En siquiatría hoy existen muchísimos recursos sicoterapéuticos y farmacológicos. Se sabe que el estrés mata neuronas, empequeñece el cerebro, disminuye las conexiones interhemisféricas y disminuye la sinapsis. Pero, obviamente, los nuevos antidepresivos, que trabajan al nivel de los neurotransmisores, multiplican las neuronas, aumentan la sinapsis y recuperan al cerebro. Se ha visto que el uso de un buen antidepresivo y de un estabilizador del ánimo es mucho más eficaz para tratar los trastornos del ánimo. En paralelo el siquiatra trabaja en el espacio de las emociones. Marco Antonio de la Parra