*Sobretodo, amo Manchester. Adoro los boliches hechos mierda, los arcos ferroviarios, las drogas abundantes y baratas. Eso es que le hace, al final, ser lo que es. No el dinero, ni la música, ni siquiera las armas. Tal vez ese sea mi único y heroico defecto: un exceso de orgullo cívico.
*Soy actor de reparto en el medio de mi propia historia.
*El jazz es el último refugio de los músicos sin talento.