entre la era de los superhéroes luminosos y políticamente correctos, y el inicio de un estilo narrativo realista -unido a una estética equivalente- que da cuenta de héroes oscuros, ambiguos en su moral y carentes de ética. Esclavos de sus traumas y también de sus pasiones, parecen verdaderos semidioses caídos.
Por eso Alan Moore siempre ha dicho que lo que realmente buscaba no era llevar el subgénero de los cómics de superhéroes a un nivel superior, sino acabar con ellos para siempre. Pero su obra causó un efecto inesperado, ofreciendo una verdadera reinvención de las historias de enmascarados con o sin poderes. Un referente ineludible que ha marcado al cine y al cómic desde entonces. Sólo basta recordar las dos películas de Batman a cargo de la exitosa dupla Nolan / Bale.
Sin embargo, "Watchmen" es más que un gran cómic. Es un una obra literaria que cuenta con una poderosa dimensión gráfica, y que por la profundidad de su guión exige dos, tres y hasta cuatro lecturas. Ya sea porque su hilo narrativo se mueve entre el presente y el pasado a través de reiterados flashbacks o porque sus viñetas encierran numerosos detalles y guiños a obras clásicas.
En sus diálogos se esconden múltiples referencias a William S. Burroughs, Bob Dylan, David Bowie, el cristianismo y la cultura de masas británica, entre otros. Y basta detenerse en cualquiera de sus viñetas para captar los múltiples símbolos que se esconden en ellas. Por ejemplo, la constante presencia de relojes, siempre marcando pocos minutos para la medianoche. Una clave que remite al famoso Reloj del Fin del Mundo (Doomsday Clock), creado en 1947 por el Bulletin of the Atomic Scientists, y cuyas manecillas durante la Guerra Fría se acercaban o alejaban de las 12, el momento preciso del comienzo de la guerra nuclear, según el grado de tensión entre Washington y Moscú.
Están en todas partes, a veces en primer plano, en otras al fondo de una habitación. O incluso en la mancha de sangre sobre la chapita "Smile" de El Comediante.
Asimismo, estas sonrientes caritas amarillas se cuelan en diferentes momentos de la historia, desde un primerísimo primer plano en una sucia calle de Nueva York, hasta un cráter en Marte.
Mención aparte merece "Crónicas del Navío Negro", una historia de piratas que un chico lee a lo largo de la trama de "Watchmen", algo así un cómic dentro del cómic, y cuya narración se va intercalando a lo largo de la narración principal.
"Watchmen" es el cómic de superhéroes que definió la mirada humana, frágil, imperfecta y ambigua de los futuros enmascarados. También es la mejor novela gráfica de todos los tiempos, por su calidad visual y su trama. Pero también es mucho más.
El trabajo de Moore y Gibbons es un drama cargado de referencias cruzadas que llevan esta historia a un nivel de complejidad pocas veces visto. Porque es una reflexión sobre el poder en todas sus formas, el miedo a la autodestrucción y la desconfianza en las autoridades.
Escrito en tiempos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, "Watchmen" es una obra totalmente vigente hoy en día. Porque después de todo, a poco más de veinte años de su edición, el gran dilema que plantea esta novela gráfica sigue existiendo: ¿Quién vigila a los vigilantes?
Gran novela
"Watchmen": los riesgos de adaptar un cómic
ERNESTO AYALA
No es raro que las adaptaciones de cómic continúen fluyendo en Hollywood. Es tentador pensar al comic como un formato fácilmente adaptable al cine. Después de todo serían cuadritos al que solo hay que ponerles movimiento. En la práctica, el story board, el diseño de los encuadres, ya estaría listo. La realidad, sin embargo, ha probado que muy pocas películas interesantes han salido de los cómics o de las novelas gráficas. La adaptación, a las finales, no es tan sencilla. El comic maneja recursos que le son muy propios, como unas elipsis brutales, énfasis que permiten las dimensiones y formas de cada cuadro, contrapuntos entre texto e imagen o toda la densidad de información permite un cuadro impreso, inmóvil. El cine, en cambio, tiene mucho más dificultades para entregar la información que permite entender una historia sin que esta entrega se sienta demasiado evidente o torpe. Los guionistas a veces se torturan incluso en dar con maneras para recordar los nombres de los personajes sin que parezca forzado. Las mejores novelas gráficas del inglés Alan Moore (1953), un escritor que llevó la historieta industrial a una densidad literaria nunca imaginada, son la prueba más evidente de que el cómic tiene sus propios recursos expresivos. Las versiones cinematográficas de las estupendas "From hell", "V de Vendetta" y ahora de "Watchmen" sólo nos recuerdan el punto: por literal que sea la adaptación, lo importante se pierde en el traspaso.
