Wednesday, November 15, 2006

La escritora chilena habla del escritor argentino en Emol

En su arte poética, Borges nos dice que al arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Lo más interesante de Borges para mí es lo que yo llamo el delirio circular. La idea vertiginosa de que un momento puntual, puede ser la estela de un momento previo, o de un momento del porvenir. La idea de lo prefijado en sus relatos. Eso lleva a pensar en un cuento como “El Aleph”, que para mí es un cuento que atraviesa toda su literatura y donde convergen todos sus cuentos.
“El Aleph” como un estornudo que se multiplica. Ahí aparece la prefiguración de todos sus mundos posibles y eso lleva a pensar la idea de lo infinito como una clave fundamental en su escritura.Borges decía y atribuía su idea a Carlyle, que la historia universal es un infinito libro sagrado que todos los hombres escriben y leen y tratan de entender y en el que también los escriben. Eso recuerda por ejemplo, el cuento “Las ruinas circulares”, donde un hombre sueña que sueña un hombre y el mismo a su vez, está siendo soñado. Es el vértigo en Borges.
Otro punto primordial para mí, es el vinculo que establece Borges entre los mundos del sueño y la vigilia. La idea que no hay fronteras. En una entrevista, Borges cuenta que en una tribu de pieles rojas de EE.UU, existía la tradición de contarse los sueños todas las mañanas. Los padres enseñaban a sus hijos cómo comportarse en los sueños. Para él, esto tiene dos interpretaciones, una es que si uno se porta bien en el sueño se porta bien en la vigilia o mucho mejor para él, suponer que los sueños no son menos reales que la vigilia. O que la vigilia es una forma del sueño. Es la idea borgiana y sumamente idealista de que el mundo es ilusorio. El último punto tiene que ver con la propia biografía de Borges. Él mismo admitía que tuvo una vida más consagrada a leer que a escribir. Y eso se expresa para mí en la erudición de su escritura y nuevamente tiene que ver con ese idealismo que lo guía y según el cual no hay otra realidad que los procesos mentales. Sin embargo, la escritura de Borges está cargada de vitalidad. Es una paradoja semejante a la de su ceguera. Un ciego que lo ve todo, que es el mejor lector. Un ciego que ve lo que otros no pueden ver por ceguera mental.

Blog Archive