Ellos son emprendedores. Ellos juegan tenis al atardecer. Ellos siempre quieren hacer negocios y su alma es un negociante. A ellos básicamente le interesa la plata. A ellos no le importa cagar a los demás. Ellos son muy católicos. Ellos siempre andan hablando en voz baja. Ellos son cínicos. Ellos son unos malditos hijos de puta, representantes de lo podrido que estamos.