Los miles de lectores que han convertido a "Watchmen" (1986-87) en una novela gráfica de culto no pueden quejarse de que la película no sea fiel a la historia original. Es fiel al nivel de copiar innumerables cuadros al detalle, recurrir a los mismos flashbacks, repetir los contrapuntos, utilizar las mismas soluciones de continuidad. Solo hacia el final ambas tramas separan aguas. Ahora, lo que en la novela gráfica es misterio, densidad y brillo cerebral, en la película dirigida por Zack Snyder ("300") es evidente, enfático y algo confuso.
Hay que reconocer que el desafío de adaptar "Watchmen" era enorme: el libro tiene 400 páginas, es generoso en personajes y espacios temporales, la trama, gótica y compleja, resulta prácticamente imposible de sintetizar. Y para qué hablar de su ambición. Alan Moore recurre a unos superhérores retirados, en un Estados Unidos que ha reelegido a Nixon tres veces seguidas, para hacer una enorme reflexión en torno a las tentaciones del fascismo. Para Moore, el fascismo puede esconderse incluso -o mejor dicho, especialmente- bajo las mejores intenciones. A juzgar por "300", Snyder es un inepto que se cree mucho mejor director de lo que es, sin embargo afronta el desafío menos perdido de lo que uno podría suponer. En un principio, siguiendo la novela cuidadosamente, logra distinguir a los personajes y darle a cada uno cierto espacio, cierta pausa y cierta fractura. A la que vez, logra que Nueva York se sienta decadente y turbio como era en 1985 y que la intriga capture. Pero efectista como es, Snyder pronto parece más interesado en las peleas, en los huesos rotos, en la sangre que salta y en los pequeños pero reiterados efectos de cámara lenta. Es interesante que las peleas en el cómic son breves y económicas, mientras que en la película son largas y extremadamente coreografiadas. Eso explica por sí mismo las enormes diferencias entre el original y la adaptación. Hacia el final, como era de suponer, la trama se le escapa al director de las manos, todo se acelera y enreda, las connotaciones políticas del relato se diluyen y el saldo es que se acumula poca emoción, no se produce el supuesto asombro que supone la resolución y la película parece simplemente apagarse en medio del cansancio de los espectadores.
Síntesis
Con mucho ruido llega finalmente Watchmen, la adaptación cinematográfica de la novela gráfica de Alan Moore. Sin embargo, todo el misterio, la densidad y el brillo intelectual de aquella, en la película dirigida por Zack Snyder (300) es evidente, enfático y algo confuso.
Subscribe to:
Posts (Atom)
Blog Archive
-
▼
2009
(307)
-
▼
March
(38)
- Por mi parte, mientras soy un socialista convencid...
- Quien cree como yo, que el intelecto libre es la p...
- Como señalaba Thomas Wolfe: Partir de este mundo p...
- Purgatorio chilensis
- Soy Leyenda
- El sol
- Mejores y peores del 2008
- Rodrigo Jarpa:Un enemigo del mito sexualEl compañe...
- Agustín Squella Viernes 20 de Marzo de 2009 Despué...
- “Cuando hablar sola y grabarlo parece cada vez más...
- De lo que me suelen decir en las fiestas
- Fuguet, no Caicedo
- Bertrand Russell (18 de mayo de 1872 - 2 de febrer...
- Lao Tse (*570a.C. - †490 a.C.). Pensador, filósofo...
- Michel de Montaigne (1533 – 1592). Escritor y ensa...
- kings of leon molly's chambers live on letterman
- Clint Eastwood: "La gente está aburrida de lo polí...
- Viejas amistades
- ¿Qué vino primero, la música o las miserias?
- Salman Rushdie escribiendo sobre Slumdog Millionai...
- Salman Rushdie escribiendo sobre Slumdog Millionai...
- Frases al pasar
- Edgar Allan Poe ESPECIAL
- Umberto Eco
- Mi primer casette
- Watchmen, Alan Moore, novela gráfica y adaptacione...
- Recordando a Stanley Kubrick 10 aniversario de su ...
- El alcohol en el cine - Reportaje Dias de cine
- Clint Eastwood y Gran Torino: entrevista y reporta...
- Miles Davis
- Mafia
- En todas las actividades es saludable, de vez en c...
- El adverbio sic (del latín sic, así) se utiliza en...
- Salman Rushdie ataca de nuevo y califica como "rid...
- Los tics de los chilenos
- Yo diría que Burroughs es una de mis mayores influ...
- Serrano y el misterio de Chile CRISTIÁN WARNKENCon...
- Watchmen
-
▼
March
(38)